Capitulo 23: Volví...¡Por Mi Gente!

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4 años después, Imperio Occidental.

Un rayo de sol golpeó mis ojos cerrados, no me incómodo. Gire la cabeza y abrí los ojos viendo mi habitación y viendo los pilares de Serafines.

Había pasado cuatro años, y ahora en el Imperio Serhap empezaría la novela que leí. Se venía más cosas.

No había vuelto, porque después de ese día, cerraron las fronteras impidiendo la entrada o salida de personas, solo los productos. También decretaron estado de guerra contra Cobrat.

El correo también salió afectado, así que me llegaba la información con una semana de atrasó. Así que estaba desactualizada.

También estaba casi exiliada, porque ni por mi estatus pude entrar.

"Ahora que mas queda".

Tomé un suspiro y me levanté, me quité la pijama y caminé al baño en ropa interior. Recogí mi cabello y fui a la bañera. Tenía ya agua limpia porque las sirvientas se encargaban de llenarla temprano y como la ventana estaba abierta, los rayos del sol la calentaron.

Me termine de desnudar y me metí, relajé la cabeza y me quedé pensativa de todo.

"¿La novela seguirá su curso a pesar que yo no estoy allá? Y Briels, ¿por qué no has hecho nada que le llamé la atención a mi espía? Si en la novela violas a Nivea y el sueño... El sueño que tuve".

Había algo que todavía me dejaba inquieta. Luego de mi baño baje a desayunar. Ya estaba el esposo de mi tía, con su cabello dorado cobrizo y ojos azules cobalto.

También mi tía quien después de los sucesos perdió un poco sus ánimos, le afecto saber lo que sufría su hogar.

—Buenos días Sus Majestades —hice una reverencia y me fui a sentar.

—Buenos días Nivea —me respondió con los ánimos bajo el Emperador.

Mire a mi tía y ella me dio una sonrisa triste. La puerta del comedor se abrió y entro Lucrecia con un carrito de comida. Llevaba su cabello café sujetó y tenía una sonrisa enorme.

"¿Qué la hace tan feliz?".

Me di cuenta que atrás estaba el ministro. Este tenía un pergamino. Hizo una reverencia y mostró el pergamino.

—¡Sus Majestades y Lady! ¡Les informo que el Imperio Serhap abrió las fronteras!

No, no lo podía creer...

—¡Ayy gracias a los Serafines! —mi tía se levantó y rompió a llorar.

Su esposo se levantó con una expresión de ternura y la abrazo. Le dio consuelo.

Lucrecia tenía los ojos rojos y se me acercó. Me levanté y la abrace. Me sentía feliz al saber que por fin después de estos años podía volver.

—El Reino Cobrat levantó bandera blanca y pidió disculpas. También envío barcos con materiales y oro por lo que se perdió hace cuatro años.

"Como si eso regresará la vida de las personas".

—Estoy feliz... —me dijo Lucrecia llorando.

Yo solo asentí, sabiendo que a lo mejor no ocurriría nada malo y que las situación cambiaría.

***

Imperio Serhap.

Un gran grupo de Nobles estaban reunidos en el salón de té la Condesa Eris. Una mujer de la edad aproximada de la Duquesa Zafiro. Sus cabellos eran avellanas y sus ojos ámbar.

Me Convertí En La Niñera Del Príncipe.Where stories live. Discover now