Capítulo 39: ¿Esposos?

453 30 6
                                    



Al llegar a nuestro destino empezamos a acercarnos lentamente, sin saber realmente que teníamos que hacer.

Nos abrió el portón un hombre con rulos y cara de idiota, parecía que nunca habia salido de estos muros.

La verdad parecía que nadie había salido de ese lugar, es como si el tiempo y el fin del mundo no hubieran pasado por ahí.

Estaba todo como el mundo de antes, había una mujer paseando a un perro, otras tomando el sol, todo parecía irreal y por un momento sentí envidia, envidia de la oportunidad que ellos tuvieron y que nosotros no. Y no hablo solo del grupo hablo de todas las personas a las que me he encontrado.

No sé si fue que empezaban a cerrar el portón o yo ya estaba muy loca para pensar que nos estaban encerrando. Pero estábamos seguros, ¿Porque me sentía así?.

Un pensamiento me golpeó de repente, ¿Y si Lu hubiera llegado a ese lugar, estuviera con vida?, y si Lu no hubiera muerto aún estuviera con Negan?.

Los pensamientos empezaron abrumar mi mente, no era capaz de sentirme bien, me estaban encerrando en una jaula de oro, algo que a mí parecer no lo merecía. Mi abuelito Hershel se lo merecía, Lu se lo merecía hasta Negan se lo merece pero yo no sentia merecedora de algo bueno.

Tantas personas muertas y yo aún estaba aquí.

Salí de mis pensamientos cuando escuché la orden de Rick hacia Sasha.

No solo era una orden para eliminar un caminante era una amenaza hacia los demás, tenía que demostrar con lo que se estaban metiendo, claramente estaba sembrando miedo desde un inicio.

Al parecer lo de la audición si era cierto porque esperamos a que nos entrevistará la  líder del lugar.

Era mi turno, Merle había salido de aquella casa, pero antes de que me metiera me tomo por los hombros y me habló despacio.

—Le dije que éramos hermanos.

—¿En serio Merle?— me burle — No sé si te diste cuenta de nuestro notable color de piel — Merle solo bufo.

—No seas tonta mocosa, hermanos del alma. Habla bien de mi— dejo mis hombros y me dió un empujón para entrar.

Al entrar me sentí rara, la casa estaba perfectamente limpia.

Estudie un poco los estantes con libros hasta que una voz me detuvo.

—Hola Cameron, puedes sentarte— era una mujer ya mayor, limpia y con una cara amable que te daba cierta tranquilidad.

No tarde mucho en hacerle caso, me sentí en un cómodo sillón que si la señora no estuviera ahí lo hubiera usado para dormirme.

—¿Podría grabar nuestra plática?— la mire confundida.

Hasta el momento no me había percatado de la camara que estaba al lado de ella.

—Claro, no veo el problema— dije, me esperaba todo menos que me grabarán.

—Dejame presentarme, soy Deana, mucho gusto Cameron— solo asentí. Ya sabía su nombre gracias a Aaron.

—Esto es una comunidad segura, aquí estarán bien— quería creerle por los niños por nosotros.

Pero la duda ahí estaba, ¿Por qué un lugar casi perfecto buscaba personas como nosotros?.

—¿Cómo sabemos si esto es real?— me atreví a preguntar.

Deana río un poco, al parecer esa pregunta se la habían hecho ya varios del grupo.

—Es real, Cameron. Necesitamos gente como ustedes. Personas que sepan pelear que entiendan como manejarse en el mundo de allá afuera.— silencio, solo eso recibió de mi parte.

—Tu hermano, Merle, me comentó varias cosas, pero necesito saber de tu boca ¿qué es lo que tú sabes hacer?— soltó un suspiro casi como una pequeña risa disfrazada.— Aunque de hermanos no tienen nada.

Me tocó a mí reír.

—Somos hermanos porque hemos pasado muchas cosas juntos. —suspire recordando todo lo que había pasado con Merle—
Pues realmente no se en que soy buena, podría decirle que se me da bien salir a buscar cosas pero de eso ya estoy cansada, pero no entiendo, ¿Para que me pregunta eso?— me acomode mejor en el sillón, me estaba poniendo demasiado cómoda.

—Aqui todos tienen que aportar algo, y mi decisión se basa en lo que eras buena en el mundo de antes. Así que Cameron, ¿en qué eres buena?— acercó más su cuerpo hacía mí.

—En lo que sea, si mi respuesta nos permite quedarnos aquí estoy dispuesta a hacer cualquier cosa— mi respuesta le agrado ya que solo asintió y sonrió.

—Muy bien, si es así tendré que pensar muy bien tu trabajo.— regreso a su lugar.

—Perfecto— respondí.

—Me daba mucha curiosidad conocerte, Cameron. A todos los que he entrevistado hablan maravillas de ti— me sorprendió lo que decía.

—No sabía eso —  me tomo desprevenida.

—Tu esposo aquel hombre que a simple vista se ve rudo y muy solitario no dejo de decir que el lugar tenía que ser real, ya que quería que tú y los niños estuvieran bien.— a este punto mi boca estába literalmente en el suelo.

Parpadeo un poco para reacomodar mis ideas.

—¿Mi esposo?— pregunté con una mueca y antes de poder negar algo ella me contestó.

—Claro, tu esposo Daryl. Claro que me comentó que ustedes no usaban mucho ese termino— maldito Daryl.

Quería creer que Daryl tuviera una muy buena explicación para decir que yo era su esposa.

—Es un hombre muy correcto— Deana me saco de mis pensamientos.

—Claro, claro correcto. ¿Esto es todo?— quería salir lo antes posible de ahí.

Deana un poco confundida asintió, me despedí ye retire de aquella casa.

Afuera pude ver a Merle y Daryl esperándome ya los demás se habían ido.

—Vamos pulga, nos darán una casa enorme, ni tu jodido ex tenía una casa tan grande— reí bajito.

—La casa de ese idiota— dije recordando la casa que tenía.—  No recordaba a ese hombre— negué con la cabeza.

— Que afán de siempre hablar de ese idiota. Siempre tiene que salir en las conversaciones— Daryl bufo y paso al lado de nosotros caminando más rápido.

Merle me dió la seña que siguiera a Daryl diciéndome que el iría en unos minutos.

Corriendo alcance a Daryl y me dispuse a caminar a su lado.

—Oye Daryl— hizo un sonido dándome a entender que me estaba escuchando. —¿Porque dijiste que éramos esposos?— le dije.

Daryl chasqueo la lengua. —Era necesario— su respuesta me dejó más confundida que al inicio.

—¿Necesario?, ¿Porque sería necesario?— volví a preguntar.

—Para protegerte de cualquier idiota— ¿Protegerme?.

—Creo que no estoy entendiendo, Daryl— al ver que yo no dejaría ese tema de lado Daryl solo ignoro la situación y se adelantó.

—¿Qué pasó borrego?, ya te dijo Merle que el arquero se puso celoso del hijo de la tal Deana— voltee a ver a Abraham con los ojos abiertos.

—No, no me dijo nada— negué.

Abraham río— Si, al principio creímos que era porque no habían visto gente como nosotros pero cuando el hijo de Deana no te quitaba la mirada de encima se molestó demasiado— ahora sabía la razón del porque dijo que éramos esposos.

Vaya que Daryl era aún una caja de sorpresas.

Daryl DixonWhere stories live. Discover now