🔥Sesión De Fotos🔥

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(Alto Contenido Explícito, +18)

No había ni un solo indicio de viento en la ciudad cuando Tom salió de su casa. El pobre sudaba como nunca mientras se dirigía al edificio de publicidad en la lujosa limusina. Tuvo que cambiarse la camisa en el camino y retocarse un poco el cabello, sabiendo que lo estaría esperando una horda de paparazzis al poner un pie en la calle, a los que les regaló una sonrisa que parecía amistosa. En realidad pensaba en cuánto los odiaba. A algunos, cabe aclarar. Aquellos que le hacían preguntas estúpidas, que si las contestaba erróneamente estallarían en rumores, metiéndolo en graves problemas.

Con su impoluto traje negro de los pies a la cabeza, se presentó en recepción mientras su pequeño equipo de seguridad ahuyentaba al gentío que se formó en la entrada, hasta que los perdió de vista al ser enviado a los ascensores, que lo llevarían al tercer piso donde tenía programada una importante sesión de fotos con la revista GQ, en aras de promocionar su nueva película de este año.

Agradecido por el aire acondicionado, deambuló por el pasillo viendo las portadas de antiguas ediciones exhibidas en las paredes, comiendo ansioso de una caja de Tic Tac sabor a naranja, esperando visualizar a alguien que le dijera cómo proceder, pero no había nadie que conociera.

¿Acaso se equivocó de fecha? No lo habrían dejado pasar si fuera así; su agente hizo todos los arreglos y él memorizó cada uno. Estaba apuntado en letras gigantes en su calendario.

- ¿Señor Blyth?- Lo llamó una voz de mujer, clara y aguda.

Tom se volteó a verla, quedando muy desconcertado por cómo lucía. Una camiseta gris de alguna banda llena de agujeros, los jeans más rotos que había visto en su vida y sucio calzado deportivo no encajaban con el lugar prestigioso en el que ambos estaban. Aparte, ella se veía muy joven como para trabajar allí, de unos 18 años por lo menos. Será una asistente, pensó. Una hermosa asistente.

Sí, dígame.- Se acercó a ella con pasos vacilantes.

- Sabe que llega tarde, ¿no?- Replicó la chica de brazos cruzados, mirando a Tom con desdén, que no supo cómo sentirse al ser evidentemente atacado por la morena de ojos tan negros como el ónix.

- Disculpe, ¿quién es usted?

- Su fotógrafa por hoy.- Dijo después de suspirar y rodar los ojos.

- ¿Mi fotógrafa? ¿Y qué pasó con el otro tipo que contrataron?

- Canceló por enfermedad. ¿Podemos comenzar? No tengo su tiempo.- Murmuró entre dientes, abriendo la puerta del estudio para que Tom entrara primero que ella.

Él le hizo caso, preguntándose si la conocía de antes porque tanto odio debía tener una razón. Sin embargo, no encontró ninguna. Tom no entendía nada. Él era un hombre cortés, de buen carácter y no se imaginaba tratando mal a una persona, menos a una mujer. A una chica.

El estudio estaba vacío, lo que le pareció extraño, pero no se atrevió a preguntarle el por qué cuando ella seguía mirándolo de reojo con desprecio. La dejó que organizara su equipo, mientras él caminaba por ahí, admirando las lámparas de luz ultravioleta que enmarcaban un fondo blanco donde supuso que se harían sus fotos. Se detuvo de tocar piezas de utilería al escucharla decir "NO".

- ¿Está enojada?- Le preguntó sinceramente confundido por su actitud. La chica fingió no haberlo escuchado, ignorándolo ahora, y eso a Tom le molestó. ¿Quién se creía para tratar a otra persona de esa manera?- Dije, ¿está enojada?

- Estoy cansada de celebridades como usted, sintiéndose superiores al resto.- Respondió mirándolo fijo a los ojos, con su ceño fruncido y la cara roja, haciéndola ver más como una niña caprichosa en un ambiente profesional. Tom intentó no reírse mordiéndose la lengua.

Tom Blyth (One-Shots) ESPAÑOL 2023Where stories live. Discover now