VEREDICTO

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MADDIE


Entro a la casa, ganando la maleta, esta tarde había sido una locura, Santiago había conducido por ocho horas.
¿Estaba loco? Si loco por mí.

—¿En dónde estabas? —escucho la voz de mi madre.
—Es una larga historia, pero no pasa nada — digo.
—¿Pensabas huir? —Cuestiona.
—No, no es así, es complicado está bien — digo.
—Hija ¿te quieres ir? No por importa puedo ayudarte— dice mi padre.
—Gracias papá pero no, Santiago quería que huyéramos, yo no sabía nada, pero lo hice entrar en razón— explicó.
—Está bien hija, ve a dormir es tarde y te espera un largo día — dice.
—No Harold, nada está bien ¿Qué no vez? Por eso está metida en estos problemas porque cualquier tontería que hacer, buscas como justificarla, y cuando vienen las consecuencias debemos buscar una forma de auxiliarla y protegerla. —habla molesta.
—Yo jamás te he pedido que me auxilies madre, y protegerme, por favor si no lo hiciste antes menos ahora— dejo salir.

Me ve furiosa me arrepiento por lo que he dicho pero también estoy dolida.
—Este es el problema Maddie, siempre tienes algo para quejarte. —me restriega.
—Tienes razón, ¿sabes porque? Porque nunca tuve una mamá una de verdad, que se preocupará y cuidará de mí— digo.

Cachetea mi mejilla por la insolencia de mis palabras.
—Si pegarme te hace sentir bien adelante mamá— digo sin más.— pero ten claro que jamás te he pedido ayuda, porque sé que jamás lo harías de forma incondicional, porque no soy Lexie — digo abruptamente.
—Maddie ya basta — interviene mi padre
—Tu también papá, aunque has tratado de ayudarme, también me abandonaste cuando más te necesite —digo. Ambos rompieron nuestro hogar sin importarles lo que Lexie y yo sintiéramos, fueron egoístas y nos hirieron la mayor parte de nuestros problemas también son su culpa, nunca he podido tener nada estable porque lo que tenía ustedes por sus ambiciones los destruyeron, Lexie es desconfiada y le da miedo tener libertad de hacer lo quiere porque siempre quisiera tener una imagen perfecta de ella y yo me esforcé tanto ser como ella que me perdí, nos hirieron tanto papá — digo.

Ambos me ven con tristeza sé que mis palabras dolían, pero eran verdad, a mí también me dolía decirlas.
—Así que lo siento por no ser perfecta y arruinar las cosas, ahora bien si me permiten iré a dormir porque quizás mañana ya no esté aquí para discutir — digo sin más.

Ambos permanecen en silencio, sin decir nada Lexie también, subo a mi habitación necesitaba dormir, no quería pensar más, sabía que culpables no ayudaría, pero estaba tan molesta y aunque la mayor culpa de esto era mía por mis malas decisiones.

Me recuesto sobre la cama, tratando de canalizar todo y calmarme.
Escucho dos golpes en la puerta.
—Soy Lexie — escucho su voz.
—Pasa —digo
—¿Cómo estás? — cuestiona.
—¿Cómo crees Lexie? —cuestiono.
—Lo siento, sé que suena estúpido pero, no tienes que estar a la defensiva — me hace saber.

Solo la observo, sin decir nada pasamos en silencio un buen rato hasta que decidí hablar.
—Claudia cambiará su testimonio — digo llamando su atención
—¿Cómo? —cuestiona.
—Me busco para hablar, dijo que Erick la obliga, también hay un video de ella y le hizo lo mismo que al resto...— dejo salir.
—Cielos Maddie ¿Qué clase de monstruo es? — pregunta asustada.
—No lo sé Lexie, pero debemos detenerlo, le prometí que la ayudaría— digo.
—Te ayudare en lo que necesites— me hace saber.
—Gracias—digo volvimos a guardar silencio.

