Cap. 14: ¿Lady Whistledown?

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Benedict y Eloise cumplieron su palabra llegando unos momentos antes de la cena. Colin seguía durmiendo, afortunadamente, la fiebre no había vuelto. Ahora, se notaba que estaba descansando.

Esa misma noche Benedict fue a dejar el manuscrito al buzón de Penélope, seguido bajo la mirada atenta de Eloise. Quién se quedó observando, con mucha paciencia, para saber quién ayudaba a su amiga. Lamentablemente, solo divisó un carruaje de alquiler y una sombra que entraba al jardín de los Featherington y volvía a salir con rapidez. Era obvio que todavía existían secretos entre ellas. Y no sabía cómo sentirse al respecto. Lo que sí sabía es que, tenía mucha curiosidad.

A la mañana siguiente, estaban tomando desayuno. Cuando, de repente, sienten unos pasos. Era Colin.

-Lo siento, me retrasé. ¿Y Francesca? ¿Ya se fue a preparar? -Preguntó sentándose a la mesa, ante la mirada perpleja de toda su familia.

-¡Colin! -Gritó Hyacinth, quien rompió el silencio y se levantó para ir a abrazar a su hermano, seguida por toda su familia.

-Muchas gracias por las muestras de afecto. Pero, les aseguro que estoy bien y que estaré ahí para Francesca. -Respondió Colin, mientras todos lo abrazaban.

-Cariño, la boda fue antes de ayer. -Le dijo lady Violet, quien continuaba abrazándolo.

-¿Antes de ayer? -Preguntó atónito.

-Hermano, te fuiste la noche anterior a la boda. Te encontramos al día siguiente. -Agregó Anthony.

-Estuviste con fiebre y durmiendo un día entero -Agregó Eloise.

-Nos tenías muy preocupados -Dijo Gregory.

-Entonces no fue un sueño -Respondió Colin.

-¿Qué te pasó? -Preguntó Hyacinth.

-Caminé. No podía dormir y decidí caminar. Recuerdo que me senté para ver el amanecer. Me debí quedar dormido. Últimamente, he estado teniendo problemas para dormir... Y, bueno, después desperté y vine. -Respondió

-Definitivamente, esta historia no valió la pena. Después de tanta preocupación, pensé que ibas a contar algo con más gracia, algo más impactante -Dijo Hyacinth con frustración.

-Madre, yo también te quiero mucho, pero tu abrazo dificulta mi desayuno. -Agregó Colin.

-El médico dijo que tienes que comer liviano. -Respondió Violet.

-Tranquilo Colin, tu desayuno debe venir en camino. -Agregó Kate.

-También, pidió que tuvieras unos días de reposo. -Agregó Benedict.

-No será necesario, estoy perfectamente. -Respondió, tratando de parecer animado. En realidad, estaba bastante preocupado. Necesitaba ver a Penélope. Recordaba que iban a venir los padres de lord Anderson...¿Ya le habían puesto fecha a la boda? Sus pensamientos fueron interrumpidos con un desayuno liviano, que a su vista, y apetito, parecía una falta de respeto. Decidió comerlo, pues sería una lucha perdida intentar persuadirlos, pues ya los había preocupado demasiado. Más tarde encontraría la forma de asaltar la cocina.

Interrumpiendo el desayuno entró el mayordomo con el último número de lady Whistledown en una bandeja. Los ojos de la familia iban del panfleto a Colin. Colin miraba el panfleto, al leerlo, sentía como si él estuviese hablando con su Pen. Los ojos de Benedict y Eloise se encontraron. Era el momento definitivo, la prueba de fuego... ¿Ellos serían capaces de notar el cambio? La encargada de leerlo para toda la familia era Kate.

Queridos lectores:

La que debió ser la boda de nuestro ex cítrico favorito con el tercer Bridgerton, en realidad fue el escenario para la boda de Francesca Bridgerton, ahora Kilmartin. La boda estuvo hermosa, fue un suceso íntimo, que la familia compartió con los más cercanos. De más está decir que esta autora no estuvo invitada, pero, sus informantes le dijeron que el vizconde se lució con un discurso en donde hablaba de amor... Es increíble el poder del amor... ¿o debo decir el poder de la vizcondesa Kate Bridgerton? Quién iba a pensar que el vizconde iba a pasar de ser un Mujeriego con mayúsculas a un marido devoto, fiel y leal, que hiciera llorar a toda la ton con su discurso de amor. Sin dudas las mujeres son poderosas, en especial la vizcondesa. Mis respetos para Kate Bridgerton.

