༻ ▪▪Capitulos 36-40 ▪▪ ༺

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Capítulo Treinta y Seis

Susuk entró a la escuela con una mezcla de emoción y nerviosismo. La idea de comenzar el sexto grado llevaba consigo la expectativa de nuevas amistades y experiencias. Sin embargo, a medida que los días pasaban, Susuk se dio cuenta de que la realidad no coincidía con sus expectativas.

Al principio, intentó integrarse con sus compañeros, pero se encontró con barreras invisibles que lo dejaron sintiéndose excluido. Los otros cachorros ya tenían sus círculos sociales establecidos, y Susuk luchaba por encontrar su lugar en medio de esos grupos consolidados.

Observando desde la distancia, Seungmin notó el cambio en el comportamiento de su hijo y decidió abordar el tema con él.

ㅡ¿Cómo estás, Susuk? Parece que algo te preocupa ㅡIndagó Seungmin con preocupación.

Susuk suspiró y le contó a su madre sobre la dificultad que experimentaba al intentar hacer amigos en la escuela. La sensación de distanciamiento social lo afectaba profundamente, y la idea de quedarse solo durante los recesos y las actividades escolares le pesaba en el corazón.

Seungmin, sintiendo la angustia de Susuk, decidió acompañarlo a la escuela al día siguiente. Observó desde la distancia mientras su hijo intentaba interactuar con los demás. Aunque Susuk mostraba valentía al intentar integrarse, la conexión con sus compañeros no se materializaba fácilmente.

Después de unos días, Seungmin decidió hablar con el personal de la escuela para comprender mejor la situación y buscar formas de apoyar a Susuk. Juntos, idearon estrategias para fomentar la inclusión y ayudar al joven omega a establecer conexiones significativas.

Seungmin trabajaba duro para superar el desafío de Susuk al enfrentarse al distanciamiento social en la escuela, destacando la importancia de la empatía y el apoyo de la familia para vencer los obstáculos emocionales en el proceso de crecimiento.


Capítulo Treinta y Siete

DoTi, el pequeño alfa, no se sentía cómodo en la guardería. Su descontento se manifestaba claramente a través de llantos y rabietas cada vez que Seungmin intentaba dejarlo en compañía de otros cachorros. Mientras los demás niños jugaban y socializaban, DoTi prefería la cercanía de su madre adoptiva, rechazando cualquier intento de interacción con los demás bebés.

Las quejas y gestos de desagrado de DoTi no pasaron desapercibidos para el personal de la guardería. Seungmin, preocupado por el bienestar de su hijo, intentó hablar con él para comprender sus sentimientos.

ㅡDoTi, cariño, ¿por qué no quieres jugar con los demás? Son niños como tú ㅡpreguntó Seungmin con ternura.

El pequeño alfa frunció el ceño y respondió con un tono molesto, ㅡNo gustan. So’ quiero estar contigo, mami".

Seungmin se sintió abrumado por una mezcla de amor y preocupación. Mientras consolaba a DoTi, se cuestionó si estaba criando adecuadamente a los dos cachorros. La ausencia de Hyunjin, quien llevaba días fuera del país por trabajo, hacía que Seungmin enfrentara estas incertidumbres sin poder compartir sus inquietudes con su pareja.

La conexión madre-hijo entre Seungmin y DoTi se fortalecía, pero al mismo tiempo, Seungmin se esforzaba por equilibrar la necesidad de afecto de DoTi con la importancia de que ambos cachorros se adaptaran socialmente en su entorno.


Capítulo Treinta y Ocho

Hyunjin se encontraba inmerso en una vorágine de emociones. Su ausencia en casa debido a compromisos laborales le pesaba más de lo que imaginaba. La distancia con Seungmin y los cachorros lo afectaban en niveles que comenzaban a afectar su rendimiento en el trabajo.

En el ámbito laboral, las responsabilidades se acumulaban, y un nuevo empleado omega, más joven, no perdía oportunidad para insinuarse cada vez que compartían espacio. Hyunjin se sentía incómodo y confundido, las flaquezas en su vida personal comenzaban a reflejarse en su entorno profesional.

Las noches sin la presencia de Seungmin lo dejaban vulnerable a pensamientos que antes no le asaltaban. El vacío en su cama hacía que su mente divagara hacia situaciones incómodas, alimentando inseguridades que ni siquiera sabía que existían. La falta de intimidad con Seungmin lo afectaba más de lo que estaba dispuesto a admitir.

"¿Por qué me siento así?", se cuestionaba Hyunjin, mientras el peso de la responsabilidad y la presión en el trabajo se entrelazaban con la añoranza de su vida familiar.

A medida que las insinuaciones del joven omega persistían, Hyunjin se debatía entre la lealtad a Seungmin y la tentación. La falta de comunicación y el distanciamiento físico con su pareja exacerbaban la situación, llevándolo a un estado emocional delicado.

La noche profundizó en la perspectiva de Hyunjin, explorando sus luchas internas ante la falta de presencia en el hogar y cómo los desafíos en su vida personal resonaban en su entorno laboral, tejiendo una compleja red de emociones y dilemas morales.


Capítulo Treinta y Nueve

Dentro de los confines agitados de la oficina, la tormenta emocional de Hyunjin ganaba fuerza. La carga laboral, ya de por sí intensa, se volvía asfixiante, y el joven omega recién llegado persistía en su intrusión, tejida con palabras desafiantes.

El chico Omega, como un maestro de la insolencia, se acercó a Hyunjin bajo la fachada de una excusa trivial. Sus palabras, cargadas de insinuaciones, flotaban en el aire, creando una tensión palpable. La lealtad hacia Seungmin y las tentaciones emergentes colisionaban en el corazón de Hyunjin, dejándolo en una encrucijada emocional.

Las insinuaciones atrevidas del joven Omega de nombre Renmin resonaban en los oídos de Hyunjin, desafiándolo a resistir las tentaciones que amenazaban con erosionar la solidez de su relación. En medio de esta danza emocional, los diálogos se volvían más intensos, con el joven Omega arrojando palabras venenosas sobre la valía de Seungmin.

—¿Realmente crees que merece estar contigo? —preguntó el joven Omega con una sonrisa burlona—. Un beta no puede ofrecerte lo que yo puedo.

Hyunjin, atrapado entre la lealtad y la seducción, se encontró luchando contra las palabras que desacreditaban a Seungmin. La trama se volvía más compleja, anticipando un desenlace que definiría el destino de su relación.



Capítulo Cuarenta

La entrada al edificio de la oficina era, para Seungmin, como entrar en un mundo ajeno. Con toppers llenos de manjares que había preparado con esmero, esperaba sorprender a Hyunjin en su día de trabajo. Sin embargo, al llegar, se encontró con una escena inesperada.

ㅡ¡Oh, hola Seungmin! ¿Qué te trae por aquí? ㅡSaludó Renmin con una sonrisa que, a primera vista, parecía amistosa.

Seungmin, ajeno a cualquier tensión, respondió con cortesía. ㅡHola, Renmin. Solo vine a traerle algo a Hyunjin. Espero que le gusteㅡ dijo, mostrando los toppers llenos de cariño.

Renmin, sin perder la sonrisa, comenzó a hablar de manera casual, pero sus palabras llevaban consigo un tono de sarcasmo. ㅡVaya, vaya. Parece que alguien realmente se preocupa por Hyunjin. ¿Quizás sientes que necesitas competir conmigo? ㅡinsinuó, ignorando la sorpresa de Seungmin.

Confundido, Seungmin intentó mantener la calma. ㅡNo sé a qué te refieres. Solo estoy aquí para dejarle un pequeño regalo ㅡrespondió, tratando de mantener la cortesía a pesar de la actitud de Renmin.

Renmin, en un acto de desdén, se acercó más, provocando a Seungmin. ㅡOh, claro. Un regalo. Supongo que Hyunjin no tiene tiempo para apreciar las atenciones de su esposo, así que aquí estoy yo para llenar ese vacío ㅡcomentó, dejando caer una insinuación que Seungmin no lograba entender.

La confusión y la incomodidad se apoderaron de Seungmin, quien trató de descifrar las palabras de Renmin. Sin saber lo que realmente estaba en juego, su disposición amigable se encontró con un desafío que desconocía por completo. El telón se levantaba para un nuevo acto en el complicado escenario de sus vidas🔒







🧭🧭엔디 BYE BYE

Cachorritos para Minnie ⑅⑅ঔৣ𝐇𝐲𝐮𝐧𝐦𝐢𝐧Where stories live. Discover now