capítulo 17

1K 76 141
                                    

Ola ola

[Narra la escritora]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


[Narra la escritora]

De esas sonrisas solo se percibía malas intenciones y molestia,urogi se unió a ellos

(Aisexo solo te miraba ese wey no sonrió ni en su parto)

Deseabas que no te fuera tan mal,tus piernas temblaban y retrocedias a paso lento, realmente temias por tu vida, inconcientemente varias lágrimas caían de tus ojos 

Antes de que corrieras por la otra puerta,en seguida uno de ellos ya estaba frente ti, sujetando tu menton con la llama de los dedos,no parecía molestó,se veía ¿Relajado y tranquilo?

—linda linda ¿La pasaste mal en educación física? Hum realmente se ve que si,tu carita se ve rojita –decia karaku  sobando tus mejillas con "delicadeza"– pero...veo que con el nuevo maestro andabas bien comoda antes de que contestarás, golpeó tu estómago con el puño–

Buscabas en aire mientras te doblabas sujetando tu estómago,no pudiste reaccionar cuando el te había metido una bofetada tirandote al piso, estabas desorientada que ni siquiera tus ojos podían sacar lágrimas

A lo largo de los años habías aprendido que si ya te estaban golpeando,era mejor no pedir ayuda a gritos por qué nadie iba a hacer algo y te ganarías algo peor,como la gigante cicatriz en tu ante brazo hecha por uno de tus molestadores cuando tenías 14 por gritar cuando te tomo desprevenida Ene un callejón de camino a casa junto a otros chicos que hasta ahorita jamás se habían disculpado

<<humillación tras humillación sin una jodida disculpa>>

pensabas tirada mirando tu cuerpo ya sin siquiera llorar,cada día sentías que perdías la cordura,tu rutina era ser golpeada y  humillada,solo querías irte a casa.

—Cuéntanos risitos...¿tan desesperada estás por nuestra atención que ya hasta con maestros quieres estar? –preguntaba con cierta ironia e irritación por parte de urogi–

Estabas tan concentrada en tu crisis existencial que no escuchabas como el sonido de braguetas se hacían presente en la habitación.

Ni siquiera escuchabas nada, estabas perdida en tu mente,muchos recuerdos de tu vida desde la muerte de tus padres se hacía presente como si una película fuese, escuchabas risas y burlas por todas partes,tus llantos,la burla de los maestros al contar tus problemas,los insultos se repetían una y otra vez unos más fuertes que otros

Muchos sonidos resonaban por tus oídos, podías escuchar a tu papá y a tu mamá y a todos los de esa escuela en eso un apodo se repetía mucho "risitos"

¡Risitos!

¡Risitos!

¡Risitos!

𝑳𝑨 𝑪𝑯𝑰𝑪𝑨 𝑸𝑼𝑬 𝑴𝑶𝑳𝑬𝑺𝑻𝑨𝑴𝑶𝑺  (𝑯𝑨𝑵𝑻𝑬𝑵𝑮𝑼 𝑿 𝑻/𝑵) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora