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Armando estaba cuidando a Camila todo el día, puesto que Betty y sus papás se habían ido a la misa de unos tíos y armando para no ir decidió quedarse toda la tarde con la niña, al principio le pareció una tarea fácil y sencilla pero cuando esta comenzó a llorar fue un problema. Armando no podía dejar que parará de llorar, intentaba con los juguetes, hablándole, Hasta mostrándole fotos de Betty, armando ya se estaba desesperando con Camila.
—buenos días- interrumpió Mario a espaldas de armando- veo que está ocupado
—armando dió un pequeño brinco- Calderón no sea bobo, ya asustó a la niña- dijo armando tratando de calmar a Camila
—perdoneme armando- dijo Mario levantando las manos- quiere que le ayude con la niña?- dijo extendiendo las manos para agarrar los juguetes que tenía armando en sus manos.
—no!- armando se quitó bruscamente y continuo su camino- no necesito su ayuda Calderón, vallase
—pe-pero cuál es la rabia, mire déjese ayudar- dijo Mario agarrando los peluches- vayamos a dormir a la niña, yo le ayudo-le dió una sonrisa-
Armando desconfío mucho las palabras de Calderón pero para su sorpresa Mario era bueno con los niños, haciendo calmar a Camila y arrullandola en sus brazos.
"Y este dice que no quiere hijos"
Armando se quedó en la puerta recostado mirando a Mario mecer a la niña en la cuna, este se veía muy feliz con Camila.
—usted si es bueno con los niños no Calderón?- dijo armando interrumpiendo- ya se durmió
—es un don o algo asi- bufo Mario con Armando- oiga y usted que va a hacer de almuerzo?
—venga, me va a ayudar- armando se fue a la cocina y Mario lo siguió detrás- quiero hacer un pollo
—mario agarro un delantal que había en el mesón de la cocina y se lo puso, armando se quedó mirándolo medio raro y el solo le puso los ojos en blanco- es para que no se ensucie la ropa- burló Mario
—si... Ajá
Mario y armando empezaron a cocina el pollo, Mario corto los ingredientes y armando se encargo de preparar al pollo, este de ves en cuando se le escapaban unas miradas a Mario para ver cómo iba con los ingredientes, no evitaba sonreír al verlo tan diferente a como lo veía todos los días, ese Mario no era el mismo que hablaba de mujeres y sus experiencias con ellas, o el mismo que se burlaba de todos, ese Mario era más "tierno" otro lado que armando no conocía, eso le gustaba, ese Mario cariñoso con su hija, ayudador, paciente y tranquilo.
