azúcar y sal

capitulo 5

Estaba atendiendo a un señor, cuando vi a marina entrar se sentó en una de las mesas más lejanas y saco una revista para después alzar la mano y llamarme

— ¿Hola, marina que deseas? -----

— ¿Quiero un pastel, ¿está lista para ir a mi casa? --- dijo emocionada

— Si, incluso hice una pequeña mochila ---

— Sera genial -----

Al salir del trabaja los tres nos dirigimos a la casa de marina , podía ver a esteban luchando por ocultar su nerviosismo , para aliviar su tormento me puse en medio de ambos y comencé a contar las historias de cuando me comí un pedazo de tiza , marina rio y conto que se había comido uno par también , una crayola y un borrador por lo cual , tuvo que durar unos días en el hospital, pero que lo había hecho un par de veces , no podía entender por qué , cuando iba a preguntar ella respondió mi intriga

— Pero saben, por lo menos mi madre se quedaba algunos días ---

— Lo siento----

—¿ por qué ?----

— Siento que pasaras por eso ---dije algo triste

— No se pongan así --- escribió esteban en su cuaderno

— Tienes razón, eso paso hace mucho----dijo Sofia

— Esteban nunca te he preguntado, como es tu mama? ---

— Es algo entrometida----

— ¡No le creas!, su mama es la mujer más dulce que he conocido --- dijo Sofia algo indignada

— Eso es porque no la has visto enojada ----dijo el

— Una vez me regaño por nada ---- dijo

— Seguramente algo habrás echo y no te acuerdas ---

Al llegar a la casa de marina realmente me sorprendí, era como tres veces casi más grande que mi casa, sonreí al ver que efectivamente tenía alberca. marina y esteban entraron a la casa por unas cosas y yo me quede sentada en la orilla, siempre me había gustado el mar, tenía muchos recuerdos en este, estaba tan relajada que apenas reaccione cuando caí, y de repente recordé que si bien amaba al mar nunca había aprendido a nadar.

Me desperté algo confundida, apenas me levanté marina corrió hacia mí, lucia bastante preocupada, esteban y Santiago vinieron después este último se miraba algo mortificado.

— ¿estas bien? ¿te duele algo? -----

— No, ¿Qué paso? ----

— Fue culpa mía, lo siento--- dijo mirando hacia el suelo

— Santiago es un tonto, pensó que sería gracioso lanzarte a la piscina ---

— Estoy bien, no se preocupen, solo quiero descansar ---

— Ven, arriba podrás descansar mejor

— De acuerdo ----

La habitación de marina parecía sacada de unos de esos cuentos de magia, era rosa y había muchas imágenes de hadas, me recosté en la cama y comencé a mirar alrededor, lo que llamo más mi atención fue una foto en el tocador, me levante para verla un poco más de cerca, pero me espante cuando tocaron la puerta, me senté de nuevo y pregunte quien era, resulto que era Santiago, traía una bandeja con comida.

— ¿Te sientes mejor? ----

— Si, ya descansé un poco---

— No es la mejor comida, pero te prepare esto---

— Santiago, olvídalo estoy bien, solo no lo hagas de nuevo---

— Lo prometo---