Opera - Capitulo 4

974 73 16
                                    

Estaba durmiendo profundamente, con mucha felicidad, sintiendo como alrededor de todo mi cuerpo estaba la bella mujer pelirroja. Los dos estábamos pegados, cuerpo con cuerpo, no queríamos despertar nunca de tal fantasía, no tenía igual, era algo que llevaba necesitando por tanto tiempo y finalmente lo tenía, un amor simple y llanamente puro, era casi como una fantasía. Estuvimos acostados por un rato largo antes de poner en marcha nuestros cuerpos, cosa que fue principalmente culpa de sus amigas de cuarto, ellas estaban viéndonos y sacando fotos de manera descarada, cosa que en verdad la hizo enojar y ponerse de malas temprano por la mañana. No teníamos nada para hacer, era pleno domingo, el día más aburrido de todos desde mi punto de vista, para ella todos los días eran aburridos de todos modos.

Nos pusimos a desayunar como si fuera un día cualquiera, ya se le había pasado todo ese cariño angelical de anoche, ahora volvía a ser la misma chica de antes. Con cara de mala gana, hizo dos tazas de café, café sin más. Eso me hizo despertar por completo, abriendo más los ojos y siendo aún más consciente de la situación; Kim Pine era mi novia. Me exalte por ese hecho, no podía creer que una chica de tal resiliencia porfin se había dispuesto a volver a estar con alguien. Sé que no conozco al completo como vivió ese tiempo con el tal Scott, y tampoco lo sabré si ella no quiere contarmelo, lo entiendo, por mi está completamente bien. Es completamente su decisión si quiere hablar o no de eso, pero no puedo negar la curiosidad alta que tengo por ese tema, principalmente para saber que tonterías no cometer con ella, no quiero que tenga el corazón roto por segunda vez aún después de haberlo "sanado".

Terminamos nuestro desayuno express y la saludé para irme devuelta a casa, no sin darle un beso en su frente, notando el rubor en sus mejillas aumentar a un tono carmesí gracias a la extraña timidez que resultó tener a esas demuestras de cariño. Me pareció muy lindo, le dí una sonrisa de pura alegría antes de voltear para caminar hasta mi casa, como todos los días. Me sentía mucho más liviano, feliz, como un alma pura recién entrando al paraíso. No podía borrar esa sonrisa de tonto que cargaba en la cara, de verdad que me veía estúpido. Llegué a casa, abrí y una sensación de horror me invadió; tenía las luces apagadas. Deslice mi mano por la pared hasta encontrar el interruptor y prender todo, ahora que podía ver entre y cerré la puerta, paseando por el pasillo para ir hasta el baño y darme una buena y merecedora ducha, todo mi cuerpo se relajó por el agua tibia corriendo encima mío, era en verdad grandioso, tanto que apenas termine de secarme y vestirme, caí dormido en mi cama. Ni siquiera había terminado de ponerme las medias. Estuve un rato largo descansando, podría dormir todo el día si quisiera. Para mi suerte me desperté recién pasado el medio día, no había dormido tanto como creí que pasaría. Lo primero que hice fue revisar mi celular y darme cuenta de que tenía algunos mensajes sin responder dejados por Kim.

- Heeey, ____. Tenía pensando ir contigo a pasear esta tarde, pero surgió algo. Te lo explico cuando termine de hacer lo que voy a hacer, va? Te quiero.

Me quedé un poco frío cuando termine de leer eso. ¿Que era tan importante para cancelar una salida?

- ¿Que surgió?

Estuve pegado a mi celular, por diez minutos completos, esperando su respuesta. Llegó y todo tuvo sentido, al menos un poco.

- ¿Te acuerdas de Scott? Bueno, no murió. Alguien se lo llevó por un portal vegano, pero volvió. Y ahora tenemos que derrotar a los ex de la chica que lo estuvo buscando todo este tiempo o no podrán darse besitos... Si.

- Aah. Bueno, suena razonable. ¿Y si te acompaño?

- No lo sé. Es muy peligroso, el tipo vegano del otro día va a estar ahí, ese que casi te rompe la espalda. Aunque ahora parece que es buen tipo.

- ¿Puedo ir, si o no?

- Seeh. Te pasó a buscar a las ocho, quiero verte guapo.

- No puedo, tú me opacas.

- Ajá. Bye.

No había terminado de entender nada, pero aún así quería acompañarla, estar allí para ella son importar las circunstancias. Me puse una ropa lo suficientemente formal y común para poder estar presentable, era una obra después de todo.

Jugaba, aburrido, en mi consola y atento a cuando ella llegase. Apenas escuché el toque de mi puerta, me levanté a abrir. Ella se veía fenomenal, simple y casual, con un abrigo y falda. Me llevó, agarrando mi mano con cierto nivel de rechazo y esa misma timidez. Ya era de noche y las estrellas brillaban, su hermoso cabello relucía en esas hermosas rojizas fibras.

No nos pudimos decir ni una palabra, tampoco lo necesitábamos, simplemente caminamos hasta llegar a la entrada del teatro donde el resto de sus amigos estaban. La tal Ramona, Stephen, Neil, Knives y... Scott. Escondido en el bolso de dudoso tamaño de su novia, se asomaba con una cara ansioso, presionando sus labios.

- Es hora del gran final~

Dijo la chica del pelo teñido, con todos a su alrededor.

Dijo la chica del pelo teñido, con todos a su alrededor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El rojo de tu cabello. (Kim Pine x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora