Rain Kisses || Minsung

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—Te detesto.

—Vamos, no es tan extravagante.

—Tenemos la cara pintada, camisetas, diademas y ni hablar que me hiciste poner las medias de la universidad. Jamás me sentí tan fanático de un equipo de futbol.

—Corrección: fan número uno Seo ChangBin.

Resopló a la vez que se arreglaba la diadema que tenía las iniciales de la universidad grabada, ambos portábamos las camisetas del equipo con la diferencia que el de Felix tenía grabado el apellido de Seo, como muestra de apoyo. Lee se rehusaba a usarlo porque sentía pena por las miradas que estaba recibiendo. No era secreto que Seo y Lee tenían algo, la noticia se dio a conocer cuando ChangBin lo gritó a mitad del pasillo cuando un grupo de fanáticas estaban molestando a Felix.

Las grietas fueron sanando desde ese día.

—¡Mira!—el grito de Lix me trajo a la realidad—ahí están, nos están saludando.

Miré en la misma dirección y devolví el saludo, mis ojos se toparon con los suyos y, como siempre, perdí el aliento, pareciera que las personas alrededor se hubieran detenido.

Solo él y yo.

¿Costaba mucho pedir?

Mis cachetes se encendieron cuando me guiñó el ojo, volví abrazarme. Presionando la chaqueta contra mi piel.

Recordaba cuando Lee le contó que se había metido al equipo por pedido de Seo, también porque perdió una apuesta pero eran detalles que el entrenador no debía enterarse.

Nos sentamos cuando el micrófono sonó, estaría por iniciar.

Los jugadores calentaban en la cancha y yo me entretenía burlándome en como mi mejor amigo estaba perdiendo los colores por las flores que tenía en mano.

Seo le había enviado unas pequeñas flores y una tarjeta que decía:

"Sé que no te gustan estos lugares, pero aprecio mucho que hayas salido de tu zona de confort por mi."

—Aww, es un lindo y tu no quieres aceptar la cita.

Me golpeó con su rodilla—. Deja de molestar, mejor concéntrate en solucionar el tema con Minho Hyung.

—¿Yo? Él es quien debe pedirme perdón. Yo no lo dejé de lado.

—¿No quieres perdonarlo?—no respondí—, quieres hacerlo pero eres tan orgulloso que no darás el primer paso.

—¿Estas de su lado?

—No. Estoy del lado neutral, ¿lo arruinó? Si. ¿Hizo mal al quedarse con ella, y besarla? Si. Ji, ustedes tienen una especie de "relación" pero es una relación que no tiene etiqueta. Aunque te duela, lo de ustedes no vale nada porque no hay respeto de por medio.

Odiaba cuando me psicosiaba, ¿por qué debe tener toda la maldita razón?

—No te lo digo como tu amigo ni como el suyo, te digo estas cosas como una persona que ve su relación del exterior. Son dos chicos que no saben afrontar sus emociones y prefieren quedarse callados y dejar que sigan las incomodidades que hablar las cosas y solucionarlas.

La conversación quedó ahí, el bullicio de la gente fue cada vez más fuerte. Me dedico una sonrisa tranquilizadora y nos paramos de nuestros asientos para apoyar.

—Disculpa, ¿este lugar está ocupado?

Miramos a la tercera voz y, de forma involuntaria, hicimos una mueca pero asentimos y Sana se sentó justo al lado, y nos miró de pies a cabeza, junto sus labios y sabía que se quería reír..