𝗙𝗢𝗟𝗞𝗟𝗢𝗥𝗘| ❛ Estóy encantada de conocerlos, por favor, no tengan a alguien más, por favor, no esperen a alguien más. ❜
⇢ 𝗔𝗻𝗴𝗲𝗹𝗶𝗻𝗮 𝗠𝗼𝗻𝘁𝗴𝗼𝗺𝗲𝗿𝘆, dulce niña, Angelina habiá estado tanto tiempo sola que olvidó que se siente el am...
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❛ 🐚 ⊹ ▦ ୧ - ❪ 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝗲𝗻𝗴𝗮ñ𝗼𝘀𝗼 ❫
Angelina venía, ciertamente, cansada, había salido todo el día de casa, pues había ido con Gale y Jennifer. Abrió la puerta de su casa, mientras sentía un malestar instalarse en su pecho.
¿Qué podría ser?
Tan pronto intentó abrir, una fuerza le empujó la puerta para volver a cerrarla, frunciendo el ceño, intentó volver a abrirla, teniendo el mismo resultado de antes. Pensando lo peor, intentó abrir más y más, hasta que Billy lo hizo.
- Hola, linda-Saludó, ciertamente nervioso. Angie, quién lo miraba esperando una explicasión, alzó las cejas para que la dejara pasar-. Oh, sólo deja hago algo, ¿si? Quedate aquí.
La menor esperó a que se fuera, para poder entrar, al hacerlo no vió nada, sólo estában su hija y Sam jugando. Caminó a su habitación con un ceño enormemente fruncido.
Mala decisión.
Abrió la puerta, sintiendo su corazón dejar se latir unos segundos, para luego volver a hacerlo, al ver la escena frente a ella.
Una chica, sus dos novios. ¿Qué estába pasando?
- Angie...-Habló Stu al alzar la cabeza, notandola pasamada en la puerta-. No es...
- ¡Es justo lo que parece!-Gritó la Montgomery, ahora, con furia. A grandes pasos, tomó a la otra chica de el cabello.
Ella sólo pudo soltar un jadeo dada la impresión que aquello la causó, ni siquiera pudo reaccionar cuándo Angelina ya la estába arrastrando escaleras abajo, sin importarla los gritos de dolor de la otra, o cuándo sus hijas se escondieron detrás del sofá.
Una vez estuvo abajo, rompió todo lo que se fuera encontrando, jarrones, tasas, mesas, sillas, fotos. Todo lo que fuera de vidrio lo iba aventando contra el rostro de la mujer. O más dicho, zorra.
El rostro de la otra mujer ya no era reconosible. Estába ensangrentada, lo único que podía hacer era taparse la cabeza con las manos, tratando de evitar los golpes, pero Angie no se daba por vencida, sintió un pequeño jalón en su hombro, lo que la hizo soltarla, era Billy.
- ¡Vete, perra!-Grito Billy, sosteniendo a su novia. La otra, obediente, salió corriendo-, Angie...
La menor se soltó de su hagarre y lo empujó contra la pared, sintiendo más enojo al ver a sus hijas asustadas. Stu trató de retenerla, pero obtuvo el mismo resultado.
- ¡Todo esto fue una maldita mentira!-Gritó sin pensar-. Vamos, no sabemos ni siquiera que es el amor.
- ¡Claro que sí!-Gruñó Stu-. Lo sabemos...
- ¿A sí?, ¿entonces por qué se estában revolcando con alguién más?
- Tú te la pasas fuera, ya sea cuidando a las niñas o con Gale. Nunca estás-Farfulló Billy, cómo si hubiera algo que loa defendiera o los argumentara.
- ¡Jodanse! ¿Saben por qué nunca estóy?, ¡hemos estado peleando casi todos los días!-Paró un momento-. Quería evitar pelear, pero veo que encontraron otra salida a esto, eh.
- ¿¡Evitarlas!? Carajo, Angelina. Esas mierdas las tenemos todos los malditos días, sin importar que-Bramó Stu, Angie negó con una sonrisa sin sentido.
- ¡Sí! O quizá mi madre tenía razón sobre ustedes-Mumuró-. Yo jamás sería suficiente.
- ¿Qué? No, no es eso-Negó Billy. Angelina subió escaleras arriba, siendo seguida por ellos-. Angie, abre...
Angelina se sentía traicionada, devastada y, cómo si eso no fuera lo peor, ellos querían seguir hablando.
El brillo desapareció violentamente, mientras lagrimas sin sentido salían de sus ojos. Rompiendo cada una de las fotos que encontrara en la habitación, la tristeza invadiendo su cuerpo, a lo que antes se podía llamar estabilidad, se había ido a el demonio con rapidéz, sus pensamientos evitaban la sensates en ella, la poca cordura colgaba de un fino hilo, ahora, el dolor evitaba cada uno de los pensamientos sororos. De hecho, la sororidad no estába ahora.
Se sentó en la cama a llorar, sintiendo que todo fue la mentira más grande, sintiendo su corazón mallugarse contra ella, todo el mundo de vino contra ella y ni se dió cuenta.
Y ahí se dió cuenta de algo: los hombres son iguáles, su padre y ahora ellos, ella simplemente no podía. Miró una maleta cerca de ella y empezó a guardar ropa, de ella, de Sam y de Aurora. No planeaba dejarlas con ellos y que les metieran ideas sobre ella.
- Angelina, ¡abre la maldita puerta!
La menor abrió la puerta, pero sólo para salir por sus hijas. Los dos chicos al ver la maleta, fruncieron el ceño, corrieron detrás de ella.
Stu la tomó del brazo, regresandola a su anterior camino, chocando con su pecho, Angie se movió, tratando de liberarse del fuerte hagarre, más no pudo hacerlo.
- Por favor, sólo...
Angelina no habló sólo lo empujó y caminó hacía las dos niñas, las cargó cómo pudo y se fue se la casa, los otros dos se quedaron ahí, queriendo morir...
El amor duele tan mal, el amor es un dulce que después sabe amargo contra tí. El amor no es bueno.
La calle estába sola, mientras ella manejaba, las dos niñas iban en la parte trasera del auto, jugando con sus manos o a veces durmiendo.
Al llegar a la casa de Tatum, llamó a al rubia-, ¿Angie? Son las cuatro de la mañana, ¿qué pasa?
- ¿Puedo quedarme hoy en tú casa?
- ¡Dios eso no se pregunta! Claro que sí.
- Gracias, Tate.
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