Traicionada Por Mi Mate - Teresa Lilly

CAPÍTULO 65 - Luchador

EMMA

Temblaba de arriba abajo.

Aceptar a Logan fue como encontrar una pieza de puzle que completaba el cuadro.

Ha sido lo mejor que he hecho nunca.

También fue lo más aterrador que he hecho nunca.

Una parte de mí seguía asustada. Una parte de mí aún me gritaba que había cometido un error.

Su lengua masajeaba la mía a la perfección. Sus manos en mi cuerpo eran perfectas, y yo quería más.

Necesitaba más.

— Por muy feliz que me haga ver que os habéis reconciliado, por favor, dejad de hacer eso en mi sofá— . OÍ la voz de mi hermano.

Mis ojos se abrieron bruscamente y salté de Logan. Olvidé dónde estábamos. Olvidé que estaba sentada sobre él y que no era muy buena idea tirarme hacia atrás. En lugar de saltar sobre mis pies, tropecé y empecé a caer de espaldas.

Logan me agarró justo antes de que mi cabeza golpeara la mesa de café.

— ¡Andrew!— Logan gruñó, lanzando dagas a mi hermano.

— Mierda, Em— . Murmuró Andrew, bajando el resto de las escaleras. — ¿Estás bien? —

— Bien— . Murmuré, poniéndome más erguida. — Me has asustado— .

Andrew se acercó a mí y me abrazó.

— Lo siento, amor— , me dijo, besándome la parte superior de la cabeza.

Le miré y le dediqué una pequeña sonrisa. Rompió el abrazo, pero no me soltó. Mantuvo sus manos sobre mis hombros y apretó mi espalda contra su pecho. 

— Veo que os habéis reconciliado—. Andrew dijo, mirando de mí a Logan.

 — Lo hicimos—. Dijo Logan, sonriendo de oreja a oreja.

 Mi corazón se agitó y mis piernas empezaron a sentirse como gelatina. Era tan guapo. 

— Me alegro de oírlo—. Dijo Andrew, mirando fijamente a Logan. — Tú y yo tendremos una pequeña charla más tarde, Logan. Es la charla que he estado guardando para la pareja de mi hermana, y estoy deseando que la oigas—

La sonrisa de Logan desapareció y casi me río. 

Era un Alfa grande y malo, pero ahora mismo tenía miedo de mi hermano. Supuse que el hermano mayor triunfaba sobre el Alfa. Quién lo diría. 

—¿Has comido?— Andrew me preguntó mientras movía su mirada de Logan a mí. 

—No—. Sacudí la cabeza y miré a mi hermano. 

—Vamos. — Dijo Andrew, apartando sus manos de mis hombros y tomando mi mano entre las suyas. — Voy a hacernos la comida—.

 Logan nos siguió hasta la cocina. Su mirada asustada fue sustituida por una feliz, y eso hizo que me derritiera. No sabía qué me pasaba, pero me estaba enamorando de él con tanta fuerza y mucho más rápido que antes de aceptarlo. 

Tal vez fue porque bajé la guardia. Tal vez fue porque me permití sentir algo por él.

Me senté en el taburete y Logan se colocó detrás de mí. Me rodeó la cintura con las manos y me dio un beso en el hombro. 

—¿Sabías que tu hermana puede pelear?— preguntó Logan a Andrew. 

— Claro que puede—. dijo Andrew mientras abría la nevera y miraba dentro. — Todos nuestros lobos pueden luchar. Ella ha estado entrenando. Tú, como Alfa, deberías saberlo—

—Ya lo sé—. Logan suspiró. — Pero no es de eso de lo que estoy hablando—

Andrew se dio la vuelta y nos miró. Enarcó una ceja. 

—Waters e ha estado enseñando fuera de entrenamiento obligatorio—. Logan dijo.— Al parecer, ella es rápida, y puede patear algunos traseros.—

Los ojos de Andrew se abrieron de par en par. Parecía preocupado. 

—¿Por qué haría eso?- Andrew murmuró. — Podrías haberte hecho daño—

— Lo hizo para que no me lastimaran—. Le dije. - Dijo que quería que estuviera a salvo. Dijo que quería que supiera cómo luchar y protegerme —

Andrew miró a Logan, y vi la culpa escrita en su cara. 

—Lo se, tío—. Logan suspiro. — Dejamos que otro hombre haga nuestro trabajo.—

 Arrugué las cejas. —¿De qué estás hablando?—

 —Debería haber sido yo quien te enseñara, Emma—dijo Andrew, frotándose la nuca nerviosamente. - No puedo creer que nunca se me ocurriera. No puedo creer que a Jacob se le ocurriera y a mí no—

 ¡¿Estaba hablando en serio?!

— Tienes un trabajo, Andrew—. Dije suavemente. No puedes pasar todo tu tiempo preocupándote por mí y pensando en lo que sería bueno para mí. Tienes una manada que dirigir—.

 — Eres mi cachorro—. Dijo Andrew, cruzando los brazos sobre el pecho. —Debería haberlo pensado—.

 Suspiré y negué con la cabeza. — Me educaste para tomar buenas decisiones. Y tomé una buena decisión cuando me hice amiga de Jake, que luego me ayudó a aprender a pelear. Así que, si lo piensas, tú eres el responsable de que yo sepa cómo patearle el culo a alguien—.

 Logan resopló y se echó a reír. Andrew puso los ojos en blanco y volvió a preparar la comida. 

— Tengo muchas ganas de verte patear traseros, nena-. Dijo Logan, apartándome el pelo de la cara. — Me gustaría que nos mostraras lo que Jacob te ha enseñado— 

—Me parece una gran idea—. Andrew añadió. — Podemos ir al gimnasio más tarde. Walters es un buen guerrero, pero Logan y yo somos mejores. Podemos corregir tus errores y enseñarte a ser aún mejor—

 Teníamos un pequeño gimnasio en el sótano. Yo lo usaba poco, pero Andrew estaba abajo todos los días.

 Crucé los brazos sobre el pecho y sonreí satisfecho. Decidí jugar un poco con ellos. 

—¿Cómo sabes que eres mejor que Jake?—le pregunté. V Él es genial—

Tanto Logan como Andrew gruñeron.

 Andrew se dio la vuelta y estudió mi cara durante un segundo. Entrecerró los ojos y miró a Logan. 

—No caigas en la trampa, hombre. — Andrew dijo. — Ella está jugando con nosotros.—

Logan me rodeó la garganta con una mano e inclinó mi cabeza hacia atrás para que pudiera mirarle. 

Su mano alrededor de mi garganta casi me hizo gemir. ¿Qué demonios estaba haciendo? Sentí humedad entre mis muslos y supe en cuanto Logan la olió porque sus pupilas se dilataron y tragó saliva.

 — Mi diablillo—, gruñó juguetonamente y me soltó. 

Volví la vista hacia Andrew y respiré hondo. Por suerte, Andrew había vuelto a preparar la comida y no nos prestó atención. 

La mano de Logan encontró un camino entre mis muslos. Miré hacia abajo bruscamente. ¿Qué estaba haciendo? Sus dedos acariciaron mi pierna y subieron lentamente. Se me cortó la respiración. Me rozó el clítoris con el pulgar y me besó suavemente el cuello. Casi me corro allí mismo. 

Santo... 

Le agarré la mano y se la aparté. Le miré y entrecerré los ojos, lanzándole dagas.

 ¡Mi hermano estaba allí! 

Logan me guiñó un ojo y se rio antes de sentarse en un taburete a mi lado. 

Dos pueden jugar a este juego, mi Alfa.

 Iba a recuperarlo.