𝐗𝐗𝐈. 𝐔𝐍 𝐀𝐑𝐑𝐄𝐁𝐀𝐓𝐎 𝐃𝐄 𝐀𝐃𝐑𝐄𝐍𝐀𝐋𝐈𝐍𝐀.

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ᴸᵃ ᵖʳⁱᵐᵉʳᵃ ᵖʳᵘᵉᵇᵃ.




En el colegio había una tensión y emoción enormes en el ambiente. Las clases se interrumpieron al mediodía para que todos los alumnos tuvieran tiempo de bajar al cercado de los dragones. Aunque, naturalmente, aún no sabían lo que iban a encontrar allí.

Ellis se sentía extrañamente distante de todos los que la rodeaban, aunque casi todo Hufflepuff tratara de apaciguar su preocupación por su mejor amigo. Emily y los gemelos intentaban de hacer que se relajara, cosa que funcionaba en algunas ocasiones, pero luego volvía a estar preocupada.

El tiempo pasaba de forma más rara que nunca, como a saltos, de manera que estaba sentada en su primera clase, Historia de la Magia, y al momento siguiente iba a comer… Y de inmediato la profesora Sprout entró en el Gran Comedor y fue a toda prisa hacia Cedric. Muchos los observaban.

—Los campeones tienen que bajar ya a los terrenos del colegio… Tienes que prepararte para la primera prueba y sí, Ellis puedes acompañarlo pero solo por unos minutos.

Ellis bajo la mano que con rapidez había levantado para preguntar, esta asintió ligeramente con la cabeza y trago en seco, sintiendo la boca exageradamente seca.

—Gracias por avisarme, profesora Sprout—dijo Cedric, poniéndose en pie.

—Buena suerte, Ced —dijo Emily con una sonrisa, mientras se paraba y lo abrazaba.

—Te veremos después, suerte —hablo Jack, palmeando la espalda de Cedric, con una gran sonrisa en sus labios.

—Te queremos entero, no voy a aceptar que te falte un brazo —comentó Zack en tono burlón, haciendo reír al castaño.

Salieron del Gran Comedor con la profesora Sprout. Ella tampoco parecía la misma; de hecho, estaba casi tan nerviosa como Ellis. Al bajar la escalinata de piedra y salir a la fría tarde de noviembre, le puso una mano en el hombro.

—No te dejes dominar por el pánico —le aconsejó—, conserva la cabeza serena. Habrá magos preparados para intervenir si la situación se desbordara… Lo principal es que lo hagas lo mejor que puedas, y no quedarás mal ante la gente. ¿Te encuentras bien?

—Sí —dijo Cedric, parecía tranquilo, pero la realidad era que se encontraba bastante nervioso—. Sí, me encuentro bien.

—¿Es normal querer vomitar en estos momentos? …—murmuro Ellis en voz baja, haciendo reír a Cedric.

Ella los conducía bordeando el bosque hacia donde estaban los dragones; pero, al acercarse al grupo de árboles detrás del cual habría debido ser claramente visible el cercado, Ellis vio que habían levantado una tienda que lo ocultaba a la vista.

𝗢'𝗕𝗿𝗶𝗲𝗻₁ ─ 𝗛𝗮𝗿𝗿𝘆 𝗣𝗼𝘁𝘁𝗲𝗿Onde histórias criam vida. Descubra agora