Capítulo 20

864 79 1
                                    

Tobio

Luego de que Kuroo se fuera, Bokuto y yo nos vimos, sabiendo que debíamos hacer. Primeramente, llevamos nuestros omegas a casa. Hinata estaba algo triste, lo sabía, pero no podía hacer nada mas que estar con él.

Y eso fue lo que hice hasta que se quedo dormido a altas horas de la madrugada, 3am para ser exactos. Cuando supe que estaba totalmente en un profundo sueño, le envié un mensaje a Bokuto, me coloque las botas y una ropa algo gruesa, por el viento frio que estaba haciendo en esos días, y salí de mi casa lo más silencioso que pude.

Me monte en mi auto y me dirige al único sitio donde creía que poder estar Kenma, realmente esperaba que estuviera ahí.

Una hora trascurrió hasta que llegué a un pequeño pueblo, uno que realmente nunca pensé pisar otra vez. Dirigí mi auto en un estacionamiento publico cerca de donde pretendía ir, y sonreí cuando vi el carro de Bokuto también. Me estacione a lado de él, y revise la hora antes de bajar; Eran las 4:17am.

—Al fin llegas. — Le dijo Bokuto saludando con un puño.

—No iba conduciendo como un loco, la verdad.

Bokuto me sonrió. Sabía que de los dos él era que peor conducía.

—¿Listo? — Me pregunto. —No lo sé, pero debemos ir. — Fueron mis palabras para empezar a caminar por aquel pueblo, que, a esas horas, se veía un poco espeluznante.

Unos 10 minutos después, nos quedamos mirando una vieja casa, pequeña, blanca, con un jardín bastante destruido, se notaba que no había vida en ese lugar por años, y como no, nunca pisamos aquel lugar hasta hora.

—¿Trajiste las llaves? — Le pregunte a Bokuto, quien asintió y abrió la reja de entrada. Caminamos un poco mas y llegamos a la puerta principal.

—Llego la hora. — Dije suspirando pesado.

—Espero que este.

—Yo también. — De verdad esperaba que sí.

Bokuto abrió la puerta y entramos, encendiendo las luces nos adentramos a la vieja casa, en la cual en algún momento vivimos.

Bokuto siguió el camino de las escaleras, y subió directamente a las habitaciones. Yo en particular, camine y observe aquel lugar, lleno de polvo, con cuadros sucios y algo rasgados. El piso sonaba bajo mis pies, y el sofá del medio de la sala, estaba... Limpio.

Alguien estuvo aquí y no fue hace mucho tiempo.

Termine de ver la casa por abajo, revise la dispensa, tenia algo de comida, y la nevera estaba enchufada. Kenma definitivamente estaba ahí, o sino era él, debía ser un loco de la calle, no había otra opción.

Pero bueno, ya era hora de dar la cara. Subo las escaleras de apoco y veo tres habitaciones, una seguida de las otras, sonrió recordando viejos tiempos. Especialmente cuando éramos todos unos niños y correteábamos por aquí, creyendo que sabíamos hacer cualquier cosa, cuando en realidad no era así.

Camino un poco mas y me dirijo a la última habitación, que tenía la puerta abierta. Abro un poco mas la puerta y observo como la tenue luz de la luna alumbra un poco aquella habitación y sonrió con nostalgia a ver a Bokuto acostado en el suelo del lado derecho de Kenma, mirando el techo.

Me quedo un segundo viéndolos, pero Kenma mueve su mano izquierda, dando pequeños golpes al suelo, en señal de que me acostara también. Le hago caso y no pasan dos segundos cuando me echo a llorar.

—Perdóname, por favor, perdóname.

Repito, repito con el dolor de mi corazón, y me aferro a su cuerpo, abrazándolo. Bokuto hace lo mismo.

Ambos estamos llorando tanto que nos cuesta respirar, se nota por nuestras respiraciones. Kenma aun no dice nada, solo nos pasa sus manos por las nuestras, dando muestra que está ahí con nosotros.

Mis lagrimas no se detienen, y los recuerdos me golpean.

Siempre tres, siempre nosotros tres. Nunca nos hemos separado, nunca vimos el peligro realmente que nos enfrentábamos a diario en nuestras misiones. Por muy duro que hayamos aparentado, seguíamos siendo unos críos jugando con armas.

Los últimos meses nos demostraron eso. Y me sentía tan jodidamente mal por haber sido tan débil, por no poder haber hecho nada en todas las situaciones primordiales. Me sentía un inútil y sabía que Bokuto también se sentía así.

No pude proteger a mi novio como debía, no protegí a mi mejor amigo y no pude protegerme a mí mismo.

Que jodida mierda.

—¿Ya bajan a dejar de llorar o les tengo que limpiar los mocos también?

No pude evitar reírme. Limpiándome mis lagrimas le respondí; — ¿Cómo se te ocurre desaparecer mas de un mes sin decirnos nada? — Kenma rio suave.

—No sabía que hacer, por primera vez en mi vida.

—Nosotros no sabíamos que hacer sin nuestro mejor amigo. — Le dijo Bokuto.

—¿Crees que lo mejor fue alejarte de todos y no decir nada? Casi nos morimos de la tristeza.

—¿Soy tan importante así?

Bokuto se levantó a medias del suelo, sentándose. —Me parece estúpido que lo preguntes. Claro que eres importante, tú y Tobio son lo segundo mas importante de mi vida.

Kenma rio. —¿Y que es lo primero? — Bokuto sonrió, lo note. —Mi amado omega Akaashi, es tan lindo, ya lo extraño también.

Esta vez todos nos reímos, un poco mas relajados, Bokuto no cambiaba.

—Él tiene razón, eres importante, sabes que nos importas.

—Por mi sufrieron tanto.

—Por ti vivimos tanto. — Le dije, sentándome yo también.

Kenma aun observaba el techo y hablaba.

—No quiero que se discúlpenme conmigo, yo soy quien siente la culpa, yo hice que casi los mataran a todos.

—Tú hiciste lo debías hacer, nada de lo que ha pasado los últimos meses ha sido tu culpa, y debes entender eso. — Le aclaro Bokuto y yo no pude estar más de acuerdo.

—¿Cómo supieron donde estaba?

—Tu querido novio nos insinuó que podías estar aquí.

—Pero si Kuroo no conoce este lugar. — Dijo extrañado. Y fue cuando sentimos la presencia de un alfa, y los tres dirigimos nuestra mirada a la puerta de la habitación, donde efectivamente, estaba Kuroo parado.

—Creo que es hora de dejar de jugar las escondidas, omega. — Fue lo único que dijo, y Kenma se sentó en el suelo, mirando únicamente al alfa notoriamente molesto que estaba en la puerta.

Sabia que esto era algo que ellos debían resolver.

—Nos usaste para encontrar a Kenma. — Le acuso Bokuto y Kuroo levanto los hombros. —Fueron de ayuda, se los agradezco.

Kenma no decía nada, solo lo miraba y supe que debíamos irnos de ahí.

—Es hora de irnos Bokuto. — Dije levantándome del suelo, ayudando a mi mejor amigo a hacer lo mismo.

—¿Nos volveremos a ver pronto Kenma? — Le pregunto Bokuto pero no recibió respuesta, o por lo menos, no de parte de él.

—Lo harán, no se preocupen por eso. — Respondió Kuroo. Ambos asentimos y nos dispusimos irnos de aquel lugar, era su turno para hablar.

Mientras caminábamos devuelta a los autos, Bokuto pregunta lo que tenia en mente de hace minutos.

—¿Crees que le haga daño?

No dudo en negar. —Kuroo lo ama más que nada, estoy seguro que no le hará nada, solo está molesto.

—Espero que lo resuelvan.

—Yo también amigo. — Le digo para de seguida despedirnos e irnos a nuestras respectivas casas.

Omᥱgᥲ // KᥙrokᥱᥒWhere stories live. Discover now