Los meses fueron pasando, inevitablemente hubo un distanciamiento muy obvio entre ellos. Pero por las noches ambos se consolaban mutuamente. Jaemin casi no hablaba, nunca le cuestiono a Jeno porque no le atendió las llamadas y porque apareció dos días después.
No quería saber nada del tema porque se suponía que Dream estaba dando una grabación en vivo, aunque sea Johnny debió contestar el teléfono, pero eso tampoco paso.
Luego de que Jeno volviera inesperadamente de la gira y cancelaran las fechas que les quedaban, se instalo como la sombra de Jaemin, eso si; su comunicación era nula. Los ojos de su peliplateado no volvieron a brillar y siempre estaba serio, por las noches lloraba y el lo abrazaba.
Tuvo varias discusiones con la disquera en donde el decía que todavía no estaba listo para volver a los escenarios y los demás miembros de la banda lo apoyaban, pero había veces en donde no podían luchar contra los directivos.
Cada vez que se iba y dejaba a Jaemin solo, el dolor lo carcomía. Por mas que varias veces hubiera insistido en que lo acompañara este siempre se negaba y el sabia porque lo hacia, Jaemin estaba molesto con el y si todavía no le decía nada, era porque no estaba listo.
Sabia que en algún momento le va a preguntar porque no contesto.
Y el no va a saber que decirle.
Antes de darse cuenta un año había pasado.
Año que Jeno fue completamente consumido por el trabajo, cada vez que Jaemin estaba libre de la universidad el peliazul le pagaba pasajes para que vaya hasta donde se encontraba así estaban juntos.
Jaemin siempre viajaba con Chenle y Haechan, los tres eran un paquete que no se separaba por nada en el mundo. De a poco el brillo en los ojos del peliplateado fue reapareciendo, en cada concierto que Jaemin estaba, Jeno siempre se sentaba en el borde del escenario y le cantaba una canción mirándole a los ojos.
Mientras Jeno sentía el amor al ver a Jaemin acompañándolo, no noto como tristemente el corazón del contrario se encogía cuando le juraba amor delante de miles de personas.
Pero el peliplateado prefería hacer como que no sucedía nada y fingir demencia.
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-Jaemin.- escucha que le dicen desde el otro lado de la linea.- Deberías hablar con el.
El peliplateado estaba encerrado en el baño mientras lagrimas salían de sus ojos y tapaba su boca para que no se puedan oír sus jadeos por el llanto.
-No esta confirmado si es el.- responde.
Jaemin nunca le dijo que noto el labial rojo en su cuello aquella noche que apareció en la casa después del sepelio de sus padres. Por eso tampoco nunca le pregunto porque no le contesto.
No quería sacar conclusiones erróneas, no creía a Jeno capaz de hacer semejante cosa; no creía que el peliazul fuera capaz de arruinar años de promesas y juramentos bajo lunas y mariposas.
