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Me removí bajo las sábanas y abracé al cuerpo que dormía al lado mio, enterré mi cara en su cuello al sentir la molesta luz.

Estaba agusto y cayendo de nuevo en un sueño profundo pero un sonido empezó a sonar, lo ignoré.

—Si que son jodidos—, gemí de frustración al volver a escuchar el molesto tonito, con cuidado quite el brazo del pelirrojo de mi cintura. Visualicé de donde provenía el sonido, agarré mi celular y mis ojos se abrieron al ver el nombre.

—Mierda—. Dejé que la llamada terminara y fui a los mensajes, la bandeja estaba repleta de mensajes de mis padres y Felix, los tres estaban tratando de contactarme. Eran las diez.

Marqué el número de Felix para saber qué pasaba—. ¡Hasta que por fin despiertas!

Pasé mi mano por mi rostro, bostezando—. No grites, me duele un poco la cabeza.

—Uh, que buena noche habrás pasado—escuché la risa burlona—. Pero a lo que venía: tus padres me llamaron muy, pero muy temprano y te quieren en casa.

—¿Para qué?—salí de la cama con mucho silencio, Minho tenía entrenamiento esa tarde así que lo dejé dormir más tiempo—. ¿Fueron a tu departamento?

—Eh, si. Por eso me llamaron, no encontraron a nadie. Pero le invente una excusa idiota para poder safarme.

—¿Dónde estás ahora?—agarré una toalla del cuartico de ropa extra, caminando al baño para entrar a bañarme y alistarme.

—Vinimos a desayunar.—escuché de fondo como ChangBin conversaba con el mesero—. ¿Y qué tal ayer?

Sonreí al recordar la noche anterior—. Todo fue espléndido.

Quedamos en encontrarnos en una hora en la plaza, dejé cargando el celular y me metí a la ducha para poder quitarme toda la pereza que se apoderó de mí. Apoyé mi sien sobre el azulejo, había bebido mucho vino.

Después de haber aceptado el collar y ser novio de Minho, ambos habíamos regresado al carro porque podriamos resfriarnos. Al estar dentro nos reímos del otro, tomando todo a la broma y olvidándonos que estamos completamente empapados, mojando el auto que recién había sido lavado. La lluvia cesó y nosotros nos habíamos calentado gracias a la calefacción del carro, felizmente Minho estaba preparado por si algo como esto pasaba; en el asiento trasero había unas mantas y camisas limpias.

Regresamos a la ciudad cuando nos comunicaron que las carreteras estaban en buen estado, que no había zonas peligrosas. El sonido de la música sonando y nuestras voces la acompañaba,

Canciones que con anterioridad poníamos pero recién esa noche nos dimos cuenta que eran declaraciones ocultas.

Sanctuary, Used to This, Meteor Shower, Dream of you, Easy... entre otras.

Éramos muy lentos para poder captarlas.

Salí del baño ya cambiado, vi el cuerpo de Minho aún tirado en la cama y no dudé en buscar algo para tirarlo y despertarlo. Me puse al lado observando cómo sus músculos estaban relajados, haciendo pequeñas fricciones cada vez que se movía para buscar una mejor posición. Su ancha espalda estaba totalmente descubierta, era una costumbre que no durmiera con ropa pero fue un milagro que al menos se haya dejado los pantalones.

Me senté al borde y tracé mis dedos por sus brazos, especialmente sus venas. Me regañé por hacerlo.

—¿Tan temprano te pones caliente?—mil colores pintan mi cara, fui descubierto—. ¿O será que quieres un mañanero?

Volteó su cuerpo, apoyándose sobre sus codos. Ahora quien estaba a su vista era su pecho y abdomen, una posición digna de enmarcar.

—Si serás tonto, vine a despertarte. Quien te tuviera ganas—, quise pararme pero me lo impidió. Jaló de mi muñeca, chocando mi espalda contra la cama y posteriormente me encarceló con su cuerpo. Ambas manos apoyadas a mis costados y fue bajando hasta que su respiración chocó con la mía.— ¿q-que haces?

Rain Kisses || MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora