Tom Blyth (One-Shots) ESPAÑOL 2023

❤️Héroe❤️

N/A (Parcialmente inspirado en una antigua experiencia)

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Gotas de lluvia caían del techo de la parada del bus, mojando la cabeza de Tom que se formaba en la fila, impaciente por escapar de la tormenta que se avecinaba. O al menos eso indicaba su teléfono, era realmente difícil descifrar el clima bipolar de Londres a estas alturas. Bien podría salir el sol en media hora y él se vería obligado a quitarse el impermeable para no morir de calor.

Esperó, con sus frías manos fuertemente apretadas dentro de los bolsillos de sus jeans.

Llegó un bus 139 detrás de otro. Las personas corrían al segundo bajo la lluvia con tal de conseguir asientos disponibles, pero Tom estaba cansado de correr. Se subió al que tenía enfrente, saludó al conductor, marcó su tarjeta Oyster y buscó un lugar donde sentarse, pero no cabía ni un alma más. El recorrido hasta la librería duraba menos de una hora así que no tenía sentido desperdiciar su tiempo yendo al segundo nivel del gran bus rojo para luego tener que bajarse, pero lo hizo de todas formas.

Tomó asiento en un lugar vacío junto a la ventana, empañada por la lluvia que comenzó a caer más fuerte al pasar los minutos. La Plaza de Trafalgar era una imagen borrosa, y ya que no había nada qué mirar, Tom no tenía otra distracción que hablar con su amigo al teléfono mientras el bus arrancaba a su próximo destino.

- Josh, estás loco.- Le decía entre risas en voz baja.- No me cogí a tu ex novia, lo juro. ¿Para qué voy a arriesgar nuestra amistad haciendo eso? Es una gran tontería.

- Bien, bien. No insistiré.- Josh resopló, y Tom se lo imaginaba levantando las manos en son de paz.

- ¡Gracias!

- Oye, la jefa ha dejado unas cajas aquí para que las organices cuando llegues.

- Ajá...

La verdad es que Tom ya no escuchaba lo que le decía su amigo, estaba más concentrado en lo que pasaba a un par de asientos detrás de él. Normalmente ignoraba al resto de pasajeros a su alrededor, a pesar de que algunos se sentaban a su lado intentando hacer conversación, y a los que creían que estaban solos en sus casas hablando a todo volumen... Dios, cuánto los detestaba. Pero esta vez no pudo evitar oír.

- Hola, hola. Te veo muy solita. ¿A dónde vas? Eres muy linda, ¿sabes? A mi amigo le encantaría conocer tu nombre.

Se volteó ligeramente y miró de reojo a la pareja sentada en la última fila. Aunque "pareja" no era el término correcto en este caso, se notaba que no se conocían en absoluto. La chica de largo cabello castaño, piel pálida y mejillas rojas, se pegaba a la ventana desesperadamente, intentando alejarse del tipo negro que se cernía sobre ella rodeándola con su brazo.

- ¿Tom?- Josh lo llamó sacándolo del shock en el que se encontraba, haciendo que parara de mirar por un segundo.

- Eh, sí... Perdona, debo colgar. Nos vemos al rato.

Se despidió rápido, con la inquietud aún recorriendo sus venas. Los demás en el bus no parecían prestar atención a lo que sucedía porque no les importaba en lo más mínimo, o no querían entrometerse. ¿Debería hacerlo él?

Analizó la situación desde su lugar. Se supone que habían cámaras, pero si el conductor no había ido a su rescate entonces no las estaba inspeccionando en ese momento. No tenía cómo pedir ayuda, a menos que fuera abajo hasta él, dejándola en manos de ese tipo. Tipos, en realidad, porque en un vistazo Tom se dio cuenta del otro sujeto que lo acompañaba, sentado del otro lado del bus, luciendo una desagradable sonrisa.

- Linda, ¿hablas inglés o qué? ¿Español? Como sea tienes una cara muy hermosa, ¿no, Darrell?- Le dijo al otro, que se acercó al borde de su asiento para mirar a su víctima.