Una linda Navidad - 2

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Una linda Navidad

Reto relato navideño 2023 Albert y Candy

By : Rossardlay

Candy no  había podido dormir esa noche, solo se la pasó pensando en el encuentro con el rubio, a la mañana siguiente al encontrarse con las chicas no paraba de hablar de él , lo cual no pasaba desapercibido para ellas, cuando Annie le dijo Candy ¿a ti te gusta Albert verdad? haciendo que la rubia se quedara callada por un momento.

—  Hasta que hablo, la verdad si me gusta mucho, bueno no mucho creo que demasiado, solo espero que el me mire como a una mujer y no como solo su amiga, lo dijo un poco afligida.

Candy, en verdad te gusta demasiado, puedo verlo en tus ojos dijo Paty, pero creo que no debes de ilusionarte demasiado no quisiera verte sufrir después por el.

— En ese momento Candy, sintió que el corazón se le paralizó por un segundo, no podía imaginarse que Albert no la viera de la manera que ella lo estaba mirando .

— ¡¡Paty, pero qué imprudencia la tuya!!  Exclamó Annie.

Cuando Candy escuchó las palabras de Paty, no pudo soportarlo así que sin pensarlo se fue corriendo a su lugar favorito, donde se refugiaba cada vez que se sentía afligida, triste o solo cuando necesitaba estar sola. La segunda colina de pony así le llamaba la rubia. Cuando llegó se dejó caer sobre el pasto verde, sus bellos ojos verdes estaban llenos de lágrimas no entendía qué era lo que le pasaba, pero lo único que tenía claro es que su corazón latía cada que pensaba en el rubio y sentía mucho miedo no ser correspondida por él.

En el corporativo Ardlay, el rubio se encontraba trabajando pero estaba sumamente distraído, no podía concentrarse pues en su mente solo veía, la imagen de una hermosa rubia.

Cuando escucho la voz de George que le hablaba y le preguntaba ¿qué es lo que te pasa William? Toda la mañana has estado sumamente distraído, jamás te había mirado así, tu eres tan responsable con lo del trabajo y hoy te he encontrado varios errores por tu distracción, dime que es lo que te tiene asi.

— Lo siento George, es verdad disculpame y si quieres que sea sincero contigo pues dejame decirte que anoche me encontré con la mujer más bella, y no puedo dejar de pensar en ella.

— ¡Cómo exclamó el francés! Anoche, pensé que te habías ido al departamento  a descansar .

— Pues ese era mi plan, pero llegué a un bar a tomarme una cerveza, y fue ahí donde la encontré George, después de algunos años volví a reencontrarme con ella, está hecha toda una hermosa señorita, que digo señorita diría una muy hermosa dama.

— ¿de quién estás hablando? acaso la conozco.

— Si George, si la conoces es Candy la protegida  de mi tía Elroy.

— George estaba apunto de darle un sorbo a su café cuando escuchó de quien se trataba casi tira el café, no podía creerlo.

—  William tienes que tener cuidado, mira que si tu tía se entera que andas enamorando a su protegida pondrá el grito en el cielo, ya vez que la protege de sobremanera se ha encariñado tanto con ella .

— Ya lo sé George, pero yo también soy su sobrino y no veo por qué se moleste, en verdad me ha atrapado como no tienes idea y no me detendré en conseguir que ella me acepte como su novio, lo dijo suspirando.

Lo cual no pasó desapercibido para el francés.

— Por cierto George, mañana, no vendré al corporativo así
que hazte cargo de todo tu. 

— El pelinegro, no podía creer lo que escuchaba era la primera vez , que William no vendría a trabajar nunca lo dejaba a cargo de los negocios, desde que él había tomado su lugar en el corporativo era la primera vez que se excusaba. 

En el instituto, la rubia había estado muy distraída, ni siquiera se acercó a comer con las chicas, cuando Annie y Paty se  encontraron con los chicos Stear y Archie, ellos preguntaron por la rubia pues se les hizo extraño no verle. 

— Annie habló con temor, Archie tengo que confesarte algo volteando a mirar a Paty.

— En ese momento Paty también dijo, Stear yo también  necesito confesarte algo .

Cuando los hermanos solo voltearon a mirarse cuestionando, qué es lo que se traían las chicas.

Así fue, que confesaron lo que habían hecho la noche anterior.

— No podían creerlo que le hubiesen seguido el juego a Candy, como era posible no estaban contentos por lo que habían hecho pero se preguntaban quien era el rubio pues ellos no lo conocían, querían saber de quién se trataba, lo iban averiguar. Pues los chicos no permitirían que su prima Candy, se involucrara con cualquier chico.

Ya eran de mañana, la rubia se sentía muy nerviosa y hasta estaba dudando en salir con Albert, cuando escucho que tocaban su recamara adelante dijo .

— Candy te ves sumamente hermosa expresó Annie, creo que Albert quedará maravillado contigo. 

— Annie por favor no me ilusiones mira que lo estado pensando, las palabras que me dijo Paty, y creo que solo saldré a avisarle que no  podré ir con el.

— Pero Candy, no seas tan impulsiva no te apresures, en verdad toma las cosas con calma, puedes arrepentirte de no tomar el riesgo.

— Annie es que tengo miedo de que él no me mire igual que yo, lo dijo sumamente afligida.

— Candy no te des por vencida, no antes de no haber ganado la batalla, anda no seas tonta cambia esa cara y ve a tu cita .

— La rubia no estaba segura, pero se armó de valor y salió al encuentro. 

Sentía que cada paso que daba le temblaban las piernas, pero al llegar a las grandes puertas de salida del instituto, sentía que se le saldría el corazón y más al mirar a ese monumento de Albert, se encontraba recargado en el coche con unos jeans y camisa blanca con manga arremangadas y sus cabellos un poco despeinado simplemente se veía arrebatador, la rubia miraba y escuchaba a las otras chicas preguntándose quién era ese hombre tan apuesto y a quien esperaba, cuando vio que el rubio traía un enorme ramo de rosas rojas en sus manos , no lo podía creer, ¿acaso eran para ella? Cuando  sus miradas se encontraron y él le regaló la sonrisa más cautivadora, Candy no pudo reprimir sus sentimientos que en un impulso se dejó ir a los brazos del rubio y gritando su nombre "Albert".

— El rubio al ver a la rubia como venía vestida casi le da un infarto, la rubia se había puesto una blusa tipo corset, y unos pantalones capri ajustados, y unas zapatillas acorde a su vestimenta haciendo resaltar  las curvas de la rubia, llevaba puesto un sombrero que la hacía verse sumamente hermosa, que al cargarla el rubio, el sombrero salió volando cayendo al suelo al bajarla el rubio le dijo Candy te ves simplemente hermosa toma te traje estas rosas, pero creo que tu belleza las opaca.

— Candy al escuchar esas palabras su corazón le dio un vuelco, fue lo más hermoso que había escuchado  y se puso roja tal cual cereza, lo cual no pasó desapercibido para el rubio ahí confirmó que no le era tan indiferente a la rubia, anda sube al coche, que hoy nos espera un grandioso dia de picnic  recogiendo el sombrero de la rubia para que se pusiera de nuevo.

— Candy  solo se dejó llevar por lo que estaba sintiendo, así que al ver cómo arrancó el coche, solo se dijo para sí misma que iba a disfrutar el momento y no pensaría en nada más. 

Los hermanos Cornwell se habían dispuesto a ir al zoológico también con las chicas, pues querían encontrarse con Candy y el tal Albert, pues no se quedarían con la duda de quién se trataba. 

Continuará . . .

Feliz Navidad Where stories live. Discover now