VEINTE

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Último año, 2014

—¿Cuándo empezaste a tocar el violín?— preguntó Off al ver al pequeño caminando por la sala de ensayo con su estuche colgado al hombro. Gun acababa de llegar después de que terminaron de ensayar para el musical. Había reservado la habitación después de ellos. Gun casi lo ignoró, no hasta que se dio cuenta de que era el único músico que no había empacado y seguía dentro de la habitación.

—A los cinco— respondió Gun.

—Ah— Off asintió —yo tenía doce años— dijo mientras señalaba su bajo.

—No pregunté.

—Bueno, estás compartiendo, así que yo también podría contribuir— se rió Off, apoyándose en una de las mesas mientras observaba a Gun afinar su violín en presencia de la luz del sol. Gun estaba junto a las altas ventanas; cortinas cerradas mientras el sol se ponía hacia el Este. Off se cruzó de brazos y observó al niño. Observó como la luz del sol besaba su rostro, creando una sombra que solo llegaba a su pie —Quería impresionar a una chica— Off continuó, sabiendo que Gun lo estaba ignorando —Ella estaba en la misma escuela primaria que yo, pero estaba en una clase diferente.

—No me importa— gimió Gun. Cerró los ojos y arqueó el instrumento y empezó a tocar, melodioso pero muy desagradable en opinión de Off. Su cuello estaba tenso y sus dedos concentrados.

Sol menor.

—Eres muy testarudo cuando tocas el violín, ¿lo sabías?— lo interrumpió Off, obligando a Gun a detenerse mientras abría los ojos y lo fulminaba con la mirada.

—No voy a dejar que alguien que no toca música real me dé sermones.

—¿Música de verdad?— se rió Off —Bach, Sonata para violín n.º 1 en sol menor— recordó de memoria. Gun se quedó paralizado en seco. Sólo había tocado los primeros diez segundos.

—¿Cómo lo sabes?

—La música clásica es para elitistas pretenciosos que piensan que prolongar la tradición los hace más poderosos— respondió Off con una sonrisa arrogante en su rostro.

—No soy un elitista.

—Actúas para ellos— se rió Off —actúas ante jueces que escuchan la misma música de compositores que murieron hace siglos. No les importa lo real que seas, lo único que les preocupa es si puedes replicar el viejo mundo.

—¿Y tú a qué te dedicas?— preguntó Gun, apuntando con la punta de su arco a Off —Tocas música para poder atrapar chicas. ¿Es eso lo que hacen los verdaderos músicos?

—¿Has oído hablar alguna vez de Mick Jagger?— se rió Off —Se folló a mucha gente pero nadie invalidó su musicalidad por ello.

—No eres Mick Jagger.

—No lo soy— respondió Off, agarrando su bajo y balanceándolo sobre sus hombros —Pero hago feliz a la gente— comenzó a tocar, suave pero alegre. Era diferente a la forma en que tocaba Gun. Estaba relajado, con los ojos bien abiertos mientras observaba la habitación, sus dedos rasgaban las cuerdas juguetonamente con una sonrisa en su rostro. Gun se sintió intimidado por la presencia relajada de Off. Inmediatamente se unió a este último, retomando la misma progresión de cuatro acordes que seguía tocando.

Off se sorprendió por la repentina mezcla de viejos hilos uniéndose, pero cuando miró hacia arriba, vio a Gun mirándolo seriamente, como si intentara demostrar su valía. Sólo le hizo reír. Continuaron, pero Off no quería competir con Gun, de hecho, le gustaba la forma en que el chico estaba tocando en ese momento. Se alejó de su juego técnico habitual, pero en cambio se estaba divirtiendo, se notaba. Entonces, disminuyó la velocidad, sincronizándose con Gun mientras los dos tocaban juntos, dejando que la música los llevara a donde quisieran.

Close your eyes and kiss meWhere stories live. Discover now