e y e s - Michaeng

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Tal vez parezca una típica historia centrada en un romance adolescente pero ¿Qué más podría hacer que describirlo de esa manera?.

Si imaginara seres mágicos y mitológicos todos robarían mi corazón o alma (tal como lo haría una chica bajita de increíbles ojos en un futuro).

Comencemos con algo tan simple como mi miedo por llegar a una nueva preparatoria y convertirme en un blanco fácil de burlas solo por ser una desconocida, sin embargo, no fué así; el destino permitió que le diera una rosquilla a Hirai Momo en la hora de receso porque "moría de hambre" y que luego ayudara a Minatozaki Sana con su tarea de matemáticas antes de que el profesor llegara y la regañara. De esa forma me convertí en el Mi del SaMo y en una chica popular.

Todo en una semana.

Tiempo en el que también fuí acosada de una forma muy evidente por unos redondos y brillantes ojos marrones. Era extraño, era molesto y me llevaba a sentirme al límite con los nervios. Ella no recorría mi rostro ni mucho menos mi cuerpo, su atención solo se centraba en mis labios.

No cruzamos palabra pero siempre que estábamos en el mismo lugar tenía que soportar la manía de una loca con una aparente obsesión en esa parte física de mi persona. Por esa razón no pude hacer más que preguntar su nombre.

"Ah, esa chica es Son Chaeyoung, es algo rarita pero sin duda muy guapa"

Y una corta descripción también llegó.

"No se le puede definir como popular o nerd, solo recorre los pasillos y podrías notarla por su belleza o no hacerlo porque es algo silenciosa".

Y luego más de lo mismo.

"Es una come libros"

"Es tan bonita"

"No entiendo cómo no es una nerd"

"Es linda, no hay más que decir"

Pero después llegaron los comentarios que me parecieron algo extraños.

"Estoy seguro de que le gusto, a veces no deja de mirarme"

"Sus ojos me ponen tan nerviosa"

"Estoy segura de que me ha mirado los labios de una forma extraña"

Entonces un aura de misterio la rodeaba y tuve la necesidad de acercarme para saber más. Busqué alguna excusa mientras seguía recibiendo sus miradas y la encontré. Un mes después de haber llegado, de observarla y no lograr conectar mi mirada con la suya no se me ocurrió algo mejor que acusarla de que gustaba de mí.

La ví salir de la biblioteca y por primera vez pronuncié su apellido, con duda, con reticencia, porque en realidad no quería tener esa conversación.

—¿Son?

—Myoui

Su tono de voz fué tan serio como su expresión (asustaba un poco). Inmediatamente tuve su atención pero en mis labios nada más, cosa que me alteró en el mismo instante.

—Sé que puede ser extraño pero seré directa. Yo te gusto ¿Verdad?

—No exactamente

—¿Eh? Pero si te la pasas mirándome

—Me la paso mirando tus labios, tus labios son los que me gustan, creo que es diferente

—¿Qué?

¿Era una forma sutil de decir "soy una psicópata"?

—Supongo que debo contarte lo que sucede. Solo es una costumbre, un hábito que tengo desde siempre, tiendo a perderme en los labios de personas que llamen mi atención o... En realidad es al revés sus labios llaman mi atención y en este caso, tus labios son llamativos para mí. Su forma, volumen y color son hermosos, en resumen, tus labios son perfectos