segunda parte

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La curiosidad puede ser tan fuerte, peligrosa y tan llamativa, las suelas de sus zapatos resonaban con rapidez golpeando contra el suelo, el desespero por llegar y ver a quien tanto había esperado lo sentía en cada célula de su cuerpo.

Por primera vez bajó hasta los calabozos donde morían tantas personas, un lugar lúgubre al que tanto se negó a ir pero ahora estaba allí ,el calor en su pecho lo golpeaba como ondas en el agua tranquila con cada pisada tímida acercándose, el sudor en su piel quemaba por debajo de la ropa de seda.
  
  

--sal de la oscuridad, déjate ver--
  

--no le veo motivo alguno--
 

--... déjame ver tu bello rostro... mi ángel-- 
  

La silueta de Eijiro salió de entre las sombras dejando contemplarse a los ojos del Rey quien soltó un jadeo en respuesta apretando con sus manos los barrotes.
  

--no soy un ángel... soy Eijiro Kirishima--

  
-- no tienes que fingir ante mi--

  
El velo que cubría su rostro cayó al suelo, totalmente diferente a lo que el reino opinaba sobre el aspecto facial del Rey... se dejó en evidencia un hermoso rostro pulcro, pálido como la leche, finas ebras de cabello rubio se dejaban caer por su frente, hacian perfecta sincronía y una mirada carmín acompañada de pestañas largas del mismo color del cabello.

--... eres... tú--

Efectivamente algo golpeo su pecho, aún cuando nunca antes lo había visto supo enseguida que era el ángel corrupto la razón inicial de ser enviado al mundo humano, su perdición y salvación.
 

--viniste a mi--

  
--¡claro que no! ¡no estoy aquí por ti!... déjame ir, por favor, prometo desaparecer, nuestros caminos no volverán a cruzarse pero por favor déjame ir... nececito irme hay alguien que me está esperando--
 

No iba a luchar, no había necesidad, hace tanto tiempo desechó la idea de un enfrentamiento, no quería tener nada que ver con el ángel corrupto, su único pensamiento era volver a su pueblo, jugar con la pequeña Gytha y escuchar las historias de la señora Clifford sobre su juventud.

-- yo soy quien te a estado esperando por tanto tiempo ¿no puedes verlo? Somos uno solo... un tonto humano no puede ser importante, no más que yo--
 
 
Kirishima tan sólo lo miró en completo silencio aún sin comprender a que se refería el ser que estaba frente suyo y el por qué desde que lo miró su cuerpo comenzó a actuar tan extraño con una ligera molestia que parecía crecer más, era tan inexplicable lo que sentía debajo de su pelvis específicamente entre sus piernas.

  
--como te llamas--

Una risilla burlona se escuchó del otro lado de la celda --seres como nosotros no necesitan de un nombre para identificarnos--

-- ... no seguiré hablando contigo mientras no me lo digas, si vives con los humanos tienes que tener un nombre --

Con solo verlo y escuchar el como se expresaba le quedaba claro la lejanía abismal que los separaba, el ángel vivió por tanto tiempo en el mundo terrenal sin rebajarse a ser un simple mortal o actuar como uno, habían tantas cosas que Kirishima no entendía.

--mierda... de acuerdo... Katsuki Bakugou... así comenzaron a llamarme tiempo después que me di a conocer en este mundo desagradable--

 
--Katsuki... por favor me dejarías salir, necesito irme ahora y me podrías devolver todas mis pertenencias si no es mucha molestia porque dudo que te sirvan a ti--

ALAS ROTASWhere stories live. Discover now