Fanfic cortos para leer antes de irte a dormir (Versión Severus Snape)

Trastorno alimenticio

T/n era una estudiante de último año, de la casa Ravenclaw. Era inteligente, curiosa y amable, pero también tenía un secreto que la atormentaba: sufría de un trastorno alimenticio. Desde hacía meses, se saltaba las comidas, se provocaba el vómito y tomaba pociones para adelgazar. Se sentía gorda, fea e indigna de amor. Se odiaba a sí misma y a su cuerpo.

Severus Snape era su profesor de Pociones. Era severo, sarcástico y exigente, pero también tenía un lado sensible que ocultaba tras su máscara de frialdad. Se había fijado en T/n desde no hace unos días atrás, y le había visto un gran potencial. Pero también había notado su deterioro físico y mental, y le preocupaba su salud.

Un día, después de la clase de Pociones, Snape llamó a T/n a su despacho. La chica entró con miedo, pensando que había hecho algo mal. Snape la miró con una expresión seria y le dijo:

- T/n, sé lo que estás haciendo. Sé que tienes un problema con la comida. Y sé que necesitas ayuda.

T/n se quedó helada. ¿Cómo lo sabía? ¿Quién se lo había dicho? ¿Qué iba a hacer con ella? Intentó negarlo, pero Snape no le creyó. Le mostró un pergamino con un informe de la enfermera Pomfrey, que confirmaba su diagnóstico. T/n se sintió acorralada y avergonzada. Se echó a llorar y le suplicó que no se lo dijera a nadie.

- No voy a decirle a nadie, T/n. Pero tampoco voy a dejar que sigas así. Esto es muy grave, y puede costarte la vida. Tienes que aceptar que tienes una enfermedad, y que puedes superarla. No estás sola, T/n. Yo estoy aquí para ayudarte.

T/n no podía creer lo que oía. Snape, el profesor más temido y odiado de Hogwarts, le estaba ofreciendo su apoyo y su comprensión. ¿Por qué? ¿Qué le importaba ella? ¿Qué sentía por ella?

- ¿Por qué? - preguntó T/n entre sollozos.

- Porque me importas, T/n. Porque eres una alumna brillante, y una persona maravillosa. Porque te mereces ser feliz, y amarte a ti misma. Porque... porque te quiero, T/n.

T/n se quedó sin aliento. Snape le acababa de confesar su amor. ¿Era posible? ¿Era real? ¿O era una trampa? Miró a sus ojos negros, y vio la verdad. Snape la quería, de verdad. Y ella... ella también lo quería. Siempre había sentido una atracción por él, una fascinación por su misterio y su genio. Pero nunca había pensado que fuera mutuo. Nunca había pensado que fuera posible.

Al poco tiempo de que T/n entendería que Severus su profesor le confesara su amor, empezaron una relación secreto donde T/n le costaba mucho recuperarse trataba de hacerlo poco a poco pero no podía.

A pesar del amor y el apoyo de Severus, T/n no pudo superar su trastorno alimenticio. Seguía obsesionada con su peso, su aspecto y su autoestima. Cada vez se debilitaba más, y su salud se deterioraba. Severus estaba desesperado, y no sabía qué hacer. Intentó convencerla de que fuera a ver a un especialista, pero ella se negaba. Decía que no estaba enferma, que solo quería estar delgada. Que él no la entendía, que no la quería.

Un día, T/n se desmayó en medio de la clase. Severus la llevó corriendo a la enfermería, donde Pomfrey le diagnosticó una anorexia nerviosa. Le dijo que T/n necesitaba atención médica urgente, y que debía ser trasladada a San Mungo, el hospital mágico. Severus se sintió culpable, impotente y angustiado. ¿Cómo había llegado a ese punto? ¿Por qué no había podido ayudarla? ¿Qué iba a pasar con ella?

Severus acompañó a T/n a San Mungo, donde la ingresaron en la unidad de trastornos alimenticios. Allí, le hicieron varios exámenes y le asignaron un tratamiento. Le dijeron que debía seguir una dieta equilibrada, tomar unas pociones nutritivas y asistir a unas sesiones de terapia. Le explicaron que su problema no era solo físico, sino también psicológico. Que tenía que cambiar su forma de pensar, de sentir y de relacionarse con la comida y con su cuerpo. Que tenía que aceptarse y quererse a sí misma.

T/n se resistió al principio, y se mostró hostil y desconfiada. No quería comer, ni tomar las pociones, ni hablar con nadie. Decía que todo era una mentira, que solo querían engordarla y controlarla. Que Severus la había traicionado, que no la amaba, que la había abandonado.

Severus la visitaba todos los días, y le demostraba su amor y su paciencia. Le decía que la quería, que la esperaba, que la apoyaba. Que estaba orgulloso de ella, que sabía que podía recuperarse, que confiaba en ella. Que no la había abandonado, que nunca lo haría.

Poco a poco, T/n fue abriendo su corazón, y se dio cuenta de que Severus era sincero. Que él la quería de verdad, y que solo quería lo mejor para ella. Que él era su luz, su esperanza, su salvación.

Poco a poco, T/n fue siguiendo su tratamiento, y se fue mejorando. Empezó a comer, a tomar las pociones, a hablar con los terapeutas. Empezó a entender su enfermedad, a enfrentar sus miedos, a superar sus traumas. Empezó a ver su belleza, a valorar su inteligencia, a reconocer su valía. Empezó a amarse, y a amar a Severus.

Después de varios meses, T/n recibió el alta médica. Estaba curada, y feliz. Severus la esperaba en la salida, con una sonrisa y un ramo de flores. La abrazó con fuerza, y la besó con ternura. Le dijo que la amaba, que la admiraba, que la felicitaba. Que estaba orgulloso de ella, que sabía que lo lograría, que confiaba en ella. Que no la había abandonado, que nunca lo haría.

Juntos, salieron de San Mungo, y se dirigieron a Hogwarts. Allí, les esperaban sus amigos, sus compañeros, sus profesores. Todos les dieron la bienvenida, y les expresaron su alegría y su alivio. Todos le felicitaron, y le desearon lo mejor.

Al estar solos T/n y Severus se miraron a los ojos, y sonrieron. Se tomaron de la mano, y se dijeron "te quiero". Juntos, retomaron su vida, llena de amor y de magia. Superando esos traumas que a veces volvían a aparecer.

Snape la abrazó con fuerza, y la besó con pasión. T/n se sintió segura, protegida y amada. Snape le prometió que la ayudaría a recuperarse, que la acompañaría en su proceso, que la apoyaría en todo. T/n le creyó, y le agradeció su amor. Juntos, empezaron una nueva vida, llena de esperanza y de magia.

Travesura Realizada