Capítulo 1

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Muy bien, empecemos una última vez...

Mi nombre es Leila Brock, y como será obvio fui mordida por una araña radioactiva a los 15 años y durante 9 años he sido la única e inigualable Spider-Venom.

Si, ya se ¿Venom? Bueno, es una larga historia, tengan paciencia ¿de acuerdo?

Cuando tenía 10 años, mi madre, Annie Weying, murió en un accidente automovilístico. Fue un golpe terrible tanto para mi como para mi padre, Eddie Brock. Desde entonces solo hemos sido él y yo contra el mundo.

Bueno, casi siempre. Él trabajaba mucho para poder mantenernos y terminar de pagar la casa en la que nos mudamos en Nueva York antes de que mamá muriera, así que después de la escuela me cuidaba Conchata Gonzales. Una vecina amargada con la vida, reservada a más no poder y jamás compartía sobre su vida antes de que mi padre viniera a pedirle que cuidara de mi. Pero a su manera me mostraba que se preocupaba por mi, si yo estaba triste o inquieta, ella me preparaba mi comida favorita, si yo pasaba por algún melodrama adolescente ella me aconsejaba paciencia... aunque de eso ultimo estaba lejos de ser el gran ejemplar. 

Así es que con el paso del tiempo se volvió parte de nuestra pequeña familia, al punto de llamarla "Tía Connie". Ella era la única que se creía con el derecho de regañar a papá por cualquier cosa y siempre me hacía reír cuando pasaba.

Cuando me mordió la araña, no supe qué hacer con los cambios que ocurrían, así que oculté lo más que pude la superfuerza y el hecho de que la cosas se pegaran a mis manos a menos que esté relajada. Así pasaron 5 meses.

No fue hasta que un día salí del cine con mis mejores amigos Peter Parker, MJ Wattson y mi novio Harry Osborn. Muchas personas se estaban aglomerado frente a una biblioteca, la biblioteca donde se suponía debía estar hasta que Harry me convenció en ir al cine. Fuimos hacia ahí, y vi algo que se quedaría en mi memoria para siempre.

Mi tía Connie en el suelo con una enorme mancha de sangre en el pecho. Corrí a ella con un enorme nudo en la garganta y la tomé en brazos, y con su último aliento...

-No llores, escuintla- como solía llamarme. - Sólo escúchame, se que has... cambiado -me sorprendió, ella sabía de mis poderes,- eres una niña maravillosa, pero no una buena mentirosa -me dio una sonrisa maternal,- y está bien, eres espectacular en todo lo que da, solo no pares. Recuerda, un gran poder conlleva una gran responsabilidad...

Murió gracias a un asaltante que quería robar su auto, mientras ella me esperaba para llevarme a casa y darme de cenar su rica comida mexicana... murió por mi culpa.

Y así empecé a cuidar la ciudad con lo que parecía un traje mal hecho, a decir verdad me quedaba enorme pues solo era ropa vieja azul y roja de mi papá que ya no ocupaba.

Pero lo inesperado ocurrió un año después.

Por mi promedio impecable, logré tener una pasantía en la Fundación Life. Mi padre estaba furioso cuando le conté, pero pude convencerlo con decirle que era más para saber qué clase de crueldades hacían y así desenmascararlos con pruebas, cosa que papá intentó hacer durante años por su trabajo de reportero intrépido. Y yo no mentía, aparte de las pruebas que él recolecto atreves de los años acerca de sus experimentos en humanos, las investigaciones de papá lo llevaron al rumor de que su reciente expedición al espacio había salido mal por un ataque que ocurrió en la nave. Tenia que saber por qué.

Así, mi padre y yo trabajamos juntos durante meses para sacar información. Y dirán ¿Qué clase de padre dejaría a su hija tomar tal riesgo? Bueno, así era él, sin nadie que sujetará la correa, los dos nos fuimos con todo. ¡Y era genial! padre e hija contra una compañía multinacional. Pero nunca le dije que yo era aquella vigilante enmascarada que causó tanto revuelo en la ciudad.

Universo 1992Where stories live. Discover now