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Cuando el mensaje de Sergio le avisaba que estaba fuera de su hotel para llevarla a celebrar, creyó por un instante que era mentira, pero, después, Ricardo entró corriendo, sonriente y diciendo que ya era hora de irse, y que alguien había ido por ellos.
Solo entonces, salió del hotel.

Igual que la primera vez que salió a conocer el circuito, le pidió a su equipo que la ayudaran a prepararse.
Llevaba un vestido azul rey, corto, y en su rostro había delineador negro y brillos plateados, además de sus pestañas rizadas. Estaba lista para ir a celebrar la victoria del mexicano.

Cuando vio a Sergio, solo notó su traje, sin corbata y con los primeros botones sin abrochar, se veía tan guapo, la chica se sonrojó incluso al verlo así.
Se acercó a saludarlo con un beso en la mejilla, y un abrazo corto, Ricardo insistió en tomarles una foto, y ambos accedieron.
Checo colocó su mano en la cintura de la chica, y ella pasó su mano por la espada del piloto. Sonrieron, y Ricardo tomó la foto.

—¡Qué guapos! —dijo, guardando el celular—. ¿Listo, Checo?

Él asintió, y abrió la puerta del auto.

—Suban.

Se encargó de que el orden al subir fuera: _____, él, y al final, Ricardo.

Mientras avanzaban y conversaban sobre la carrera, Sergio luchaba con su interior. Se repetía que no había razón para preguntar, se convencía de que él no tenía por qué reclamar o pedir explicaciones, intentó convencerse de ello, y es que tenía razón. No tenía ningún derecho, pero, no pudo evitarlo, y cuando menos lo esperó, soltó la pregunta.

—¿Ustedes dos tienen algo?

Ricardo y _____ se miraron con los ojos abiertos, sorprendidos por la pregunta de Sergio.
De inmediato, ambos negaron.

—¡No!
—¡Claro que no!

Sergio miró a ambos con la ceja alzada.

—¡No, es verdad! Ricardo es mi amigo desde que éramos niños, pero, él se mudó a Estados Unidos desde pequeño, y bueno... nunca perdimos el contacto y luego, él terminó siendo mi manager, pero, nada más —ella comenzó a reír—. No, no, Ricardo y yo no tenemos nada.

—Exacto, ella es como mi hermana —soltó otra risa—. No, mi Checo, no debes preocuparte por mí, si acaso, debes cuidarte de...

No pudo continuar, porque la mexicana le pellizcó la pierna, pasando por encima de Sergio, desde luego. Pero, prefirió preguntarle a Ricardo cuando _____ estuviera lejos.

—Da igual, ¿por qué preguntas? —dijo _____, intentando desviar la atención.

Sergio sonrió de lado.

—Él subió una historia, y ahí le das un beso en el cachete—dijo con algo de pena, se darían cuenta de que estaba al pendiente de las redes de ambos—. Creí que eran algo, y solo preguntaba porque no quería ser irrespetuoso si es que los dos salían o algo.

La chica apretó los labios, creyó, por un instante, que quizás se había sentido celoso, descartó la idea, sintiéndose tonta.

—Nah, somos amigos—Ricardo sonrió—. Además, yo tengo algo así como una novia, pero, está en México. Algún día volveré, pero, ahora la traeré conmigo.

Checo asintió sonriendo aliviado.

—Qué bien, mucha suerte.

—Gracias, gracias.

El resto del camino fue más tranquilo. Checo no paraba de comentar lo feliz que estaba, y lanzaba cumplidos para la cantante, y ella confesó que usó el color azul porque era un color característico de Red Bull.

ABOUT LOVE | Checo Pérez.Where stories live. Discover now