LA FOTOGRAFIA

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Ha pasado más de una semana desde que tuve el encuentro incómodo con Santiago no, nos hemos visto, al contrario de Ian vino a verme esa tarde y hablamos de lo que pasó, ninguno definió nada más que sexo entre amigos.

Salgo del elevador, camino a la que ahora es mi nueva oficina, saludo a Stephanie quien es mi secretaria.

—¡Buenos días! ¿Alguna reunión hoy? —cuestión

—Buenos días, no hoy tiene libre, solo tiene que confirmar la reunión en Lima para el próximo mes. —explica sonriendo.

—De acuerdo gracias —avanzando.

—Ah casi lo olvido, tiene una visita —Anuncia.

—Está adentro —cuestionó

Ella solo asiente.

Entro en silencio y veo la figura de aquel hombre parado frente al ventanal donde se aprecia toda la ciudad.

—¿Santiago? —cuestionó curiosa.

—Hola Maddie —saluda acercándose a mí, deja un beso en mi mejilla y me sonríe

Lo veo extrañada, realmente no entiendo su comportamiento.

—Me da gusto verte, ¿qué haces aquí? —cuestionó.

Sonríe tiene las manos metida en los bolsillos de su pantalón.

Lleva un traje azul marino con una corta a juego y una camisa blanca por dentro.

—Vine a saludarte, también a conocer tu nueva oficina y te traje un pequeño regalo para que lo tengas aquí —dice señalando la bolsa que está en el escritorio.

—Muchas gracias —digo caminando a ella.

Abro la bolsa y saco un cuadro envuelto en papel rojo con moño dorado, lo desenvuelvo.

Una enorme sonrisa se forma en mi rostro, no puedo creer lo que mis ojos ven.

Es una porta fotos con una fotografía que me tomaron en el colegio cuando teníamos como 7 años y fuimos disfrazados de lo que quería ser en el futuro, era una mini yo vestida con un traje verde y el cabello trenzado con una enorme sonrisa y al fondo aparece él viéndome molesto con los brazos cruzados por no tomarnos una foto juntos, tenía un disfraz de conductor de autos deportivos.

—Santiago —hablo.

El me ve sonriendo

—Sabía que te encantaría, la tenía guardada en nuestra habitación de juegos. —dice.

—Muchas gracias—digo caminando a él lo abrazo fuerte y el hace lo mismo.

Su perfume entrando por mis fosas nasales, acomodo mi cabeza en su pecho y el parece estar bien con ello.

Se aleja un poco, y toma mi rostro entre sus manos, ambos nos miramos y decide hablar.

—Cada vez que veas la fotografía recuerda que esa mini Maddie está orgullosa de ti. Y que ese gruñó que está detrás de ti, también lo está, estoy muy orgulloso de ti Maddie —termina la frase besando mi frente.

—Gracias —digo con los ojos cerrados apreciando aquel gesto.

Se separa de mí y sonríe.

—Bueno debo irme, tengo una reunión—anuncia —pero quería preguntarte si quieres que almorcemos en el Hilton —habla.

—Sí, ¿nos vemos a la 1pm? —Cuestiono

—Allí estaré, te veo después —se acerca a besar mi mejilla.

Correspondo el gesto y empieza a caminar hacia la puerta.

—Santiago —hablo y se detiene girando su mirada hacia mí.

—Muchas gracias, en serio me encanto. —digo.

—Y a mí me encanto dártelo. —dice.

Se despide y se va finalmente. Acomodo la fotografía en el escritorio y no puedo dejar de sonreír, como algo tan pequeño me podía hacerme tan feliz.

La hora de almuerzo había llegado, mientras comíamos hablábamos sobre sus próximos proyectos.

—¿oye Maddie? —habla llamando mi atención.

—¿Qué sucede? —cuestiono.

—escuche que vas a abrir una fundación —dice bebiendo del vino.

—¿Cómo lo sabes? —cuestiono interesada.

—bueno tengo contactos y me entere que rechazaron el permiso para la inauguración —explica

—sí, resuelta que necesito patrocinadores— digo

—Quiero ser tu patrocinador—dice observándome fijamente

—¿Qué lo dices en serio? —cuestionó asombrada

—sí, ¿Por qué no hacerlo?, así que platícame de que va —dice sonriendo

—Bueno, se llamará Inside y lo principal es ayudar a niños que no tengan un hogar, también adolescentes, darles educación, un lugar digno para vivir, alimentarlos cuidarlos, y ser un medio para que encuentre una familia, no quiero que sea un simple orfanato, quiero que sea algo más grande un hogar donde ellos puedan a prender y ayudarlos a construir su futuro —explico emocionada

Él me observa emocionado y con interés.

—Eres una buena mujer Maddie, sé que tendrás éxito, así que estoy dentro, vamos a correr la voz y buscar a mas patrocinadores, además para mí sería un placer ser parte de esto, algo más que un patrocinador. —dice tomando mi mano

—No tienes idea de cómo lo valoro, esto cambiara muchas vidas, quiero que seas mi cofundador. —propongo entusiasmada.

—Acepto- sonríen tomando su copa- bueno brindemos por Inside Fundation —dice mientras topamos copas.

No puedo dejar de contarle mis ideas, el me observa y escucha con atención a cada detalle, me aporta ideas y así terminamos nuestra tarde.



HOLA!! GRACIAS POR ACOMPAÑARME EN ESTA HISTORIA HE TRABAJADO EN ELLA DURANTES 3 AÑOS Y ME SIENTO FELIZ DEJARLA AQUI.

Santiago es un hombre muy extraño ¿no creen?

JUEGOS DE SEDUCCIÓN (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora