e y e s - Michaeng

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La cuenta seguía, besó a Jeongyeon, besó a Lalisa y a Vernon, pero no iba a detenerse.

Quise molestarla otra vez, ella reclamó por aquellos besos franceses que le dieron, no parecía entenderlo, se veía asqueada y yo sonreí por la ternura que me provocó, entonces sin poder controlarme terminé besándola por tercera vez de una forma muchísimo más intensa que las veces anteriores.

¿Besos franceses? ¿Alguna vez tuve interés de saber por qué se llamaban así?

¿Tal vez porque Francia es una constante representación de que el amor fluye y se expresa con libertad?

Pues el amor permanece en tu lengua, hablando con ligeros roces y toques.

¿Qué quieres comunicar?

En ese momento yo solo quería decirle a Chaeyoung un "cambia de opinión" ¿Se podía reflejar en mi acción?

Lenguas hablantes, el coreano pasó a ser francés y yo ya estaba pensando en incoherencias y divagando. Me separé lentamente, aún cuando la idea de haberme quedado sobre ella, parecía cada vez más tentadora. No ví el desagrado en su rostro, pero esta vez al contrario de otras veces no pude detenerme a verla, me sentí tan increíble pero a la vez avergonzada. Y si Chaeyoung no había entendido lo que quería expresar con ese beso era un "deseo ser lo que buscas".

Son era una boba (y yo también)

—¿Seguirás intentando encontrar el beso perfecto?

Un montón de frases pero su respuesta en conclusión era un "sí".  Para variar terminé bromeando pero en el fondo quería llorar al saber que yo nunca sería más especial para ella.

¿Por qué?

Ella no me gustaba...

No.

Eso era una gran mentira.

En realidad sí, lo hacía, me gustaba y demasiado, pero no sabía que no tendría una oportunidad o el valor para decírselo porque tampoco era como si me sintiera motiva a hacerlo, mientras yo moría, ella seguía repartiendo besos. Así que empecé a hacer lo mismo pero de una forma distinta, buscaba en la mirada de otras personas la emoción que encontraba en los hermosos ojos de Chaeyoung.

Y aunque era inútil, supongo que lo entendí. Todo podía influir, si los ojos ajenos eran redondos, almendrados, grandes, pequeños, si las pestañas eran largas o no, si los matices de los colores del iris eran de un determinado tono, si cada patrón era tan único como una huella dactilar o si cada par reflejaba un sentimiento en particular.

Probablemente quería mirar intensamente a los ojos de una infinidad de personas o realmente quería hacer entender a Chaeyoung que solo necesitaba sus ojos sobre los míos para sentir que todo estaba bien. Y a su vez, no llegué a otra conclusión: los ojos de Chaeyoung eran los únicos que yo quería apreciar.

Si tan solo hubiera podido detenerme.

Intenté alejarme pero cada vez que me la encontraba ella me regalaba miradas que solo me hacían dudar de estar cuerda, así que, de cualquier manera siempre terminaba junto a ella en la biblioteca ocultando mis sentimientos detrás de bromas bobas.

—Oye ¿Sabías que la boca tiene un sinnúmero de bacterias? — le sonreí burlona intentando disimular las ganas de acercarme más, ella solo rodó los ojos y me ignoró — ¿Quieres contagiarte de algún resfriado?

—¿Por qué sigues molestándome?

—No lo sé, pero tal vez debas lavarte los dientes si quieres seguir besuqueando a tus víctimas

Su expresión reflejó temor y esta vez reí ante su próxima pregunta.

—¿Tengo... Tengo mal aliento?