Hana; hacia la libertad.

CAPITULO 76 ELIF

Elif le abrió la puerta y extrañamente cuando estaba con Ashraf la recibió con un beso y una sonrisa

—Hana bienvenida, estaba por salir a comer con Ashraf, viniste para ir juntos

Hana detallo las maletas en el vestíbulo y Elif explico:

—Después de comer con ustedes me iré directo al aeropuerto. Me espera mi verdadera vida- señalo y Hana pudo percibir dolor en sus ojos.

Entonces Elif era como ella resentía sus tradiciones y tampoco quería casarse con un hombre al que no amaba como le dijo Ashraf ¿fue realmente la decisión de padre y ella decidió no objetar e ir contra sus costumbres?

Entrando a la suite le respondió:

—No iré con ustedes solo necesito que dediques una media hora para hablar.

—Okey llamare a Ashraf y le diré me atrasare, ponte cómoda -acordó tomando su teléfono y marcando a Ashraf.

Luego fue hasta el sofá donde estaba Hana sentada y fue directo al grano.

—¿Tú dirás? De qué quieres que hablemos.

Hana suspiro profundo sintiendo una punzada en su corazón porque presentía que lo que iba a escuchar le iba a causar más dolor.

— Conoces a Ashraf de toda la vida, él te ve como su hermana, dime tu, Háblame de Ashraf, el que tú conoces.

Elif la miro con desconcierto y pregunto

—¿A qué viene eso?

—Hace poco tuve un encuentro con Aysel-informa

—¿Aysel está aquí en Estados Unidos?-exclamo Elif sorprendida- que mujer seguirá a Ashraf hasta el fin del mundo.

—Están juntos- le pregunto Hana esperando una confirmación de su parte.

Aguanto la respiración mientras una corriente eléctrica corría por sus venas ante lo que podía ser el descubrimiento más doloroso.

Elif finalmente dijo:

—No lo sé-respondió evasiva Hana quien la noto nerviosa, era claro que no quería responder sus preguntas y por ello se le veía incomoda.

—Elif hablemos claro- Lo que sea que me digas Ashraf jamás sabrá que fuiste tu quien me lo dijo- le prometió esperando ganarse su confianza.

Pero Elif se puso de pie y le pidió desesperada.

—Hana mejor vete, Ashraf quedo en venir a buscarme en media hora

—No me dirás nada entonces- le cuestiono- toda tu lealtad es hacia tu primo.

Hana creyó ver un destello de vergüenza en la mirada de Elif e insistió.

—Elif dime la verdad, que secreto guarda Ashraf que hará que lo odie.

Elif le mira sorprendida, no comprendiendo que le habla, pero eso es lo que quiere dejar ver, pues Hana ha dilucidado en sus ojos que sabe perfectamente de lo que le habla.

Elif volvió a tomar asiento y guardo silencio durante unos segundos mientras Hana esperaba expectante y con el corazón acelerado, sus manos temblaban en su regazo y transpiraba por la ansiedad.

Finalmente Elif le dice:

—No creas todo lo que te dice Aysel, ella busca separarte de Ashraf

Cansada de sus rodeos y evasivas y suponiendo que su preferencia sea para Aysel por ser el primer amor de Ashraf Hana la increpa:

—Y tú no buscas separarme de él.

Elif entonces se decide a hablar, y confiesa:

—Realmente quisiera liberarte de el para que no te toque vivir lo que yo viviré y Ayla, y todas las mujeres de mi familia.

Hana la insta a seguir

—Explícate.

—Sabes que me casare con un hombre que me dobla la edad y es un degenerado, morboso y asqueroso, pero fui comprometida por mi padre y tuve que aceptar su voluntad, por eso te entiendo al igual que tú, fui vendida porque no puedo darle otro nombre a un arreglo comercial a un hombre al que apenas he visto tres veces y este año me deberé casar con él y lo que tu hiciste es digno de admirar, no sabes lo que te admiro, y por eso no quisiera que Ashraf te siga engañando, no quiero que caigas en sus garras y te haga sufrir porque ese deseo es lo único que lo ha alimentado durante estos cinco años que te fuiste.

—Eso no me dijo Ashraf, que fue tu decisión aceptar el matrimonio- la cuestiona poniendo en duda por un momento su versión de la historia.

—Obviamente no quería que supieras que sus tradiciones en su familia siguen vigentes- rebatió Elif.

Hana ahora pensó en Ayla quien también estaba comprometida con un hombre mayor y conocía a Endorgan su suegro que era un fiel creyente de las tradiciones y Ashraf porque si era diferente, si no estaba de acuerdo y amaba a su hermana no se oponía a la decisión de su padre.

Elif continúo su relato:

—No quiero casarme, pero debo hacerlo o seré execrada de mi familia para siempre.

—Puedes negarte, hacer tu vida en otro lado- le señalo. Así como ella lo hizo

Elif suspiro profundo, desvió la mirada y ahora ya no se mostraba como esa mujer segura que le causaba cierta resistencia, ahora podía ver su propio reflejo en su espejo. Dos mujeres con un destino decidido por sus familias.

—Yo no soy como tu Hana que tienes familia en Estados Unidos, nadie me apoyara, ni siquiera Ashraf porque en nuestra comunidad los patriarcas son los que ordenan, dictamina y deciden.

Era cierto

—Cuéntame ahora de Aysel-cambio de tema urgida por conocer más de este hombre que seguía siendo un enigma.

—No es cierto que Ashraf no tiene corazón, si lo tiene pero su corazón eternamente siempre le pertenecerá a una mujer, a Aysel, el solo la ha amado y seguirá amando a ella, es la mujer de su vida, siempre la amo, fue su primer amor y de su juventud, esa es la única verdad

Un huracán paso y destruyo todo a su alrededor

—Hana que prefieres vivir toda la vida en una mentira o verdades que duelan hasta desear morir

Hana no respondió decidida a esa segunda opción y en tono imperante le exigió:

—Es pasado-apunto tratando de convencerse a sí misma.

—Pasado, presente y futuro es lo mismo pero te contare en detalle

Hana sabía lo que eso significaba que Aysel había estado y siempre estaría presente en la vida de Ashraf, y cuando viajo a París fue a visitarla y estaba convencida que no solo salieron lo más seguro es que durmieran. Pero Ashraf negó verla en París, sin duda era un mentiroso consumado.

Eran amantes y Aysel no tenía problema en serlo, de aceptar una vida con Ashraf debería lidiar con el hecho de ser la primera esposa, pero aceptar que también tuviera vida marital y familiar con su otra esposa y su amante y cualquier otra mujer que apareciera.