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------------------------- Segunda parte ------------------------
Bastante tiempo ya había pasado, ahora Dhaenys era la prometida de Aemond, realmente a la joven no le importaba casarse con el chico ya que anteriormente ya había demostrado que podía manipularlo, se casaría solo para tenerle a su lado, no lo amaba y no estaba en sus planes dar hijos, no ahora y no con el.
Dhaenys sabía que la ambición más grande de Daemon era la corona, pues ella le quitaría la oportunidad de tenerla aunque tenga que matar a quién sea.
--- ¿Todo bien? --- pregunto Aemond a Dhaenys ya que la chica estaba sumida en sus pensamientos.
--- Si --- dijo la chica y volteo a ver a su prometido. --- ¿Sucede algo? ---
Aemond negó con la cabeza.
--- No, solo te vi muy distraída --- expreso.
--- Estoy bien --- Dijo la chica. --- Tengo que ir a dónde tu madre ---
Antes de que ella pudiese salir del aposento que ambos compartían, Aemond la tomo del brazo y la detuvo a su lado haciéndola que lo mirase, aprovecho para darle un beso en los labios a lo que la joven no pudo negarse, un beso que para Dhaenys no significo nada y para Aemond significaba tanto.
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Coloco de nuevo su gorro el cuál le ayudo a ocultar un poco su rostro y cubrir su blanco cabello, sosteniendo el frasco con un líquido rojo en sus manos emprendió camino directo al castillo de nuevo, paso entre la gente y a veces chocando con ella pero sin detenerse, no lo haría continuaría su camino sin ser descubierta por nadie.
Había salido del castillo minutos después de despedirse de Aemond, era mentira que tenía que ir a dónde Alicent, realmente tenía que salir a el pueblo pero eso no se lo diría al chico.
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--- Abuelo --- saludo la chica al hombre que estaba postrado en la cama. --- Te traje un té --- expreso.
Viserys sonrió a su nieta y junto con la ayuda de la joven se sentó en la cama.
--- Gracias --- susurro esté. --- Dhaenys --- la llamo.
--- ¿Que pasa? --- pregunto la joven ayudándolo a tomar un poco de té.
--- ¿Ya me dirás la respuesta que tanto te he pedido? --- pregunto el hombre.
Dhaenys asintió lentamente.
--- Si, ya es hora --- dijo ella y Viserys asintió. --- Abuelo, Hace un tiempo cuándo Daemon perdió a Baela, el y yo nos hicimos un poco más cercanos, yo no había perdido a una hija pero si a mi padre y juntos nos consolamos mutuamente --- explicó ella dándole a beber otro sorbo del té. --- Un día nos embriagamos y el me confesó que gustaba de mi, yo al inicio me negue a qué cualquier cosa pasará, es el esposo de mi madre y jamás le hubiese hecho algo como eso, siguió insistiendo y yo me negaba --- La joven hablaba mientras hacía que el hombre tomara más té --- Pasaron varios días y sucedió lo mismo pero está vez el colocó algo en mi bebida, no abuso de mi quiero aclarar --- expreso ella al ver el rostro de Viserys. --- Pero no se que haya puesto que eso hizo que yo me sintiera mareada y más ebria, comenzó a tocarme y no lo detuve, yo seguí su juego ---
