Capitulo 33: El Calabozo.

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Advertencia: Capitulo contiene escenas sensibles de violencia, leer con precaución.

Caí de cara pero no logré atraparla. Me ardía la frente.

—¿Lady Nivea? —escuche la voz de sorpresa de Iron.

Intenté levantarme, humillada frente a quienes estaban aquí.

"Me ve Sair y se burla o me regaña".

—¿Está bien? —unas manos me ayudaron a levantarme.

Al levantar la vista quise darme una bofetada, estaba Kael y Lucrecia, ambos con los ojos abiertos.

—Gracias —le respondí al tutor.

Mire a la Mirie quien saltaba alrededor de Iron y esté la abrazo y beso.

—¡Mirie! —dijo Iron besando su cabeza.

La perrita estaba loca con Iron, tenía ya remplazo. Lucrecia se acercó a mi y me reviso con la vista.

—¿No te lastimaste? —le negué y ella tomo mis manos, revisando.

—Lord Kael, lo busca Su Majestad.

Giré la cabeza y estaba ahí el chico, asomado en la puerta.

"Demonios, tuve que caerme para encontrarte".

Me solté de Lucrecia y fuí hacia donde él. Al verme se sonrojó.

—Ya dí su mensaje.

—Gracias, pero perdón por molestar —saque la carta—. Puedes también entregar esta a Lady Dudboa.

—¡Por supuesto! —tomo la carta de forma veloz y beso el dorso de mi mano—. ¡Vuelvo enseguida, Lord Kael!

Y salió de veloz. Suspiré aliviada y me giré a donde Lucrecia y la tomé de los hombros, para luego caminar hacia el profesor.

—Dígame, ¿Su Alteza es buen estudiante?

—¡Oh claro, mire esto!

Se giró al escritorio y trajo una libreta.

—Mire —la abrió y me señaló un párrafo—. Le pregunté a Su Alteza que consideraba para el importante para el Imperio y lea.

—Para mi es la unión de su gente, del pueblo. Un Imperio es sólido cuando todos sus ciudadanos se llevan bien y se apoyan. Como también un buen Emperador.

La repuesta fue buena, porque es cierto: Un Imperio era poderoso por su gente y el control de la misma como sus acciones.

Iron dió una buena respuesta para su edad. Él se acercó a nosotros cargando a la pesada de Mirie, al verlo le acaricié el rostro.

—Felicidades Su Alteza, sin duda estás aprendiendo para ser el Príncipe Heredero.

Iron sonrió y asintió muy alegre.

—Pronto usted también le tocará darle clases.

—Si, Su Alteza conmigo le tocará aprender mucho, pero veo que sus tutores son buenos.

—Gracias Lady —bajo la cabeza.

—Nivea, ¿qué haces por los pasillos con Mirie? —me susurro Lucrecia.

—Se me escapó de los brazos al escuchar la voz de Iron —le guiñe un ojo.

Lucrecia entrecerró los ojos, seguro buscando sus conclusiones. Iron abrazo a Mirie y la mostró a su tutor.

—¡Mire, ella es hermosa! —la intento cargar.

—Si es hermosa —el tutor se agachó un poco y acarició la cabeza de Mirie.

Me Convertí En La Niñera Del Príncipe.Where stories live. Discover now