PUREBLOOD* / Harry Potter

Accidente con dementores

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Hoy realizábamos una visita a Hogsmeade, la tía Lynn ya había firmado nuestras autorizaciones, solo debíamos entregárselas a McGonagall. Una vez que hicimos eso me acerqué a Ron y Herms.

- ¿Vienes?- me preguntó Draco poniéndose delante mío.

- Pasaré tiempo de calidad con mi hermano y otros amigos- el rubio miró atrás y volvió su vista a mis ojos.

- Bien- dijo no tan convencido. - Pero si te aburres, me buscas.

Le sonreí para luego irme con el trío de Gryffindors aunque faltaba alguien, Harry. "El odioso de su tío no le firmó la autorización" respondió Ron luego de preguntarles donde estaba el azabache. Nos fuimos a Hogsmeade.

Al llegar aprecié varias cosas, era un pueblo pequeño que tenía su encanto, el humo salía por la chimenea de varias cabañas, tiendas de dulces, artefactos para bromas y un bar. Con Liam fuimos a la tienda de dulces,el azúcar era mi segunda cosa favorita y con el dinero que nos dió la tía Lynn compramos muchas ranas de chocolates y grageas de todos los sabores. La visita duró poco ya que no pudimos visitar "La Casa de Los Gritos" por eso volvimos antes, acompañé a mis amigos y hermano hasta la entrada de su sala común mientras le contábamos a Harry todo sobre la visita.

- La tienda de dulces es fantástica, pero nada como la tienda de bromas de Zonco- le comentó Ron.

- Aunque no pudimos ir a la casa de los gritos- le dije yo.

-Sabes que es-.

-La más embrujada- completó Harry. - Sí, lo sé.

Nos detuvimos en la escaleras al ver que muchos Gryffindors estaban mirando y murmurando sobre un cuadro roto.

- ¿Qué sucede?- preguntó mi hermano.

- Tal vez Neville olvidó la contraseña- respondió Ron. Pero el antes nombrado estaba justo detrás de nosotros.

Intentábamos ver qué sucedía hasta que Ginny se nos acercó.

-La señora gorda se fue.

Efectivamente así fue.

-Será mejor que me vaya- dije a punto de despedirme.

-¿Por qué?- me preguntó Harry.

-No es muy apropiado que una Slytherin esté cerca de la entrada de la sala común de otra casa, y mucho menos si es la de Gryffindor- comenté. -Los veré luego, adiós.

Caminé hasta la mazmorras e ingresé a mi sala común. Estuve tirada en un sillón hasta que llegó Draco para sentarse al lado mío y platicar sobre los sucesos recientes. Me gustaba pasar tiempo con él, era honesto, inteligente y demostraba empatía conmigo, a veces era un idiota pero nadie es perfecto. Todos en la sala nos paramos al ver entrar a Snape con su seriedad tan característica.

- Luego de la cena todos los estudiantes dormirán en el Gran Salón así que quiero que después busquen sus almohadas y pijamas. No se les dirá la causa, estás son órdenes de Albus Dumbledore.

Draco y yo nos miramos ¿tendrá algo que ver con la Dama Gorda? ¿Qué carajos sucede?

Y así fue esa noche, dormí entre Herms y mi hermano pero este estaba en un sueño profundo, por eso estuve hablando con mi amiga un buen rato. Me contó la causa de que todo el colegio estuviera durmiendo en el Gran Salón, resulta que el famoso asesino Sirius Black había entrado a Hogwarts, debido a eso la Dama Gorda desapareció ¿Por qué vino hasta aquí? Hermione no me dijo, se quedó dormida la pobre. Yo estaba por hacer eso pero me levanté para acomodar la almohada.