Capítulo 3: Dentro De La Montaña

0 0 0
                                    

Al abrir los ojos, me encuentro en el fondo de un lago. Sus aguas cristalinas son calmas y frías, tan frías que me enfría la sangre. Después de saltar de la montaña con el erizoso polar, usé magia para desacelerar mi caída. Lamentablemente, no pude evitar el impacto. El erizoso y yo caímos desde lo alto, golpeamos las costillas del dios y nos estrellamos contra el suelo. Debí perder la consciencia después del golpe.
Una persona normal habría muerto ahogada, pero no me preocupo. La misma técnica de respiración que uso para evitar que el aire frío congele mis pulmones, me permite respirar bajo el agua. Entrené muy duro para grabar esta técnica en mi cuerpo, por lo que puedo usarla incluso mientras duermo.
Solo cuando intento ponerme en pie, me doy cuenta que mis brazos y piernas están completamente rotos. No siento dolor, para bien o para mal, el agua helada ha entumecido mis sentidos. Absorbo el maná del agua para activar mi habilidad, también aprovecho para llenar mis reservas de PM. Mis extremidades torcidas se reacomodan, girando mis huesos bajo la piel, mientras el maná cauteriza mis heridas.
«Me alegro de estar entumecido, este suele ser un proceso muy doloroso».
Después de unos minutos, estoy recuperado. Pongo maná en mis piernas y salto fuera del lago, sin embargo, el impulso es mucho más fuerte de lo que esperaba. Golpeo el techo de piedra, el cual ni siquiera sabía que estaba allí, y caigo devuelta en el lago. Me curo nuevamente y salgo nadando.
No me había dado cuenta que estaba en una cueva subterránea, debido a la luz emanada por las estalactitas, pensé que estaba en el exterior. Por la forma de los huesos que sobresalen de las paredes, debo estar en la caja torácica del dios. De la cabeza a las costillas del dios hay un largo camino, parece que caí aquí junto al erizoso polar. El monstruo yace a orillas del lago, reducido a un simple cadáver.
Saco mi cuchillo de caza y abro el tórax del erizoso. En vida, la piel del monstruo era más dura que una armadura de acero. Pero al morir, el maná en su cuerpo se disipó y su carne se volvió mucho más blanda, lo suficientemente blanda para poder cortarla con mi cuchillo. Meto mi mano en el pecho del erizoso polar y extraigo un cristal de color azul cían de sus entrañas, esta es su piedra mágica.
Las piedras mágicas son cristales de maná comprimido, se encuentran en minas subterráneas o dentro de algunos monstruo. La piedra mágica de este erizoso contiene una gran cantidad de maná de hielo, parece que estaba a punto de evolucionar a un raza superior. Eso explica porqué era tan fuerte.
Guardo la piedra mágica y me propongo salir de la cueva. El interior de la Monte Hagalaz está formado por una extensa y muy compleja red de túneles y cavernas subterráneas. Acostumbro explorar estas áreas con mi madre y un grupo de aventureros para recolectar piedras mágicas y minerales, por lo que tengo una imagen clara de los caminos. Sin embargo, no reconozco esta parte.
La abundante cantidad de metales raros y piedras mágicas que crecen del suelo me dice que nadie ha estado aquí, también hay extraños símbolos e imágenes grabados en las paredes de la cueva. No hay giros, desvíos o pasadizos, el camino es una línea recta. Después de mucho caminar, el paisaje a mi alrededor comienza a cambiar. No hay más inscripciones rúnicas, enormes cables salen de las paredes y el suelo se vuelve de metal.
Camino hasta llegar a una misteriosa recámara circular, hay muchas computadoras y grandes cápsulas cilíndricas. Parece un laboratorio subterráneo, se ve muy antiguo, pero no más que las ruinas de antes. Eso significa que no soy el primero en encontrar este lugar, aunque ahora está vacío.
Recorro el interior de la habitación, la puerta fue destruida desde afuera como si algo muy grande la hubiese atravesado. Hay claros signos de lucha por todo el lugar, aunque ningún cuerpo. La mayoría de las cápsulas están rotas, excepto por una. Me acerco a la computadora frente a la cápsula, es la única a la que no le dispararon.
—¿Esta cosa seguirá funcionando? —me pregunto presionando un botón al azar, entonces el monitor se enciende. Parece que ya hay un programa ejecutándose en este momento, pero no entiendo nada, solo veo símbolos y barras de colores. Una piedra mágica en el panel de control titila de color dorado. Sin pensarlo si quiera una sola vez, toco la piedra mágica.
La piedra mágica brilla y siento como si todo el maná de mi cuerpo fuera drenado en un instante. Se escucha un sonido como “fuush” y el líquido de la cápsula cilíndrica comienza a drenarse. Una vez que el líquido ha sido vaciado, la cápsula se abre. Me acerco con cuidado y cuchillo en mano.
—Eso es… ¿una niña?
En el interior de la cápsula hay una niña, no debe tener más de 8 o 9 años, tiene la piel blanca como la nieve y su cabello rubio y sin cortar le llega hasta los tobillos. La niña abre los ojos lentamente, su mirada reluce un brillante color dorado. Solo aquellos con afinidad al atributo sagrado poseen esta rara coloración de ojos, pero el número de personas con esta cualidad cayó después de la muerte del Árbol Sagrado.
—Buenos días —digo saludando a la niña.
—Buenos días, Luke —responde la niña con voz somnolienta.
—¿Cómo sabes mi nombre? —le pregunto a la niña dándole mi abrigo, no puedo dejar que vaya por ahí desnuda con este frío.
—Sé quien eres, tu edad, fecha de nacimiento, tipo de sangre, afinidad mágica y también sé que no eres de este mundo. Posees dos almas en tu cuerpo, una es originaria de este mundo, pero la otra no lo es —explica la niña poniéndose mi chaqueta, le queda un poco grande, aunque eso era de esperarse. Tomo su mano y ella se apoya en mi hombro, sus piernas tiemblan como las de un cervatillo recién nacido.
—¿Cómo sabes eso? Espera, ¡¿tengo dos almas?!
—Toda tu información biológica y espiritual fue transferida a mí, cuando tocaste la piedra mágica.
—¿Quién eres tú, exactamente?
—No tengo nombre propio, mi número de serie es A-21-C-3. Soy un homúnculo, un organismo artificial creado a partir de células híbridas de humanos y ángeles como parte del Proyecto Angeloide.
—¡¿Eres mitad ángeles?!
Apócalipsis, Ragnarök, Titanomaquia, Guerra Celestial, Guerra Santa. Diferentes culturas lo llaman de diferentes formas, pero todas hablan de lo mismo, la última gran guerra entre dioses y demonios. Innumerables ángeles murieron en esta batalla, según cuenta la Santa Escritura: “Un tercio de las estrellas cayeron al averno y otro tercio fue borrado del cielo”. Si las estrellas de las que habla son los ángeles, entonces eso quiere decir que solo queda un tercio de los ángeles que fueron creados originalmente.
—¿Para qué fuiste creada?
—Tomando en cuenta que poseo sangre de ángel, lo más probable es que fuera creada como un arma para pelear contra demonios.
—¿No estás segura?
—Mi memoria está gravemente dañada, mi misión y los datos de mi creación no están completos.
—¿Tendrá que ver con haberte sacado de la cápsula antes de tiempo? —pregunto un poco preocupado.
—Mirando mi cuerpo de infante, esa podría ser la causa más probable.
—De verdad, de verdad, lo siento. No debería haber presionado ese botón —me disculpo haciendo una reverencia. Parece que ahora realmente lo jodí todo.
—No, lo hiciste bien. El sistema de soporte de la cápsula está averiado, no podía mantener mi cuerpo estable. De haberme dejado adentro más tiempo, habría alcanzado la etapa de maduración completa y mi poder estaría al máximo, pero mis órganos internos habrían sufrido daños considerables.
—Es bueno escucharlo. Deberíamos revisar las computadoras, podría haber algo sobre tu misión en ellas.
—Eso no será posible.
—¿Por qué?
Como respondiendo mi pregunta, una sirena y luces rojas se enciende.
—El laboratorio se autodestruirá.
—¡¿Qué?!
—Una vez que el experimento ha sido completado con éxito, las instalaciones se vuelven innecesarias y se inicia el protocolo de autodestrucción. Lo hicieron así para evitar que robaran su tecnología. Tenemos 10 minutos antes de que explote.
—¡¿No podrías haberlo dicho antes?!
—… Perdón.
Subo a la niña a mi espalda y corro con todas mis fuerzas. Bombas y explosiones sacuden el interior de la cueva, haciendo llover escombros. Doblo mis rodillas y salgo disparado como una bala, mis huesos y músculos se rompen bajo la fuerza de mi pisar, pero mis heridas sanan al instante con “Curación”.
—Por cierto, ¿cuál desea que sea nuestra relación?
—¡¿Nuestra relación?! ¿De qué estás hablando? —pregunto confundido, evitando las constantes explosiones.
—Es muy importante, esto me ayudará a saber cómo dirigirme a usted y la forma en la que lo trataré de ahora en adelante. Las opciones son: maestro y sirviente, padre e hija, hermano y hermana, y marido y mujer.
—¡No sé, elige lo que quieras!
—Respuesta aceptada.
No tengo tiempo para lidiar con esto ahora, debemos salir de aquí antes de que toda la cueva colapse sobre nosotros. Corro con todas mis fuerzas, evitando explosiones y derrumbes. Uso cada grama de mi ser para empujarme hacia adelante… solo para encontrar mi camino cortado. No hay salida, enormes rocas bloquean el paso.
—¡Maldición! ¿Hay otro camino?
—Negativo, esa era la única salida.
No puedo creer que las cosas vayan a terminar de esta forma, y pensar que este parecía ser un día normal, fui a la escuela, jugué con los niños de la guardería, tomé una siesta en la cabeza del dios y fui sermoneado por mi madre. Pero terminé peleando con un erizoso polar, caí por el borde de la montaña, encontré una cueva subterránea, hallé un laboratorio secreto, conocí un homúnculo con amnesia y corrí por mi vida mientras todo a mi alrededor explotaba en llamas… también perdí mis hachas.
—Espera… ¡eso es!
—¿Encontraste una forma de evitar nuestra inminente muerte?
—Eso creo, pero necesitaré que me prestes algo de maná.
—Mi cuerpo y alma son tuyos… también mi maná.
Bajo a la niña de mi espalda y la apoyo contra la pared para mantenerla de pie. Ella me mira con sus relucientes e inexpresivos ojos dorado, los nervios hacen que mi corazón se acelere. Tomo a la niña de los hombros y junto mis labios con los suyos. La transferencia de maná solo puede llevarse acabo por medio del contacto mucoso, es decir, a través de un beso o por relaciones sexuales.
—¿Ya está? —le pregunto a la niña, separando nuestros labios.
—Oh, olvidé iniciar la transferencia de maná. Por favor, inténtelo de nuevo.
—¡¿Me estás jodiendo?!
El fuego se acerca cada vez más, puedo sentir su calor. Sin tiempo que perder, le planto un beso a la pequeña jovencita a la que acabo de conocer. Puedo sentir el maná fluyendo hacia mi cuerpo, pero la velocidad de transferencia es muy lenta. Entre mayor el contacto, mayor la transferencia. Abrazo a la niña y la pego de mi cuerpo. Nuestros labios se cierran sobre los del otros, mientras nuestras lenguas bailan en la oscuridad. Sin despegar mis labios de los suyos y con las llamas casi sobre nosotros, extiendo mi mano derecha hacia el cielo.
«Espero que funcione».

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 02, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Broken Stars Vol IWhere stories live. Discover now