𝟷.𝟷𝟻 ،،̲Ciegos،̲،̲

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Los siguientes días pasaban en un abrir y cerrar de ojos, cuando menos lo pensó era sábado otra vez. Su semana había sido pesada, la mayor parte del día se dedicaba a estudiar, sin embargo todos los tiempo libres que tuvo se dedicó a investigar con Dumbledore el primer paso para su plan. El cual seguía sin tener forma alguna. No habían encontrado ninguna manera real de atacar el problema de raíz, mucho menos habían encontrado a algún sospechoso de heredero.

Aunque hacía tiempo todas las medidas de seguridad habían sido retiradas ya que el futuro heredero no había hecho ninguna otra aparición —y por lo cuál se empezó a especular que había sido una mala broma de alguien– la tensión en todos se podía seguir sintiendo.

Aún así Hermione y su nuevo grupo de amigos se habían cuidado las espaldas unos a otros. Para disgusto de Tom, los sangre puras de su grupo habían tomado la responsabilidad de llevarlos de un lado a otro y nunca dejarlos solos a menos que fuera realmente necesario, en esos caso Hermione se encontraba junto al profesor Dumbledore por lo cual jamás estaba sola.

Por el otro lado, las reuniones dentro y fuera de Hogwarts habían tomado más intensidad y frecuencia, de ser un par de horas en la biblioteca, Hermione y sus amigos pasaban horas caminando por los pasillos, aunque la mayor parte del tiempo ella hablaba con Tom sobre todos y cada uno de sus proyectos e incluso daba su punto de vista sobre el tema. Habían decidido silenciosamente cambiar la biblioteca por los pasillos, el gran comedor o los jardines de afuera del castillo para continuar con sus tareas y trabajos y pasar el tiempo.

En la semana que había transcurrido desde que Elizabeth había sido oficialmente presentada pudo notar cómo todos habían hecho un hueco para la nueva miembro. Elizabeth se había convertido en un miembro silencioso, aunque la mayor parte del tiempo se dedicaba a regañar a Orion y Hefesto, también ayudaba en todo lo que podía en cuanto a las clases, ella y Hermione se habían convertido en no solo compañeras de pupitre y trabajos, se habían convertido en amigas.

Tener una persona a su lado con las mismas dificultades y problemas para encajar había hecho que ambas desarrollarán rápidamente un tipo de lazo sentimental y amistoso. Y Hermione agradeció que ella fuera un equilibrio perfecto entre vanidad e inteligencia. Elizabeth era el claro ejemplo de lo que a Hermione le hubiera gustado ser si no fuera porque la mayor parte del tiempo estaba cuidando a sus dos amigos de correr en dirección a la muerte y matarse por demostrar que quería encajar cómo cualquiera.

Elizabeth era el tipo de mujer que siempre estaba presentable, que usaba maquillaje que la hacía parecer al natural pero que resaltaba con elegancia sus rasgos. Y cuando era necesario, Elizabeth sabía la cantidad necesaria de maquillaje para impresionar.

Era inteligente en todos los sentidos. Hermione pudo entender por qué Abraxas estaba tan profundamente enamorado de la mujer frente a ella.

—Tus cejas son bonitas, solo tienes que cuidarlas. –Elizabeth la miró fijamente intentando encontrar algún imperfecto en su trabajo, aún sostenía las pinzas en sus manos con las cuales había hecho desaparecer todos los vellos sueltos. –Tu cabello es otro tema. Podemos pedir ayuda a un elfo para que nos dé alguna idea de cómo peinarlo o arreglarlo. O podríamos investigar si existe algún tipo de poción que te ayude a mantenerlo controlado.

Hermione se sobo la sien, justo el último lugar que las pinzas habían tocado dejando un escozor. A comparación de cuando Lavender la convenció de sacarle la ceja esta vez no estaba del todo roja, Elizabeth había puesto un sin fin de producto muggle para que su piel no se irritara.

𝑻𝒉𝒆 𝑨𝒓𝒄𝒉𝒆𝒓 |𝑻𝑶𝑴𝑰𝑶𝑵𝑬|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora