capitulo 3

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—Max

—Charles

Aunque Max no quisiera aceptarlo y fue una de las razones que no lo quería encontrarse al alfa, sabía que aún inconscientemente Charles le generaba una sensación cálida en su pecho, pero eso nunca lo admitiría, ya había aceptado que la historia de amor entre ambos había acabado hace tiempo. Era egoísta al esconderle que ambos tienen un hijo, pero prefirió ser egoísta que volver a aquel tiempo donde el monegasco lo hizo sufrir inconveniente.

Y aún asi no pudo evitar que su corazón se agitará, no había cambiado nada, Charles nunca había Sido el estereotipo de alfa dominante y eso le encantaba, ANTES. Hizo énfasis en sí mismo, antes amaba a ese Charles.

El que tenía enfrenté no sabía quién era, en tres años las personas cambian y el que ahora tenía enfrenté, era solo Charles, piloto de Ferrari que pudo encontrar a su cachorro. Ese ya no era su Charles, él mismo decidió quitarle su puesto.

Camino directamente a la dirección del de ojos café, Su lobo se removió en sus adentros por la linda vista del monegasco, cargando a su cachorro, la mini copia del mismo, pero con sus ojos azules, su parte razonable y humana ignoro aquel sentimiento, a paso lento se acercó al alfa, sintiendo como el aroma tan dominante de Charles emocionaba a su lobo.

Los ojos de café del alfa en ningún momento dejaron de verle, aún un tanto hinchados y rojizos por las lágrimas derramadas anteriormente.

Los brazos de Oliver soltaron el cuello de Charles para ahora extenderlos hacia Max con una sonrisa emocionada, Max sin rechiste lo tomo, abrazándolo fuerte, quitando por primera vez desde que se vieron la mirada de los ojos de Charles, la tensión era grande mientras uno buscaba respuestas, el otro solo buscaba que se alejará.

Aun después de tanto tiempo ninguno sabía cómo enfrentar, Charles había perdido el valor cuando lo vio con Pérez y Max tenía miedo aun de enfrentar el pasado.

Por minutos una pequeña burbuja se formó entre el Omega y su cachorro, Por esos minutos los ojos de leclerc bajaron al cuello de Max, buscando una mínima pista de alguna mordida, sintiendo un gran peso irse de su cuerpo al no notar nada.

No estaba marcado, aún tiene oportunidad.

Estaban tan Cerca y tan lejos, tres años desde la última vez que se vieron, tres años que se hubieran evitado si tan solo ambos hubieran Sido valientes de enfrentar a aquel que los separó.

La tensión se había vuelto siendo rápidamente rota por la emoción de olí al contarle a su mamá sobre su nuevo amigó, balbuceando algunas veces haciendo imposible el entenderle.

Luego de unos minutos del niño contar emocionado como conoció a Charles —evadiendo el tema de las lágrimas, petición del mayor— dejo los brazos de su madre para contarle ahora a su “Tito” sobre su nuevo amigó.

Contra los deseos de Max por detener al pequeño, Oliver corrió con fuerza hacia una de las oficinas donde se suponía debía estar Sergio. Cuando el menor desapareció de su vista, estuvo dispuesto a irse, dispuesto a correr y ocultarse tras Sergio, Daniel o cualquiera con tal de no hablar con él.

—Max —llamo Charles sabiendo las intenciones del neerlandés —necesito hablar contigo, necesitamos hablar.

—No tenemos nada de que hablar

—¿Lo dices en serio? —pregunto desafiante —desapareces tres años, apareces de la con un niño y no tenemos nada de que hablar.

—no —responde secamente —Gracias por traer a Oliver, me tenía preocupado, ahora me tengo que ir antes que vuelva a querer explorar solo el paddock.

Con aroma a Café y Galletas || Lestappen ||Where stories live. Discover now