capítulo 33

4K 405 267
                                    

Tercera persona

Christopher Morgan no era un hombre paciente, pero por primera ves lo estaba siendo. El despacho olía a nicotina, dos paquetes de cigarros se encontraban vacíos junto a una botella de alcohol. 

Su vista no se apartaba del aparato que estaba sobre el escritorio, dicho aparato le permitía escuchar las llamadas que entraban a un solo móvil. El de Bratt.

El Coronel sabía que la puta rata lo llamaría tarde o temprano. Las horas pasaban y lo único que entraban eran llamadas de los padres y abuelo de Meredith pidiendo por su apoyo.

El capitán no contestaba si los apoyaba o no, al final ni el sabía de qué lado estaba. De la mujer que dijo llevar un hijo suyo o de su mejor amiga.

Amiga que solo vio un corto tiempo y solo eso fue necesario para ver lo destruida que quedo, su hermosa sonrisa ya no estaba.

Dos horas después el teléfono vuelve a sonar indicando una llamada de un número desconocido, los dos hombres en distintos lugares se enderezan. 

-Hola -contesta el capitán, silencio, suspira antes de volver a hablar- ¿Meredith?

Sueltan un sollozo del otro lado de la línea- Lo siento, perdón, cometí un error, me equivoque lo se y ahora tengo miedo

Bratt solo tenia una pregunta y no noto cuanto resentimiento tenia hasta que la soltó- ¿Por qué?

Otro sollozo- Estoy embarazada y crei...creí que te perdería

-Ella también lo estaba -le contesta con un nudo en la garganta

El Coronel no puede evitar lanzar la botella medio llena a la pared, los vidrios se esparcen por el piso. Esa simple palabra le causa estragos y un dolor en el pecho.

-Yo estoy embarazada de tu hijo -la voz se le quiebra- ¡Es tu hijo!

A Bratt se le oscurece la mirada, y si Meredith lo hubiera visto reconocería el peligro, tarda unos segundos en hablar- ¿Donde estas?

Christopher presta total atención a la respuesta que tarda en llegar.

-Plaistow...-da las coordenadas exactas

Coordenadas que el hombre de ojos grises no duda en memorizar

Bratt borra las dudas antes de hablar- No te muevas de ahí

-¡Espera! -la mujer habla antes de que le cuelgen- Trae a mi abuelo, lo necesito.

Recibe una respuesta afirmativa y ahora si la llamada es cortada

El Coronel no pierde tiempo, tiempo que mide, apaga el aparato. Abre un cajón del que saca un arma, se coloca la chaqueta negra y evadiendo a sus escoltas llega a la motocicleta que monta.

Se aleja del edificio, acelera en la carretera dispuesto a llegar a su destino. Los peores barrios de Londres lo reciben, en el área predominan los indigentes, aparca detrás del edificio.

Sus movimientos se vuelven cautelosos cuando otra motocicleta aparece, una mujer la maneja. Estaciona a su lado y quita su casco sin apartar la mirada del hombre.

-¿Que haces aquí? -pregunta liz, la mejor amiga de su mujer

-No nos hagamos idiotas -contesta tajente- los dos venimos a lo mismo.

La latina no lo niega, mentiría si dijera que le sorprende ver ahí al hombre de ojos grises. La morocha uso otros métodos para encontrar a la perra traidora, conoce a personas del bajo mundo.

Sin decir nada más en silencio escalan los barandales llenos de moho hasta llegar al piso esperado, buscan la habitación y el hombre no se molesta en tocar. Patea la puerta que cede sin problemas.

Fanfic 6 (Christopher Morgan)Where stories live. Discover now