XI. Esa Noche

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"El miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo"

Eduardo Galeano.

Capítulo XI

"Esa Noche"

Advertencia: VIOLENCIA.

Casa Miller

[Noche de la llamada]

Ámbar Miller

No puedo creer todo el show que acaba de pasar.

—Te dije que le dijeramos antes de que el lo supiera por su cuenta.

Tyler me vuelve a mencionar eso molesto, tiene los puños cerrados apretandolos fuertemente. Se sienta un segundo pasándose las malos por la cabeza desesperado.

Siento que es por mi culpa que se hayan peliado, son una muy hermosa amistad.

—Me equivoqué ¿Ok? Se le va a pasar.— Le hablo acercándome a el.

—Eso espero.— El se levanta yéndose entre la multitud.

Otra cosa más que arruine.

Siempre termino arruinando todo en la vida de las personas.

Me levanto para ir al baño a lavarme la cara, saco de mi carterita un par de pastillas. Me miró fijamente al espejo tratando de evitar lo que estoy por hacer, pero no logro convencerme a mí misma, mi impotencia me gana así que me trago las dos pastillas agachandome al fregadero para pasarlas con agua.

Está es la única forma donde puedo escapar de mi realidad.

Camino a la sala de la casa para bailar entre la gente con mi trago en la mano, un chico moreno se acerca a mi para bailar conmigo.

Es bastante guapo, ojos cafés y cabello oscuro, alto y músculos.

Los dos bailamos al ritmo de la canción chocando nuestros cuerpos, puedo sentir su paquete rozar mi culo.

El me recoje el cabello con su mano para besar mi cuello, yo me dejó. Me agarra algo fuerte de la cintura, comienza a succionar mi cuello.

Eso dejara un chupón.

Me despego de el y me volteo quedando frente a frente, el me sonríe y comienza a besarme de una manera agresiva que no me gusta así que le doy una leve cachetada.

El me da un fuerte empujón haciéndome a un lado para seguir caminando deteniendo su estúpido cuerpo frente a otra chica para hacerle lo mismo supongo.

Mejor me voy a mi casa.

No me demoro mucho en llegar, el uber dejándome en la entrada de la urbanización.

Camino unos minutos hasta llegar a mi casa, me detengo frente la enorme puerta que está en la entrada.

Al entrar todo está oscuro así que con la luz de mi celular trato de caminar silenciosamente para no hacer ruido pero al comenzar a subir por las escaleras la luz de lámpara de la sala se enciende y al voltearme veo a Roberto sentado en el enorme sofá en L que acaba de comprar.

El me llama con sus manos moviendo sus dedos hacia el.

¿Ahora qué querrá?

Me detengo al llegar a la sala en la esquina del mueble, puedo sentir el olor a licor y a tabaco por todos lados, también noto algunas pastillas y un polvo blanco que parece cocaína.

Eclipse Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang