Una pareja Alfa-Beta que siempre supo que no podría tener hijos naturalmente, decide adoptar un par de cachorros para comenzar una nueva familia.
Todo mundo tiene lastima de los huérfanos, pero nadie los adopta. El orfanato "Pétalos blancos" tiene...
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Capitulo uno
Roció con cuidado el caro perfume en su cuello, justo donde debería ir una glándula de olor que él no tenía. Se envolvió con la costosa fragancia en el resto de su complexión hasta sentir que su cuerpo se apropiaba del aroma.
No pretendía evadir sus sentimientos, se sentía muy nervioso. Hoy visitaría con su alfa el orfanato "pétalos blancos" dónde tenían la intención de completar su pequeña familia.
Seungmin era un beta que estaba temeroso de que ningún cachorro se interesara en él como una madre por no ser un Omega.
A su propio juicio, los cachorros preferían a una madre adoptiva si esta fuera de una casta frágil y delicada como eran los Omegas, había pasado tantas noches soñando los peores escenarios que había valorado la opción de declinar la idea de adopción por miedo al fracaso, pero no se lo había contado a su alfa Hyunjin por miedo a que sus inseguridades lo desanimaran igual que a él.
Ser beta siempre le había traído mala suerte, al menos Seungmin creía eso. Era bien conocido que los betas constantemente a pesar de ser una casta versátil, siempre se inclinaba por una posición dominante y activa, ocasionando que el diminuto porcentaje que se desnivelaba a un comportamiento pasivo y complaciente fuera criticado y rechazado socialmente.
ㅡ¿Estás listo, Cariño? ㅡSu alfa lo apresuró con amabilidad, desde la entrada de su habitación.
El mencionado no pudo responder ya que sentía la quijada débil por la tristeza, su ojos marrones viajaron hacia el frasco del perfume, sabiendo que no podría aparentar ser un Omega solo por llevar algún aroma en él, tenía miedo y ya podía sentir su boca caer y su barbilla elevarse por su expresión de pesadumbre.
Milagrosamente sus ojos jamás se cristalizaron, las lágrimas nunca salieron ya que tenía un fuerte y amoroso alfa que lo abrazaba por detrás, emanando feromonas protectoras que inundaron los sentidos del beta, relajando su rostro y emociones.
Seungmin siempre supo que quería un alfa a pesar de la crítica colectiva que tuvo que soportar, Kim deseaba a alguien que comprendiera que por encima de su casta beta, él era una persona que anhelaba cariño, protección y mimos. Él solía vestir dulce e inocente. Ignorando los estereotipos con el ubicaban al resto de los betas. Él no buscaba sentirse necesitado como un Omega pero tampoco tan independiente como un alfa, sus intereses eran intermedios y no estaba dispuesto a ceder ante sus estándares, y no tuvo que hacerlo porque Hyunjin llegó a su vida tan inesperada pero oportunamente que sabía que su lobo quieto y tranquilo viviendo dentro de él, aprobó en todos sus sentidos que Hyunjin era el alfa de su vida. Solo por el alfa el sueño de formar una familia creció en él hasta el punto que sus metas a corto plazo fueron cambiando de poco a poco hasta que todas estaban destinadas a cumplir el mismo objetivo. Formar una camada con Hwang Hyunjin.
