Volveremos

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El día había empezado tranquilo, luego de levantar a su capitán y preparar el desayuno juntos ambos se encontraban en la mesa del comedor platicando un poco.

- ¿Y ya le dijiste a Diego lo del fichaje?- preguntó el defensa.

- De hecho voy a decírselo hoy- comentó mientras miraba al hombre frente a él- planeaba hacerlo esa noche pero necesito darle algo entonces es mejor en persona- sin mucho más qué decir sobre el asunto siguieron comiendo.

Márquez se fue poco después por pedido del más alto quien lo convenció de  arreglar cualquier cosa pendiente en vez de estar con él.

Ahora iba de camino a la concentración y ya se le estaban acabando las uñas para morder, sabía que el fichaje estaba siendo un movimiento egoísta de su parte pero éste era uno de los sueños de cualquier futbolista además no es cómo que el chico no pudiera ir a visitarlo o algo así, sin embargo no podía dejar de sentirse mal.

Los recuerdos de ese bebé con el rostro lloroso después de la muerte de sus padres no dejaban de aparecer de manera intermitente frente a sus ojos mientras más se acercaban al centro de entrenamiento, no quería que sintiera que lo estaba abandonando aunque siendo sinceros eso parecía.

Entre sus manos iba una caja que había mandado a hacer desde que recibió la noticia del primer interés de un equipo europeo en él, presa de la emoción gastó su dinero en un regalo que pensó inservible en el momento en que dicho proceso no se concretó.

Cuando llegaron al lugar sus pensamientos lo atormentaban cada vez más pero no podía hacer mucho ahora, la culpa había llegado tarde y el trato estaba hecho, por más que quisiera deshacerse de la oportunidad su firma en ese papel era irrevocable.

Llamar a un jugador por una visita fuera del itinerario no era lo más habitual ni representaba el mejor augurio por lo que el rostro temeroso de Diego era de esperarse.

El más joven no tardó en tomar asiento en la mesa del lugar.

- ¿Qué pasó? ¿Por qué viniste?- podía sentir la ansiedad del más chico y se lamentó un poco por no haber avisado que no era nada de qué preocuparse.

- Primero, yo estoy bien no te hablé por nada que tuviera que ver con problemas, todo está bien- necesitaba asegurarse que su hermanito estaba bien antes de soltar lo que tenía.

Es testigo de como el aire extra abandona los pulmones de su acompañante e incluso un poco de la tensión sobre sus hombros había desaparecido.

- ¿Entonces por qué?- y ahí estaban de nuevo adentrándose en la situación complicada, los ojos bicolor no dejaban de ver al rizado, sabía que era algo importante, estaba interrumpiendo una concentración así que debía serlo.

- Fui fichado por un equipo europeo y me tengo que ir en unos días- soltó de repente el mayor sin poder apartar sus ojos del joven rostro, necesitaba saber a qué emoción se enfrentaría de parte de su hermanito.

Para ser sinceros esperaba aunque sea un poco de enojo pero se encontró con un chico que cubría su rostro con sus manos presa de la sorpresa.

- Juramelo- alcanzó a escuchar que murmuró cuando apartó las palmas de su boca.

- ¿Qué? ¿Que me fichó un equipo europeo?- no sabe en qué momento el más chico terminó sobre él vibrando de alegría.

- ¡No manches! ¡Mi hermano es jugador de un club de Europa! Briseño se va a morir cuando se entere ¡Felicidades!- el mayor abrazó por los hombros al joven aún sorprendido por su reacción.

- ¿No estás enojado?- cuestionó con genuino desconcierto, estaba tomando una decisión completamente egoísta basada solo en su beneficio ¿Por qué no está enojado con él?.

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⏰ Última actualización: Dec 22, 2023 ⏰

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