Cap 5 °Entre Espadas y Palabras°

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Mientras me cambiaba de ropa dentro de la habitación, podía sentir la desesperación por vestirme pronto. Tomé uno de los vestidos de mi equipaje, que había sido subido, seguramente, por los soldados. La tela suave y elegante se deslizó por mi piel, envolviéndome en su suavidad. Ajusté los pliegues y cerré los cierres, deseando poner fin a la incómoda situación en la que me encontraba.

Al abrir la puerta dije, "Estoy lista", hable intentando transmitir un aire de confianza, aunque por dentro seguía sintiéndome incómoda. Ella entró en la habitación y me miró de arriba a abajo, su expresión imperturbable. Sus ojos sobre mi hacían que me sintiera vulnerable ante su mirada, pero intenté ignorarlo y me dirigí hacia el tocador.

Me senté frente al espejo, donde reposaba un elegante cepillo de marfil. Comencé a cepillar mi cabello con movimientos suaves, desenredando cada hebra con cuidado. Un paño suave y fresco estaba a mi alcance, y lo utilicé para secar las gotas de lluvia que aún persistían en mi cabello. Brienne permanecía de pie, observando cada movimiento que hacía. El silencio en la habitación se volvía palpable, solo interrumpido por el susurro del cepillo deslizándose por mi melena. La mirada de Brienne seguía sobre mí, penetrante, como una sombra que se aferraba a cada uno de mis movimientos. Me concentré en lo que estaba haciendo, tratando de no dejar que su presencia me afectara. Sin embargo, sus palabras resonaron detrás de mí mientras la observaba a través del espejo.

"Qué hermosa rosa", comentó Brienne, refiriéndose a la rosa blanca que había traído conmigo y que seguramente mis sirvientas habían colocado con cuidado en mi tocador. Sus palabras, aunque elogiosas, sonaban más como una observación fría que como un cumplido sincero o eso es lo que quería creer. La rosa blanca que traje desde mi hogar descansaba delicadamente en el tocador, un efímero susurro de belleza en contraste con la rigidez de la habitación. Mis dedos rozaron los pétalos con suavidad mientras una sombra de melancolía se asomaba en mis ojos.

"Lamentablemente, no durará mucho", comenté con un toque de tristeza en mi voz. "Pero las rosas del Reino del Sol son las más hermosas."

Las palabras resonaron en el silencio, y la respuesta de Brienne llegó como un eco frío. "La más Hermosa, concuerdo con ello", pronunció con una nota de aprobación en su tono. Su mirada continuaba sobre mí, como si estudiara cada ángulo y detalle de mi ser, como si en sus palabras hubiese más que solo las que salieron de sus labios. Era como si estuviera buscando algo más, escarbando en los rincones de mi ser. Mi reflejo en el espejo mostraba mi expresión imperturbable, aunque por dentro, la tensión crecía. Seguí cepillando mi cabello con movimientos medidos, evitando su mirada directa a través del espejo.

La habitación resonaba con la tensión que se había instalado entre nosotras. Brienne, con su imponente figura, esperaba mi respuesta. Una sonrisa ligera bailaba en sus labios, como si disfrutara de alguna broma interna que solo ella comprendía. "Bueno, y ¿qué piensa hacer, mi lady, antes de su boda?", preguntó Brienne con una expresión que no revelaba sus intenciones. Sus ojos, inquisitivos y penetrantes, buscaban en los míos algo que aún no estaba dispuesta a entregar y eso era mi sinceridad. Me quedé en silencio por un momento, sintiendo cómo la presión se intensificaba. Dos días en el reino de la tormenta, pensé, dos días sin saber que hacer, dos días simplemente sola, dos días en ese nuevo lugar, desprovista de todas mis obligaciones en el palacio, dos o quizás toda la vida callada obediente y ahora vigilada.

"No lo sé", respondí finalmente, buscando las palabras adecuadas. "No tengo nada que hacer aquí, además mis labores no son claras en este momento, pero las cosas cambiaran". Mis ojos se encontraron con los de Brienne, desafiante y con un matiz de resignación. "Así que, por ahora, simplemente esperaré el día de la boda". Mi mirada se encontró con la de Brienne a través del espejo, su reflejo mostraba una expresión imperturbable, una fachada sólida que apenas ocultaba la tensión latente entre nosotras.

Tiempos de Lágrimas: El juramento de la princesa - Brianne x Lectora.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang