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Capítulo 2: Primer encuentro

A lo largo de sus experiencias pasadas, Tighnari se había topado con su buena ración de alfas trastornados.

Era natural que hubiera aprendido a reconocer las señales de advertencia de los alfas que debía evitar.

Los alfas controladores y celosos eran señales de alarma automáticas para Tighnari, al igual que los que se esforzaban demasiado por conquistarlo con gestos vacíos o un apego asfixiante. Algunas veces incluso se había topado con alfas que, como diría Kaveh, "simpatizaban" demasiado. Y, por supuesto, estaban los alfas peligrosos y violentos que ignoraban por completo sus límites.

Afortunadamente, Cyno parecía ser diferente a esos alfas. 

No podía explicar por qué, pero había una sensación de madurez y sensatez en Cyno que lo diferenciaba de los encuentros anteriores de Tighnari. Emanaba de la forma en que se comportaba y hablaba, con un porte tranquilo y sereno que emanaba confianza y seguridad.

Y así, por primera vez en mucho tiempo, Tighnari no sintió miedo ni recelo de encontrarse con otro alfa. En todo caso, se sentía entusiasmado.

La noche no podía llegar lo suficientemente rápido.

La expectación crecía en el interior de Tighnari, que se preparaba con impaciencia para su cita. Con meticuloso cuidado, se acicaló el pelaje, asegurándose de que cada hebra estuviera lisa e impecable. Incluso se aseguró de prestar especial atención a su cola, aplicando su aceite perfumado favorito y añadiendo un toque extra de confianza.

Cada detalle importaba, y Tighnari estaba decidido a causar una primera impresión duradera, sin escatimar esfuerzos para garantizar la perfección antes de salir por la puerta.

Mientras se dirigía a la comisaría de policía, una mezcla de excitación y nerviosismo se agolpó en la mente de Tighnari desde el momento en que cruzó el nuevo territorio, el entorno desconocido de la comisaría no hizo más que amplificar su sensación de desplazamiento. Al cruzar las puertas, la mirada de Tighnari se encontró con las severas miradas de los alfas de guardia. Su presencia tenía un aire de autoridad, y la intensidad de sus ojos le produjo una ligera inquietud.

Sin embargo, su atención se desvió rápidamente hacia dos alfas armados que se acercaban a él. Sus miradas defensivas y su imponente presencia se cernían sobre Tighnari, intensificando su malestar.

"Di tu nombre y tu propósito, forastero". Exige el alfa mayor con rudeza. A pesar de sentirse algo aprensivo ante estos alfas hostiles, Tighnari mantiene la compostura y la confianza, levantando un poco la cabeza antes de dirigirse finalmente a ellos.

"Soy Tighnari del Bosque de Avidya", se presenta cortésmente, mirándolos. "Vengo a ver a Cyno". Tighnari responde, cambiando su mirada entre los alfas.

Los dos alfas intercambian miradas perplejas, su incredulidad evidente en sus expresiones.

"¿Perdón?" El otro alfa se ríe con incredulidad. "¿Es una broma o algo así?"

Tighnari parpadea, sorprendido.

"No... no sé a qué te refieres", frunce el ceño Tighnari, su confusión evidente. "Cyno me dijo específicamente que tenía su permiso para entrar en su despacho".

Otro largo silencio se extiende por el aire, intensificando la tensión en la sala. Los dos alfas fijan su mirada en Tighnari, escrutándolo.

"¿Hablas en serio? ¿Crees que somos estúpidos?" El alfa mayor se burla, con un tono de incredulidad. "¿Esperas que creamos que el General te concedió a ti, un completo extraño, permiso para entrar en su oficina? Es muy poco probable".

"Hablo en serio", responde Tighnari con calma, manteniendo la voz firme y serena. Los dos alfas se giran hacia él, con la sorpresa evidente en sus rostros. "Si no me creéis, podéis preguntarle vosotros mismos".