—Sabes eres afortunada — habla llamando mi atención.
—¿Afortunada? Por Dios Lexie, mi vida es un desastre, mi reputación no tiene valor, hay un video sexual mío por Internet todo el país me vio desnuda, podría ir a prisión y pasar de 5 a 7 años allí y dices que soy afortunada —Digo.
—Sé que es difícil Maddie, pero eres afortunada porque mi padre te ama, haría lo que fuera por ti, eres afortunada porque Santiago era capaz de llevarte lejos para que empezarás una nueva vida. Sin importar las persecuciones que eso tendría para él.
Ian, ha buscado de mil maneras ayudarte para que no vayas a prisión y yo Maddie busco algo que haga un fallo a nuestro favor porque no quiero que vayas a prisión.—guarda silencio unos segundo— madre siempre ha sido así, le resta importancia a nuestros asuntos, por eso te digo eres afortunada Maddie tienes a muchas personas tras de ti, cuidándote pero conmigo es diferente, papá jamás me pregunto si quería ser parte de la empresa él te la entrego y me alegro por ello pero también soy su hija Maddie y siempre me ha hecho a un lado y mi madre me prestó atención cuando era adolescente porque veía en mi sus sueños frustrados pero ahora Maddie no tengo a ninguno de los dos, solo a ti y no puedo perderte también. — deja salir aquello

La observo con nostalgia, se veía tan afectada había estado tan encerrada en mi mundo que había olvidado lo mucho que esto afectaría al resto.
Porque vi la necesidad de Santiago de sacarme de este ciudad, la incertidumbre de Ian y Mía al no poder hacer más.
—Lo siento tanto Lexie, yo de verdad nunca había visto las cosas desde tu expectativa. —Digo.
—Lo sé, por eso hay algo que necesito decirte, deja de jugar el papel de víctima, ese papel que has jugado toda tu vida, si lo sigues haciendo no conseguirás que nadie más te vea diferente, mañana es tu última oportunidad de demostrar que estas hartar de ese papel, mañana dan el veredicto y de allí depende muchas cosas, así que Maddie ya deja de hacerte la víctima y empieza a razonar, deja de jugar ahora todo tu futuro depende de ti, nadie más, debes humanizar frente a los demás Maddie no tienes por qué fingir ser perfecta todo el tiempo. ¿entiendes? — termina aquello.

—Si Lexie, entiendo. —digo.
—Escucha pase lo que pase voy a ayudarte Maddie —me hace saber.
—Lexie —digo devolviendo el abrazo.
—Bueno, duerme te hará bien mañana nos espera un largo día. —dice caminando a la salida.
—Gracias por todo Lexie, buenas noches—digo sin más.
Ella asiente y se va, me recuesto sobre la cama dormir no estaba en mis planes ¿cómo podría? Pensé durante largas horas en que hacer, no quería pasar tantos años en prisión y además quería que Erick pagará por todo.
Finalmente empieza a amanecer, decido meterme a bañar, tomar algo antes de irme al juzgado para el veredicto final.
Termine de arreglarme, bajo a desayunar al hacerlo veo a todos reunidos en el comedor mi madre, mi padre, mis amigos Polh e Ivonne, quizás este sería el último desayuno que tendríamos juntos en un largo tiempo.
—Buenas días— digo caminando a mi lugar.
—Buenos días— responden en uniso.
—Bien, si vamos a hacerte por favor evitemos que sea raro, desayunos en paz —digo finalmente sentándome.
Y así fue, comimos en paz, hubo risas y bromas hasta que llegó la hora de irnos al juzgado, al llegar nos adentramos a la sala.

Erick y su abogado ya estaban allí.
Todos tomaron asiento.
—Buenos días, les recuerdo que hoy daré a conocer el veredicto, sin embargo quisiera preguntar hay algo más que quieran agregar por parte de los demandantes o la defensa.

El resto reniega.
—Yo quisiera decir unas palabras señor juez.—digo lo que llama la atención de todos.
—¿Qué estás haciendo? — cuestiona Ivonne.
—Quiero hacerlo — digo.
—No creo que sea adecuado— me indica.
—Escuche a su abogada, tiene un minuto para discutirlo — me hacer saber el juez.
Yo asiento
—Escucha Ivonne necesito hacer esto, necesito humanizarme delante de todos, yo necesito hacer esto — digo.
—Pero Maddie— Hazlo, ve allí— interviene Lexie.
—¿Crees que debo hacerlo? — cuestiono.
—Si Maddie, ve hazlo —dice.

Observo a Ivonne espera su autorización.
Ella me ve renegando sin embargo se gira hacia el juez.
—Pedimos permiso para unas palabras de mi cliente señor juez. —dice.
—Permiso concedido –responde.

JUEGOS DE SEDUCCIÓN (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora