Prologo

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—Feliz cumpleaños Jisung — Jeongin encendió las velas del pastel con una gran sonrisa, el departamento que ambos compartían se encontraba en completa oscuridad, era media noche, el momento perfecto para soplar las velas y pedir un deseo.

El omega de cabello azul cerro sus ojos y sopló las velas, su único deseo era ser feliz, realmente esperaba un día serlo —Muchas gracias Jeongin, gracias por estar conmigo siempre, realmente lo aprecio — Tragó saliva contendiendo sus lagrimas — Gracias por ser el único que permaneció a mi lado después de ser abandonado, eres un hermano para mi Jeongin.

Jeongin negó con una sonrisa — No tienes porque agradecerme Hannie, no merecías nada de lo que te pasó.

Jisung sorbió su nariz y asintió — Fue un año difícil — susurró tocando la marca sobre su hombro — realmente difícil. 

—El que viene será mejor  — Dijo Jeongin con una gran sonrisa — Estoy seguro que todo mejorará.

—No lo se Jeongin, un omega abandonado no vale nada ante los ojos de los demás — Bajó su mirada y se dedicó a cortar el pastel. 

—No digas eso...

—Y vale aun menos un omega que le fue infiel a su alfa — Murmuró sin  atreverse a levantar la mirada. 

—Pero ese no es tu caso Jisung ¿cierto? — Preguntó el otro omega con inseguridad — siempre defendiste tu verdad, aun si Minho se negó a escucharla, eres inocente.

—Eso ya no importa Jeongin, todo el mundo me cree culpable, aun cuando nos mudamos de ciudad en el momento en el que descubren la marca en mi hombro y mi falta de alfa comienzan a juzgarme y a alejarse de mi ¿qué importa ahora si lo hice o no? para todos soy basura.

—Para mi no lo eres Jisung y espero que para ti tampoco lo seas — El omega menor abrazó a su amigo al borde de las lagrimas — Tranquilo, pudo ser peor, pudo abandonarte con un cachorro, es una suerte que no fue así.

—Lo peor es que yo moría por tener un cachorro suyo — Una corta risa salio de sus labios mientras limpiaba una rebelde lagrima que caía por su rostro — Que tonto fui, gracias por recomendarme tanto esperar para tener cachorros, no se que haría si no te tuviera, siempre estás salvándome. 

—Ya lo se, me necesitas para cuidar de tu culo — Bromeó el omega apretando descaradamente el trasero de su amigo. 

Ambos rieron con amargura, había dolor en ellos pero debían ser fuertes e intentar disfrutar de esa noche, ya mañana desempacarían sus cosas para instalarse en su nuevo departamento,  el cuarto en ese año, en una nueva ciudad por tercera vez, Jisung  no había sido bienvenido en las anteriores, perdiendo un trabajo tras otro y siendo echado de un departamento tras otro.

Ser abandonado con una marca era la peor pesadilla para un omega. 

EFÍMERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora