Me Convertí En La Niñera Del Príncipe.

Capitulo 28: Cambiando de Rumbo.

Me mantuve junto al chófer, no tenía ganas de hablar con Kael. El viaje siguió pacífico, y solo veía el paisaje de Serhap. El chófer comenzó a cantar una canción, el ritmo lo hacía silbando. Sonreí porque era contagioso y lo seguí. Llegué a la mansión cantando feliz con el chófer.

Me ayudó a bajar y la puerta del carruaje se abrió, Kael extendió su mano y ayudo a Lucrecia.

—¡Está mansión es increíble! —comentó maravillado.

La mansión Ivor era una reliquia y mas por dentro. Asentí y señalé con la mano la puerta.

—Venga, debemos de entrar.

—Si.

Lucrecia camino primero que nosotros y abrió la puerta. Seguido entramos él y yo. El mayordomo se acercó rápido.

—Mi Lady, escuché todo lo que sucedió. ¿Su Alteza como sigue?

—Su Alteza fue tratado a tiempo. Me encargué de llevar los responsables. Pero ¿y mis padres?

Pregunté al no verlos.

—Estan en una reunión con el Duque Lian, pero con gusto le digo.

—No —lo detuve con la mano—, solo necesito que empaquen todas mis cosas. Y quiero que lo llevé a él —señalé a Kael—. Es un enviado del Emperador.

—Mi Lady, no entiendo —me miro atónito.

—No es nada malo, le aseguro pero necesito empacar mis cosas y las de Lucrecia. Por favor.

Jeff seguro quiso seguir. Pero negó e hizo una reverencia.

—Sígame joven Lord.

Kael asintio y Jeff se lo llevó. Lucrecia me tomo del brazo y me llevo a las escaleras. Subimos y fuimos a mi habitación, donde todos los sirvientes ya empacaban mis cosas.

Sentí una nostalgia, pero recapacite al darme cuenta que era en el Palacio Angelical, podían verme igual todos los días.

Lucrecia quedó conmigo, viendo todo en un espeso silencio.

—Hija... serás Niñera Imperial.

Giré mi cabeza y mi mamá estaba atrás. Su expresión era de asombro y tenía un pergamino en la mano.

—Nivea, ahora vas a cuidar al futuro Emperador —decia todavía sin creerlo.

Me separé de Lucrecia y la abrace. Ella no me abrazo por lo asombrada que estaba.

—Niñera Imperial —se mojo los labios —, el título más peleado y tu lo tienes. Es...

Dejo las palabras en el aire. A lo mejor no podía entender el porque de esa decisión, y tampoco lo sabrá.

—Lo sé, será la tercera niñera que ha tenido el Principe Iron.

—¿Olvidaste la historia Imperial? —me dijo frunciendo el ceño.

"¿De qué habla?".

—Niñera y Niñera Imperial no es lo mismo. No ha habido Niñera Imperial desde veinte cuatro años.

Esa era la edad que tenía Sair. Entonces él no se crío con Niñera Imperial. No entiendo.

—Mamá, no entiendo.

—Aah —suspiro—, es mejor que primero vayas al Palacio, busca la biblioteca y busca un libro de cubierta roja.

Enarque una ceja, eso era nuevo para mí. Mamá volvió a suspirar y entro a mi habitación. Se quedó parada, viendo como sacaban y guardaban mis cosas.