20. Podridos

11 3 0
                                    

Minutos antes del juego...

En este momento todavía deben estar los chicos esperando a que se lleven a Bill y a Eliezer para que comience el siguiente juego, he decidido salir de ahí para volver a mí habitación y aunque Ivana lo hizo primero no tengo ninguna intención de acercármele.

Eso fue lo que pensaron los demás "que solo la voy siguiendo" pero realmente me siento mal por todo lo que ha ocurrido, además no la veo por ningún lado y ahora que estoy en la puerta de la habitación solo descansare para luego salir a ver como quedo todo.

Una puerta se ha abierto a mi lado derecho, deduzco que es ella aunque no he volteado, ahora que ha volteado lo confirmo.

—Hola —, dice con una sonrisa tímida y un poco entristecida— ¿Podemos hablar? —. Su pregunta me ha tomado por sorpresa esta chica es impredecible.

—Claro —, es lo que puedo contestar aunque no muy convencido, mientras ella viene acercándose con pasos tímidos.

— ¿En tu habitación se podría? —. Asiento pues no creo que tenga otras intenciones además ya está a mi lado.

Abro la puerta por completo y entro primero que ella.

—Quería comentarte algo —, comenta cerrando inesperadamente mientras solo tomo asiento en la cama, no quiero parecer intimidado—. Creo que eres el único que me entiende —, aclara y toda la timidez que tenía se esfuma en segundos pues se ha sentado a mi lado derecho.

— ¿Cómo así?

—No te hagas —, antes de que pueda responder a su comentario se abalanza hacia mí y estampa sus labios a los míos.

No puedo decir que no al beso porque en el fondo es algo que desde el principio busque, sé que está mal pero este momento me da una sensación de victoria pues mientras sus labios se juntan con los míos la sensación de poder es gratificante.

—Sabía que no ibas a negarte —, susurra mordiéndose el labio interior—, pero quiero aclararte que esto solo es pasajero —, aclara en un tono seductoramente sexi.

—Solo quiero que seas mi próxima víctima, por eso prefiero chicas que no tengan miedo a llorar —, las palabras me han salido solas, será por la excitación del momento.

Ella solo sonríe—, sonaste como a fuck boy de libro —, comenta y suelta una risa picara que ahoga dándome otro beso.

Su camiseta es la primera prenda en volar, su sostén el segundo dejando sus pechos al descubierto a los cuales por provocación les doy suaves mordiscos mientras sus dulces gemidos resuenan en mis oídos, mi camiseta es la tercera prenda en perderse en la habitación, luego nuestros jeans y por último la ropa interior, todo de manera alborotada y descuidada.

Entre tantos besos, tengo una erección desde hace rato pero por alguna razón no me ha dejado entrar en ella y tiene su cintura apretando mi pene, la agarro con las dos manos de la cintura y la subo un poco, sube la mirada y sonríe, mis ojos encontrando los de ella. Puedo ver la perversión.

La beso de nuevo y se sube a mi pecho sin pensarlo, su entrepierna rosa con la mía, casi puedo sentirla, pero prefiero contenerme y hacer que ella me lo pida. Entre besos meto mi mano derecha entre sus piernas, dejo sus labios para bajar a sus pechos, chupándolos y mordiéndolos.

Utilizo mi dedo para tocarla ahí directamente con mi pulgar, robándole jadeos que en estos momentos suenan como melodías sacadas del cielo. Puedo sentirla temblar, sé que su orgasmo está cerca, esto lo he hecho muchas veces, así que me detengo, quitando mi mano y soltando una risilla, su cara es de molestia parece que fuera a reclamar pero solo sonríe, lo disfruta tanto como yo.

Lost Souls: El juego de los perdidos. ✅Where stories live. Discover now