Para Lucius Malfoy, su vida había sido solo una, cumplir con su papel de mago sangrepura, casarse con alguien de su misma categoría, fuese alfa u Omega, lo que importaba era saber qué podía engendrar bebés.

Así se presentó Narcissa Black, era una candidata respetable y hacia todo lo que le decían.

Su primero y único hijo, era Draco, un chico sobresaliente, tenía buenas notas pero siempre estaba obsesionado con Harry Potter, sabiendo que ellos eran partidarios de Lord Voldemort.

De forma indirecta también había conocido a aquel muchacho, dejando a uno de sus elfos domésticos libre, una falta de respeto para una persona que recién sabía sus orígenes.

No podía negarlo, en algún momento bromeó con su esposa sobre qué Harry Potter y su propio hijo llegarían a estar juntos.

Todo se fue al demonio cuando se descubrió que su heredero era un asqueroso omega.

No podía aceptar algo así, Narcissa no interfirió, ella misma le había dicho a su propio hijo que estaba decepcionada, dos alfas teniendo a un Omega, totalmente inaceptable.

Así que se había ido, con Severus Snape, por supuesto, aquel hombre tampoco era una persona la cuál llegará a darles noticias sobre cómo se encontraba ese chico.

Estuvieron años incomunicados, por supuesto, su esposa comenzaba a sentir remordimiento años después, la culpa parecía querer consumirla cuando ella misma había dicho esas palabras a Draco.

Por ciertos medios, se enteró que su hijo había decidido ser medimago, una profesión noble pero demasiado mediocre, aunque si lograba vivir con eso, no se quejaría, nunca había pedido o reclamado su herencia, así que estaba bien.

Aunque, la gran sorpresa que se llevó, después de tantos años, es que realmente Harry Potter, un alfa y ex-auror, se convirtiera en pareja de Draco Malfoy, un Omega despreciable para la alta sociedad.

Por supuesto, había recibido una carta anunciando que estaba saliendo oficialmente con ese chico.

Eso había sido una gota que derramaba el vaso que ya estaba lleno referente a un Malfoy.

Juntarse con un mestizo, no había más grande humillación que esa; pero, tal como no había indagado en la vida de Draco, no lo haría en es momento, no es como si fuese algo interesante de saber.

Además, Harry Potter seguía el ejemplo de sus padres adoptivos, Sirius Black, un alfa de parte de la familia de su esposa, por supuesto, no había parentesco, pero era irónico su pareja, Remus Black-Lupin, un Omega mestizo, además de ser un hombre lobo.

No debía esperar más después de ver un juicio dónde un alfa estuvo a punto de ser abusado.

—Vaya pareja más débil se encontró— Lucius dejó aquella carta de lado, terminando su copa de vino.

—Lucius, ya hablamos de esto— Narcissa parecía querer defender a su hijo.

—Solo digo los hechos, habían demasiados Buenos prospectos, incluso para aquella chica Greengrass, habría aceptado casarse con un Omega mediocre—

Narcissa no dijo nada más, ya no tenía derecho a tratar de enmendar las cosas después de tantos años, ella misma había despreciado a Draco.

—¿Harás que vuelva ese matrimonio? Sabes que Draco dirá que no—

—Narcissa, querida, no sabes cómo influyen los apellidos en estas situaciones, me encargaré de que todo sea perfecto, Draco ni Potter podrán negarse—

Eso no sonaba a algo bueno.

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El Omega Perfecto [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora