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Las últimas semanas de vacaciones se pasaron rápidamente, los Malfoy y los Grindelwald pasaron estas últimas semanas en diferentes localidades, por un lado, los Grindelwald se fueron al Norte de Noruega, donde Gellert le enseñó su castillo a Belladona, mientras que los Malfoy se quedaron en su mansión el resto de las vacaciones.

Hoy siendo que debían regresar a Hogwarts Belladona y Grindelwald estaban esperando a los Malfoy para estar en la estación King Cross.

-Detesto que tengamos que estar tanto tiempo entre muggles –comentó Grindelwald con asco –si fuera por mí, no estarían más que sirviéndonos como los inservibles que son.

-No son más que seres inservibles –coincidió Belladona distraídamente –aunque estoy segura de que no sirven ni para acatar una simple orden, ya ves cómo eran los Dursley, todo lo hacía mi hermano porque ellos no sabían hacer nada. Un elfo domestico es mejor que aquella gente

Grindelwald mira a su nieta y no puede evitar esbozar una sonrisa por el comentario.

-Este año será diferente para ti, Giftig Blomma

-Lo sé, desde ya puedo escuchar los murmullos de los estudiantes de Hogwarts diciendo que soy la nieta del gran Grindelwald

-No lo decía por eso.

Belladona se gira hacia su abuelo confusa ante ese comentario

-Tienes a tu amigo con su escarbato como mascota... digo novia, y tú tendrás que acostumbrarte al ver a la persona que te gusta con aquel animal.

-A mí no me gusta Draco, abuelo. No entiendo de donde sacas esas ideas.

-Nunca dije el nombre del rubio –dice Grindelwald lanzándole una mirada inquisidora a su nieta que se muerde la lengua al ver que ella misma metió la pata.

-Era de saber que te referías a Draco, es el único de mi círculo de amigos que tiene una relación. –dice cruzándose de brazos haciendo que su abuelo se ría –y, en cualquier caso, Draco y yo solo somos amigos

-Ya –dice Grindelwald sacando un cigarro de su cazadora y prendiéndolo sin necesidad de varita

En eso ambos escuchan un grito unos metros más lejos de donde están.

- ¡Belia!

Draco grita mientras corre a abrazar a su mejor amiga que no había visto desde hace unas semanas atrás.

Belladona mira de arriba abajo a Draco cuando este la suelta y no puede evitar contemplar el cambio de su amigo en estas últimas semanas. Draco ya no mantenía su cabello rubio totalmente hacia atrás con gel como hace dos años, en cambio, tiene su cabello cayendo hacia los lados, había ganado unos cuantos centímetros más haciéndose más alto, en sus manos mantenía más anillos que la última vez que lo vio y sus ojos, aquellos ojos que siempre le habían parecido curiosos al ser de un gris casi blanco.

-Te extrañe tanto estos días Belladona, querida.

Narcissa saca a Belladona de sus pensamientos al abrazar a su ahijada y darle dos besos en las mejillas.

-Yo también los extrañé –murmuró Belladona espabilándose –¿Cómo estuvo su semana?

-La novia de Draco nos visitó dos veces más desde que tú te fuiste –dice Lucius con desgana a lo que Narcissa le da un suave pellizco en el brazo para que Draco no los escuche

-Es una lástima que no pudieras estar con nosotros esos días, Belia –dice Draco sin notar el gesto de su padre –Astoria...

-Es mejor que ya vayamos al andén –interrumpió Grindelwald –si algún muggle se me queda mirando un segundo más le lanzaré un Avada.

Belia Potter [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora