Armando y Betty estaban celebrando el noveno mes de vida de su hija, junto a don Hermes, doña Julia y Nicolás, quienes estaban muy contentos y burlones mientras don Hermes contaba la historia de los pinzón.
Sonó el teléfono del apartamento y como de costumbre doña Julia fue a contestar.
—quien podrá ser?- dijo Betty con un tono de preocupación mientras giraba su vista a armando que estaba igual de confundido que ella.
—aló- contestó Julia— quien! -su cara de torno de preocupación total- Daniel Valencia?!
Betty y armando voltearon a dónde estaba Julia con cara de preocupación y desagrado
—daniel Valencia?! Que hace aquí -dijo Betty con desagrado-
—el doctor Valencia?! -dijo don Hermes- que siga mija que siga- indicándole a Julia
—que siga
—no no no! -armando renegó
Cuando Daniel paso no pudo contenerse a reírse y burlarse de la fiesta de Camila y de las fachas de armando pero el venía a hablar de negocios, aunque la pareja no quería. Valencia y ellos se sentaron en la sala y empezaron a hablar sobre Ecomoda.
Daniel hablo de que Ecomoda estaba cayendo en la ruina debido a la subida a del dólar y también volvio a proponer que vendieran la empresa antes de que se endeudara, armando le reprochó por sus palabras negando todo y que muy pronto la empresa se alzaría.
—pero basta Daniel- renegó armado- otraves con ese cuento de vender la compañía! Pone de tu parte!
—bueno... Sería de mi parte y la de los accionistas minoritarios, le entregaría el manejó de Ecomoda a otra compañía... Yo hablaría con Mario Calderón y otros accionistas-
—bueno bueno suficiente!-alarmo Betty al escuchar el nombre de Mario Calderón.
Por otra parte armando se quedó sin decir ni una palabra al respecto. Puesto que todavía se sentía culpable de todo lo que le hizo a Calderón y armando lo voto de la empresa a puños.
—no quiero que se mencione a Mario Calderón aquí en mi casa!
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Hablando del ya mencionado que se encontraba en la hermosa ciudad de Buenos Aires mirando la calidad noche y caminando ya afuera del hotel alegre y contento de haber cerrado de una manera incómoda un trato con Ecomoda, entonces decidió llamar a su gran amigo armando Mendoza, el cuál no llamaba desde hace dos años. para contarle que los del fashion group irían a Ecomoda a hablar con ellos.
Mientras, armando y Betty estaban muy "ocupados" pero sonó el teléfono de Armando. Este se alarmó por la llamada tan tarde.
—ay no! No puede ser- dijo Betty estresada-cual teléfono está sonando?
—creo que el mío mounstro-se levanto a contestar-
La bebé comenzó a llorar y los dos señores se enojaron a un más, esto hizo que armando agarrara el teléfono a lla fuerza con ganas de querés matar al que estaba del otro lado.
