Capítulo 3

3.6K 179 2
                                    

Unas semanas después de que mi hermano había regresado...

Cuando bajé al primer piso, me encontré con él a punto de salir, y sin haber desayunado.

-Buenos días, ¿Te vas temprano hoy también? -le pregunto.
-Sí. Tengo una montaña de cosas que hacer.
-Debes estar trabajando muy duro.
-Y eso es porque al igual que otra gente, yo no paso todo el día simplemente limpiando.
-S-Si te refieres a mí, yo también tengo un trabajo part-time.
-¿A sí? ¿Dónde trabajas? -pregunta verdaderamente interesado.
-En una floristería.
-¿En una floristería? Bueno, puede que ese trabajo te quede bien.
-¿Qué significa eso?
-No tiene ningún significado especial... Es que a ti siempre te han gustado las flores. -Se encoje de hombros.
-Es verdad... -acepto.
-¿Y por qué no tratas de trabajar ahí permanentemente? Es el lugar perfecto para estar rodeada de las flores que tanto te gustan, ¿o no? -propone.

Ahora hablaba un poco más conmigo, aunque todavía me trataba fríamente. Pero quería cambiar el tema, así que le pregunté algo que me había estado molestando desde hace un tiempo.

-Pero oye, sobre Kana -me callo al notar su reacción de asombro.
-¿Kana...? ¿Por qué sacas ese tema así de repente?
-Bueno... porque se me hace muy extraño.
-¿Extraño? ¿Qué es lo que hay de extraño? -pregunta desconcertado.
-Sacarte de encima a tu prometida, quien te estaba tratando de besar... eso no es normal.
-¿Prometida? -pregunta perplejo.

Parece que esa palabra había llamado su atención, y frunció el ceño mientras me miraba.

-¿Qué? Ella es tu prometida, ¿verdad?
-¿No has hablado con ella? ¿Acaso no te has enterado?
-Bueno, ella me dijo que no era nada malo...
-¿Qué no era nada malo? Suena como ella...
-¿Qué es lo que pasa?
-Kana y yo rompimos nuestro compromiso. Ella ya no es mi prometida.
-No puede ser... -digo realmente sorprendida.
-Cuando se fue a América por dos años, ya nosotros habíamos roto nuestro compromiso. -dice.
-No tenía ni idea... -susurro.
-Bueno, no le dije a nadie en la casa tampoco, así que no extraña o sorprende que no sepas nada la respecto.
-¿Pero por qué rompieron su compromiso?
-Porque...

Keisuke se interrumpe cuando se escuchó el sonido muy alto de un motor de coche desde el jardín.
-¿Mmm? Parece que aquel hombre ha llegado -murmura con notorio desprecio en la voz- ¿Acaso tienen una cita planeada?
-Pues sí -contesto cautelosamente porque sé cuál será su reacción.
-¿No escuchaste lo que dije antes? Sepárate de ese hombre.
-¡No digas cosas tan egoístas! -le regaño.
-Oye, Kobayashi...
Después de que pensara un poco, mi hermano llamó al mayordomo, Kobayashi.

-Sí, señor Keisuke. -dice Kobayashi.
-Tráeme al tipo que acaba de llegar. -le dice Keisuke.
-¿Cómo? -pregunto mirando a Keisuke con el ceño fruncido y claramente indignada. ¿Por qué quiere ver a Shuta?
-Voy a asegurarme de que clase de persona es yo mismo. -me aclara.
-¡U-Un momento! ¡¿Cuál es la idea?! -digo furiosa.
-Este... -dice Kobayashi mirando a Keisuke y a mi indeciso.
-¡No le hagas caso, y tráelo aquí ahora mismo! -Grita notablemente exasperado.
-E-Entendido, señor... -vacila un momento y luego va al encuentro de Shuta.

Después de que el sonido del coche había parado, Kobayashi trajo a Shuta con él.

-Aquí lo tiene, señor... -dice Kobayashi.
-Vaya, vaya. Es la primera vez que la veo por dentro, pero esto si que es una mansión. -dice Shuta al entrar.
-Shuta... -digo.
-Buenos días, Mei. -dice sonriente, luego mira en dirección hacia Keisuke, que este está mirándolo de pies a cabeza imperceptible- Ah, ¿este es tu hermano? -añade.
-Soy su hermano mayor, Keisuke. -Dice sin dejarme responder y hacer las respectivas presentaciones.
-He oído mucho sobre ti, pero te ves más cool de lo que dicen. -dice amablemente- Me llamo Shuta, ¿Qué tal?

Amor prohibidoWhere stories live. Discover now