Ocaso

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Cuenta la leyenda que había una pequeña casa muy lejana, esa casa se encontraba en lo más profundo de un bosque, en donde habitaba una pequeña niña y una mujer. La niña hacía todo lo posible para poder agradarle a la mujer, esa pequeña niña solo quería sentir un poco de aprecio de su parte. Pero no fue así, la mujer solamente le daba malos tratos a la pobre niña, la menospreciaba y hacia malos comentarios hacia su persona. La mujer notaba todos los esfuerzos que hacia la niña para intentar llamar su atención día y noche, pero su corazón era tan frio que con lo único que podía responderle a la niña era indiferencia y frialdad.

—¿Viste lo que hice? — preguntó la pequeña sonriéndole mientras le mostraba como había logrado realizar un ejercicio de su tarea.

—Sí, pero solo pudiste resolver uno. Todos los demás están mal, no esperes que te felicite por eso.

Eso entristeció mucho a la niña, pero ¿Cómo podría hacer todo bien si no recibía ayuda?, la pequeña niña se había esforzado mucho para lograr hacer ese ejercicio sin ayuda, pero no fue suficiente, nunca era suficiente.

Para la mujer todo lo que hacía la niña estaba mal, la pequeña, al escuchar todo lo malo que decía, se esmeraba cada vez más en hacer las cosas mejor, pero solo conseguía el mismo resultado ya que la mujer le seguía diciendo que todo estaba mal. Tiempo después, nuevos sentimientos empezaron a formarse dentro de la niña, sentimientos negativos, sentimientos que una niña de tal edad no debería sentir.

—¿Dónde está la felicidad?  ¿Algún día le voy a agradar?, Hago muchas cosas buenas. Realmente las hago, entonces ¿Por qué solamente ve la única cosa mala que he hecho?

La pequeña niña empezó a cuestionarse acerca de la existencia, su existencia. Y lentamente fue perdiendo esa alegría que tanto la caracterizaba. En aquel rostro donde solo había sonrisas, ahora no había nada. Solamente había una expresión de tristeza que no cambiaba con nada.

¿Cómo podría hacerlo? No había nadie que pudiera reavivar la felicidad o la alegría. Pero si había alguien que alimentaba la tristeza y el dolor.

— ¿Por qué me gritas? — exclamó la niña tapando fuertemente sus oídos para no escuchar el alimento que le estaba dando la mujer a aquellas cosas que empezaban a caracterizarla, tristeza y dolor. 

—Siempre haces todo mal— vociferó la mujer alterándose cada vez más, su enojo era tan notorio que su rostro empezó a tornarse de un color carmín. Era toda la rabia que contenía y que en este momento estaba desquitando con la pequeña que no tenía culpa de nada.

— Nunca me haces caso cuando te hablo ¿Crees que tienes razones para preguntar Por qué?

La niña que se encontraba en un pequeño rincón de la casa estaba en posición fetal, abrazando fuertemente sus piernas contra su pecho, lloraba desesperadamente. Las lágrimas salían desconsoladamente de sus ojos color café, ojos que antes estaban llenos de brillo, brillo que poco a poco se fue apagando hasta que ya no quedó nada de él.

La pequeña que estaba en aquel rincón deseaba como siempre irse. Dormir y no despertar más, ya que pensaba que de esa manera todos estarían mejor sin ella. Especialmente la mujer.

Tiempo después las cosas cambiaron un poco, la pequeña niña ya no sufría. Tampoco sentía esa tristeza y ese dolor. La mujer dejó de quejarse, no se enojaba más con la pequeña. Justo en ese momento se encontraba observándola, pero había algo distinto de su rostro, no era enojo, tampoco indiferencia, era ¿dolor? ¿el corazón de aquella mujer se había calentado un poco? o tal vez todo se debía al momento en que se encontraba en ese instante.

Había pequeñas lagrimas saliendo de los ojos de la mujer, lagrimas que corrían lentamente por su rostro, sus lagrimas tenían un sabor a lamento, porque eso era lo que sentía en ese momento. Se lamentaba tanto por todo lo que había sucedido. Pero ya era demasiado tarde, nadie podía escuchar sus lamentos, al menos no la persona que debería. La pequeña niña se marchó y extrañamente, la mujer que tanto le gritaba y la hacia sentir mal, lloraba desconsoladamente frente a ese lugar donde se encontraba el cuerpo sin vida de la pequeña niña.


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HOLA GENTE BONITA, espero que se encuentren super bien. Esta es la primera historia, como pueden notar no es muy larga. El patrón que pensaba adaptar a este libro es: una pequeña historia y luego un pequeño escrito, así vario un poco.

Hay faltas ortográficas y errores de redacción, obviamente. Más adelante iré mirando y corrigiendo todo. Igual diría que esto es un borrador. Lo que quiero decir es que me disculpen por eso, sé que no es agradable leer cuando hay muchas faltas ortográficas. Hago todo lo posible para que no haya tantas.

Les agradecería mucho si me dejan algún voto, por favor comenten si les gustó, si no les gustó no comenten 😭. SORRY, lloro si comentan que no les gustó.

 SORRY, lloro si  comentan que no les gustó

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