Capítulo 4. Me odia.

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Vera del Rey, 2023

Han pasado dos semanas desde que Ainhoa regresó al pueblo, y Luz está harta. Harta de sus normas, harta de sus broncas, de tenerla ahí encima todo el rato dándole órdenes... Harta de esos ojos que no paran de mirarla, y de ese estúpido pelo pelirrojo que no hace más que distraerla.

Ainhoa es la peor persona para la que ha trabajado nunca. Pepe, el chef anterior, era un hombre amable, algo estricto, sí, pero tampoco imponía demasiado en la cocina. Igual sus recetas no eran para ganar Estrellas Michelín como las de Ainhoa, pero el hombre les dejaba trabajar tranquilos. En cambio la pelirroja es... insufrible. No para de dar órdenes, de gritar y de exigir un nivel de cocina cada vez más alto.

Y si sólo fuera su jefa, aún. Pero Luz no puede dejar de pensar en el pasado, en ese último día, en como Ainhoa le destrozó por dentro. Han pasado años, pero a ella le sigue doliendo lo que pasó. Y lo que es peor, le jode ver como Ainhoa actúa como si nada, como ha tenido la poca vergüenza de volver a Vera a trabajar en el negocio de la familia Lasierra sabiendo que se encontraría con ella. Y encima ni siquiera ha tenido la decencia de disculparse por lo que pasó.

Me pregunto si esta tía es consciente del daño que me hizo.

Luz está cortando el chile para la salsa que está preparando, pero no consigue centrarse. Puede notar la mirada fija de Ainhoa, y le está poniendo muy nerviosa.

Respira, Luz. Sólo es tu jefa. Una persona más. No te afecta para nada.

Luz añade una cantidad generosa de chile a la salsa, acaba de prepararla y se pone a añadir la salsa a los tacos que están sirviendo cuando...

- Luz, ¡para!

- ¿Qué?

- ¿Se te ha ido la olla?

-¿Perdón? ¿De qué vas?

- ¿Qué le has echado a la salsa?

- Chile.

- Chile, ¿qué? Ha...- En ese momento, Luz se fija en los ingredientes de la salsa que todavía quedan por la mesa, y se da cuenta de su error.

- Habanero...

- Llegas a servir eso, y mandamos a los clientes a urgencias.

- Bueno a ver, tampoco es para tanto, ¿no?

- ¿Qué no es para tanto? Mira, de verdad, esto es una cocina seria, ¿Vale? Si lo que quieres es hacer el tonto o jugar a las cocinitas pues te vas a tu casa, pero aquí estamos para trabajar.

- ¿Pero de qué vas?

- De tu jefa y de la chef que es responsable personalmente de todo lo que sale de esta cocina. Mucho cuidadito, Luz, que ya te dije el primer día que a mi o me tratas con respeto o puerta.

- Lo que tú digas, chef. - Luz no puede evitar el tono sarcástico con el que le salen sus palabras.

Será gilipollas la tía.

El resto del turno transcurre sin más incidentes, aunque Luz no puede dejar de pensar en lo mucho que se le ha complicado la vida desde que Ainhoa volvió a Vera.


******


Son las 5 de la tarde cuando Luz entra al Chelsea. Se acerca a la barra para pedir y Sara, que estaba limpiando vasos, se fija en la mala cara que tiene.

- ¡Hola Luz! Uy, ¿y esa cara? ¿Qué ha pasado?

- Hola Sara... Nada, que estoy teniendo un día de mierda... ¿Me pones un cortado?

Por Una MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora