Charla

89 9 0
                                    

Se adentró en la sala de estar a paso lento, lleno de incertidumbre.



-Siéntate, por favor -le pidió la dama con una sonrisa dulce con la que aparentaba ser inofensiva. Yoongi miró la escalera de soslayo, entonces ella volvió a hablar -Tranquilo, no haremos esperar mucho tiempo a tu... Amigo.



Sin emitir palabra, tomó asiento en uno de los pequeños sillones que se encontraban casi en medio de la sala. Su madre ocupó el que se encontraba de frente y a su izquierda.


Intentaba no verse muy nervioso, pero era complicado. No había tenido muchas charlas de este tipo con su madre, por lo que estaba muy poco acostumbrado.


-Mira hijo... -hizo una breve pausa, tal vez meditando de qué forma le diría lo que tenía en mente. Se mordió el labio inferior un momento y luego prosiguió -Para empezar... Sé que estos meses no hemos estado muy unidos... Y lo siento por eso -oh, había tomado un rumbo muy incómodo muy rápido -Pero no creas que has dejado de importarme, ¿Sí? -le dedicó una mirada que mezclaba el amor de madre con la suplica. Su madre le estaba rogando con la mirada que la perdonara por haber estado ausente tanto tiempo.


Tragó saliva sin mirarla a los ojos y asintió, casi no se notó ese movimiento de la cabeza, pero para la mujer eso pareció bastar porque enseguida continuó hablando:


-Gracias, cariño... -intentó sonreírle pero seguía muy incómodo, así que solo volvió a asentir -Lo otro que quería decirte es sobre, bueno... -le hecho una mirada a las escaleras, dando a entender claramente a lo que se refería. Al volver su mirada a su hijo, su semblante pareció cambiar, volviéndose un poco más seria y con una mirada un tanto dura -Veo que al parecer son buenos amigos -el azabache asintió -Pero Yoongi, lamento decirte que él... Él es... Su hijo -soltó al fin. El menor intentó no demostrar su inquietud ante sus palabras -Es el hijo de esa mujer, de la mujer que destrozó nuestra familia -Yoongi aún no dijo nada -Lo sospeché en cuanto lo vi, su rostro se me hacía familiar, pero pensé que solo eran ideas mías y entonces lo dejé pasar. Y luego pensé en su apellido, en que era demasiada coincidencia. Y cuando dijo que era de Busan, lo supe... -su madre tenía los ojos vidriosos. Al parecer le afectaba más esto que el hecho de no haber estado presente en la vida de su hijo no solo desde el divorcio, sino desde mucho antes.


Yoongi dejó de jugar con sus dedos y apretó las manos en puños. No estaba seguro de qué hacer, no quería actuar por la conmoción del momento, pero a la vez hacía mucho tiempo que quería soltarle todo lo que estaba pensando a su madre. Inhaló y exhaló profundo, buscando calmarse.


-Ya sabía de quiénes era hijo -decidió decir la verdad, provocando que la mandíbula de su madre callera con sorpresa -Y no te voy a mentir, al principió también le guardé rencor. Sin embargo, después me di cuenta de que era una persona muy diferente a lo que yo creía -sin darse cuenta sus facciones se suavizaron y quedó con la mirada perdida en la nada -Es un buen chico, mucho mejor que yo seguramente -se rio para sí mismo. Suspiró y devolvió la vista a su mamá, tornándose serio de repente -No dejes que tus prejuicios te nublen la vista mamá -dicho eso se puso de pie, dispuesto a irse. Mas cuando iba a mitad de camino se dio vuelta para dedicarle unas últimas palabras -Espero que vayas a mi próximo partido. Buenas noches.


No la escucho decir nada, ni una sílaba. Tampoco le sorprendió.


Al llegar a las escaleras se encontró con un Jimin sentado al inicio de ellas, abrazándose las piernas. Actuó como si no lo hubiera visto para no levantar sospechas, pero al llegar a su lado le ofreció la mano para levantarse. Jimin la aceptó y juntos se dirigieron a su cuarto.


-Perdón por escuchar a escondidas, fue de mala educación... -se disculpó con sinceridad una vez estuvieron dentro. Yoongi negó con una pequeña sonrisa.

-Descuida, no me molesta -y era verdad -Ven, vamos a dormir.


A la mañana siguiente, cuando bajaron a desayunar, no hubo rastro de la señora Sa. Al parecer había salido temprano, a pesar de ni siquiera tener trabajo ese día.


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Unos días después, cuando volvían de visitar a Jungkook, Jimin decidió contarle todo. Se sentaron en una banca de un pequeño parque que estaba cerca de allí. Le contó que su padre le había quitado su teléfono, que había tenido que asistir a sus reuniones, que habían peleado, que en un acto de impulsividad y consumido por el enojo, tomó la estúpida decisión de "arruinar" su cabello, aunque ante esto Yoongi aseguró que le quedaba genial. Luego de terminar su relato, Yoongi le sobó la espalda en silencio. Después de unos minutos, habló.


-Lamento que las cosas con tu padre no hayan resultado -hizo una mueca, Jimin lo imitó y luego levantó los hombros.

-Tampoco esperaba que fuéramos a abrazarnos y decirnos lo mucho que nos queremos -exhaló mirando hacia los árboles del parque -Al parecer no está tan enojado como imaginaba, no me ha vuelto a hablar pero tampoco me echó de la casa o cortó mi tarjeta de crédito.

-Bueno, si eso llegara a pasar, sabes que te puedes quedar conmigo -lo dijo con un suave rubor que enterneció a su novio. Jimin se inclinó un poco para dejarle un beso en la mejilla, susurrándole un "gracias" en la tersa piel.


El próximo partido de Yoongi estaba cerca. Lo único que el azabache esperaba era que sus padres fueran, aunque con suerte asistiría su madre, si no lo olvidaba. Pero para ser sincero, con la presencia del pelinaranja le era suficiente. Tenerlo ahí, apoyándolo y alentándolo... Significaba muchísimo para él.


Sabía que esta vez sus dos amigos irían a verlo junto con su novio -aún estaban de vacaciones cuando fue el anterior partido-, así que eso lo alegraba aún más, aunque no se animaba a decir todo eso en voz alta.


Sin embargo, sus momentos felices estaban condicionados por la incertidumbre respecto al hombre que lo amenazó hace casi un mes. No se había vuelto a cruzar con él desde entonces y le preocupaba lo que podría estar planeando. Además, sentía que se estaba tomando su amenaza demasiado a la ligera, cuando podría ser atacado en cualquier momento, o peor, podrían atacar a sus seres queridos.


Debería empezar a prepararse para lo que sea.


Love Maze-ymWhere stories live. Discover now