-Qué puedo decir, me casé bien. -Dijo Anthony al momento en que le tomaba una mano a su mujer y se la besaba, mientras Kate lo miraba enamorada. En ese mismo instante, Benedict y Eloise también se miraban y miraban al resto de la familia en absoluto silencio.

-Hay algo que no está bien, siento que no es lady Whistledown. Revisa, ¿Estás segura que es el panfleto de ella?-Dijo Colin mientras Eloise y Benedict abrían sus ojos como plato.

-Es ella, es su panfleto. -Respondió Kate y, luego, continuó leyendo.

Pero, lo que la mayoría no sabe, es que mientras todos escuchaban atentos el discurso del vizconde, y lloraban de emoción. En esa misma casa, nuestra ex cítrico vería truncada nuevamente sus esperanzas de casarse. Al parecer, está destinada a ser una solterona.

-Espera, ¿Qué le pasó a Penélope? -Preguntó Colin que no pudo contenerse.

-Hermano, es mejor que te sientes. Kate seguirá leyendo. -Dijo mientras tomaba a su hermano y lo devolvía a su silla. -Ese panfleto es importante para nosotros, lo vamos a enmarcar. -Dijo aclarándose la garganta y dedicándole una mirada cómplice a Kate, quien continuó con la lectura.

Mientras todos estaban disfrutando la recepción del matrimonio, un suceso interesante estaba ocurriendo en la biblioteca de los Bridgerton y, para la mala suerte de los involucrados, fueron descubiertos no solo por la matriarca de los Bridgerton, sino que también por la suegra y madre de los involucrados. Estamos hablando del mismísimo lord Anderson y Cressida Cowper.

Kate tuvo que detener su lectura, porque Colin, quien se había parado con rapidez, se ahogó con la comida.

-Debo ver a Penélope -Dijo con dificultad.

-No podrás verla -Agregó Eloise.

-Es verdad, ella se fue anoche -Dijo Hyacinth.

-¿A dónde se fue? -Preguntó con preocupación y todavía un poco atorado.

-Su mamá la mandó a Kent -Respondió Eloise.

-Y no volverá, hasta la próxima temporada -Agregó Gregory con tristeza.

-¡Colin! -Se escuchó la voz de Dafne quien corrió a abrazarlo.

Abrumado con tanta información decidió sentarse. Debía dejar su orgullo de lado, necesitaba la ayuda de su familia. Necesitaba demostrarle a la mujer que amaba, que lo que sentía por ella no era solo deseo ni un capricho, menos costumbre. Había llegado el momento de actuar y no había nadie mejor preparado que los Bridgerton para ser de casamenteros.

-Familia, necesito de su ayuda. -Dijo con seriedad y expuso su problema, finalmente agregó -Necesito un carruaje, debo ir ahora mismo a ver a Penélope.

-Lo que necesitas, ahora mismo, es un baño -Dijo Simon. -Ve tranquilo. Nosotros nos encargaremos de los detalles.

-Quiero que las flores sean amarillas. -Dijo saliendo con rapidez a su dormitorio. Mientras le preparaban el baño, comenzó a buscar las cartas de Penélope, que mantenía guardadas y enrolladas con una cinta... también amarilla.

En otro rincón de la sala:

-Es increíble. Pasamos todos los filtros, menos el de Colin -Dijo Eloise.

-Y ni siquiera lo leyeron completo. -Agregó Benedict.

-Te dije que le iba a gustar a Kate.

-No te olvides que Anthony dijo que lo iban a enmarcar -Agregó en tono burlesco.

-Kate me contó que antes de conocer a Anthony, ya lo odiaba a causa del panfleto de lady Whistledown. Ahí siempre decían que él era todo un mujeriego y un vividor.

-No solo un mujeriego. Era un "Mujeriego con mayúsculas" -Dijo riendo.

-Permiso. Mi lady, los carruajes que solicitó ya están listos. -Dijo el mayordomo.

-Muchas gracias -Agregó Kate.

-¿Los carruajes? -Preguntó Benedict.

-No pensarán que nos vamos a perder la propuesta de Colin. Además, está recién recuperándose, no lo podemos mandar solo -Dijo mientras Hyacinth corría desde la ventana a abrazarla.

-Solamente falta que lleguen Simon y Dafne. -Dijo lady Violet.

-Y que Colin deje de apestar -Agregó Benedict con solemnidad. 

¿Y si...?Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt